En esta ocasión, el presidente electo para su segundo mandato oró frente a la imagen milagrosa, para encomendar las cuestiones de país y nación a la Reina de Polonia, según informa dziennikzachodni.pl.
El presidente Duda, por tanto, es católico y no lo oculta: fue a visitar a Nuestra Señora el 24 de mayo, en el quinto aniversario de su primera elección como presidente, y lo volvió a hacer el lunes 13 de julio. Y esto, en un contexto sociopolítico que, aunque todavía anclado en las raíces católicas del país, está marcado ahora por una fuerte apertura hacia temas "progresistas".
Todo esto aparece, a los ojos de algunos, casi como una injerencia, como un ataque al tan invocado concepto de "laicismo", que en la práctica no es más que un arma moderna desplegada para silenciar a la Iglesia y sus fieles y para para que la religión se convierta cada vez más en un asunto privado, a cultivar en el secreto del hogar, de la conciencia y en la sacristía.
Pero la fe auténtica en Cristo no es una ideología: es un seguimiento que se materializa en la vida cotidiana y que informa pensamientos, palabras y obras.
Chiesa e Postconcilio
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