En la exhortación post-sinodal, el papa Francisco, jesuita, no menciona siquiera el tema de los viri probati sino que, más bien, destaca la doctrina católica sobre el sacerdocio. Según comentan mis fuentes, que recorren diariamente los pasillos del Sacro Palacio, el texto del documento que leímos ayer y se dio a conocer hoy, debió ser redactado nuevamente luego de la aparición del libro del Papa Benedicto XVI y el cardenal Sarah. Las intenciones de Bergoglio eran otras, más osadas y más “abiertas” al aire de los vientos amazónicos y alemanes, pero el libro le arruinó los planes. Se entiende, entonces, la rabieta y los gritos destemplados que lanzó telefónicamente a Mons. Georg Gänswein, a quien dijo que no quería verlo nunca más. Y, de hecho, el obispo desapareció. Y bien merecido lo tiene.
Pero al Santo Padre nadie la marca la cancha; nadie le desafía el poder. Y ya podemos ver la trampa que tendió con sus hermanos en religión.
En la conferencia de prensa de hoy, presentaron el texto de la exhortación cinco personas y una monja. De ellas, dos son jesuitas: el neo y joven cardenal Michael Czerny y el padre Adelson Araújo dos Santos. Y transcribo aquí el párrafo crucial de la intervención de Czerny dedicada a destacar la unidad inescindible entre la exhortación post-sinodal del papa Francisco y el Documento Final del Sínodo de la Amazonia, redactado por los obispos y demás especímenes que participaron de esa asamblea:
“¿Cuál es el lugar de estos dos documentos? ¿Dónde encajan en el magisterio, el cuerpo de la enseñanza oficial de la Iglesia? Permítanme tratar de aplicar las normas generalmente aceptadas en la interpretación de los documentos del magisterio.Querida Amazonia es una exhortación post-sinodal. Es un documento magisterial. Pertenece al auténtico magisterio del Sucesor de Pedro. Participa de su magisterio ordinario.La Amazonia: Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral es el documento final de una asamblea especial del Sínodo de los Obispos para la región panamazónica. Como todo documento sinodal de este tipo, consiste en propuestas que los Padres sinodales han votado para aprobar y han entregado al Santo Padre. Él, a su vez, ha autorizado su publicación con los votos emitidos. Al comienzo de Querida Amazonia, dice: "Quiero presentar oficialmente ese Documento que nos ofrece las conclusiones del Sínodo" (QA § 3) y anima a todos a leerlo íntegramente.Así que, aparte de la autoridad magistral formal, esta presentación oficial y el estímulo confieren al Documento Final una cierta autoridad moral. Ignorarlo sería una falta de obediencia a la autoridad legítima del Santo Padre, mientras que encontrar difícil uno u otro punto no podría considerarse una falta de fe”.Conclusiones:
- Aquí está el gancho del que se colgarán los progres para impulsar la ordenación de hombres casados: la exhortación post-sinodal no se pronuncia al respecto, pero el Documento Final, donde sí se considera claramente la pertinencia de la ordenación de viri probati, posee autoridad moral e ignorarlo sería desobedecer la autoridad del papa. Por tanto un obispo amazónico, y otro alemán, podría atenerse a este argumento para ordenar hombres casados. El Sumo Pontífice no se pronunció al respecto, y confirió autoridad a un documento que sí contempla esa posibilidad. Queda todavía una fuerte barrera que es el Código de Derecho Canónigo que lo prohíbe. Veremos cómo se ingenian para saltearlo.
- La astucia jesuita de Bergoglio quedó demostrada una vez más. Él no pasará formalmente a la historia como el papa que habilitó la abolición del celibato sacerdotal en la iglesia latina. El responsable, en todo caso, sería el sínodo de los obispo.
- La doblez, la mentira y la traición que caracterizó históricamente a los jesuitas queda demostrada nuevamente en esta maniobra pergeniada principalmente por ellos.
- Creo yo que aquellos que consideran que el magisterio del Romano Pontífice debe seguir considerándose como fuente de revelación y locus seguro de la doctrina católica, deben repensar sus argumentos. Según ellos, este principio no quedaba debilitado por las cuestionables “enseñanzas” de los últimos papas, en especial Francisco, porque habían depuesto explícitamente su intención de enseñar y de constituirse en maestros de la cristiandad. Pues aquí el papa y sus lenguaraces dicen una vez más y de modo contundente: “Los documentos pontificios pertenecen al magisterio de Pedro y participan del magisterio ordinario”. Si eso no es intención explícita de enseñar, no sé que esperan. Yo creo que es hora de repensar el desastre que nos dejó Pío IX con la inflación del poder magisterial de la sede romana que propulsó.
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