viernes, 17 de abril de 2020

RESUMEN SOBRE EL TRABAJO DE JUNG

Una breve nota inicial sobre Freud y la religión: no hay ningún informe de los vínculos de Freud con la religión durante su larga vida ni a la hora de su muerte, cuando contaba con 83 años.

Por el Prof. Ivan Rojas, MD


Por el contrario, Freud enfureció a los rabinos europeos porque en su libro "Moisés y el monoteísmo", escrito en 1938 cuando ya estaba en Inglaterra, afirmó que Moisés no era hebreo sino egipcio. La obra causó una gran confusión entre judíos y cristianos.


Entonces, con un solo golpe de su pluma, negó la Biblia y la Torá.

Tampoco proporcionó ningún argumento sólido para probar su afirmación de que Moisés no era judío. Su razón para una declaración tan rimbombante permanece en el reino del misterio.

La primera reacción de los rabinos fue la decisión de prohibirle el judaísmo; terminaron, sin embargo, por no hacerlo debido al creciente nazismo en Europa con su persecución de los judíos. Condenar a Freud, que era un erudito conocido, aumentaría la animosidad contra los rabinos.

Habiendo confirmado así la actitud antirreligiosa de Freud, permítanme continuar tratando sobre Jung.


Fase académica

A diferencia de su maestro, Carl Jung era un niño y joven religioso. Su padre era pastor en la Iglesia reformada suiza y creció asistiendo a un servicio evangélico todas las semanas. La lectura de la Biblia era obligatoria en su casa y su padre a menudo lo probaba en episodios bíblicos. En su libro “Memorias, sueños, pensamientos”, menciona esta fase de su vida.


Este sentimiento religioso se desvaneció bruscamente cuando Jung comenzó a estudiar medicina en la Universidad de Basilea en 1895. En esos años se sumergió en estudios de anatomía, fisiología y otras disciplinas del plan de estudios médicos. Pero, como afirmó en las “Memorias” mencionadas, su “interés por los misterios del alma humana” continuó en su subconsciente.

Después de una especialización en Psiquiatría, se graduó en 1900 y comenzó a trabajar en el Hospital Psiquiátrico Burghölzli en Zurich. Allí fue cuando entró en contacto con Freud. Tenía 30 años cuando conoció a Freud en 1906 en Viena. En esa primera reunión hablaron casi sin cesar durante 13 horas, y la reunión se convirtió en una amistad cercana. De hecho, incluso las cónyuges de Freud y Jung se hicieron amigas, escribiéndose cartas frecuentes e intercambiando fotos familiares.


En un viaje a los Estados Unidos en 1909, Jung viajó con Freud, quien en sus conferencias siempre daría un tono sexual a la etiología (origen) de sus casos clínicos. Jung, sin embargo, no estaba de acuerdo con este enfoque, considerando que los problemas de los pacientes eran producidos por otras causas, principalmente frustraciones religiosas. Esta discordancia inicial entre el ateísmo de Freud y las nociones protestantes de Jung generaría su separación.

En esos tiempos, sin embargo, Jung no chocó abiertamente con su maestro autoritario. En sus “Memorias” describió el agudo dilema personal que tuvo que enfrentar. Admitió que en ese momento incluso pensó que se volvería loco, tan grandes eran sus dudas científicas y existenciales. Al mismo tiempo, temía que oponerse a su maestro Freud también fuera una locura. Durante esta crisis, que tuvo lugar entre los años 1910 y 1913, su salud se deterioró hasta el punto que la esposa de Jung se preocupó mucho.

Finalmente, escribió un trabajo afirmando la importancia de la religión para la vida sana de los hombres y especialmente para sus pacientes. Fue la publicación de este libro “Psicología del inconsciente” lo que llevó a la ruptura con Freud.


Freud lo censuró frontalmente con un lenguaje áspero y exigió que reconsiderara sus conclusiones. En su libro “Historia del psicoanálisis” (1914), se negó abiertamente a aceptar cualquier cambio en su ciencia, afirmando: “El psicoanálisis es mi descubrimiento”. Cuando Jung se negó a retractarse, Freud lo expulsó de la Sociedad de Psicoanálisis.

Después de esta ruptura, Jung comenzó a publicar artículos de revistas y libros, que fueron bien aceptados por muchos académicos. Sus libros incluyen: “Psicología del inconsciente”, 
“Los arquetipos y el inconsciente colectivo”, “Tipos psicológicos”, “Las relaciones entre el yo y el inconsciente” y “Los complejos y el inconsciente”.

En 1934, fue invitado a dar una serie de conferencias en la Clínica Tavistock en Londres que se publicaron en una colección titulada Tavistock Lectures (1936). Criticó a la Alemania nazi y al nacionalsocialismo afirmando, por ejemplo, que 
el inconsciente colectivo judío es mucho más antiguo que el de los alemanes”. Esta posición hizo que sus obras estuvieran prohibidas en todo el Reich alemán y se le prohibió ingresar al país.

Todo el trabajo de Jung fue publicado en 24 volúmenes en Zurich en lo que se llama la Edición Estándar.


Fase esotérica

Después de la Segunda Guerra Mundial, Jung comenzó a caer bajo la influencia de autores y teorías gnósticos. Participó en estudios de alquimia y comenzó a entretenerse con herejías como las de los cátaros y los albigenses. Escribió libros herméticos pesados ​​y difíciles de entender, y fue acusado con razón de oscurantismo.


Sus libros 
Aion”, “Investigaciones sobre la Fenomenología del Ser” y Siete Sermones a los Muertos”, así como sus conceptos de la Ley Hermética de Correspondencia y Pleroma, formaron parte de su nuevo interés filosófico”. También estudió cultos antiguos politeístas como la religión egipcia con sus dioses Osiris y Set, e incluso contribuyó con Prefacios a libros sobre Budismo Zen, Hombres Santos de la India y el I Ching, libro chino de adivinaciones.

Jung escribió extensamente sobre estos temas en libros que eran lecturas cansadas y difíciles. En esta fase, perdió la posición académica que había adquirido como eminente psicólogo.

Jung nunca se molestó en estudiar filosofía, ni los filósofos griegos ni la patrología católica y la escolástica. Debido a su triste ignorancia de San Agustín y Santo Tomás, hace afirmaciones ridículas, como en sus 
Estudios sobre la Trinidad”. Por cierto, este fue el tema de mi tesis de maestría en Psicología Clínica en la Pontificia Universidad Católica de São Paulo.

En conclusión, afirmaría que el trabajo de Carl Jung es una mezcla de verdades útiles para el estudio y tratamiento de enfermedades mentales y de graves errores filosóficos-gnósticos que manchan su pensamiento. Aunque hizo algunos descubrimientos importantes, entró en las filas de la historia como un autor esotérico en lugar de un intelectual serio.

Tradition in Action

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