EL HUEVO EN LA SIMBOLOGÍA CRISTIANA

Para los Cristianos, el huevo es un símbolo de Cristo que se levanta de los muertos y deja el sepulcro haciendo rodar la piedra, que recuerda en su forma un huevo, de hecho. Además, el huevo, aparentemente inerte e inanimado, contiene dentro de él una nueva vida.


Huevos de mármol encontrados en tumbas de Santos y mártires

Cuenta la historia que algunos huevos tallados en mármol y también algunos huevos comunes de gallina fueron hallados en las tumbas de Santa Balbina y Santa Teodora, por lo que fueron conservados como reliquias. El extraño hallazgo conserva un misterio que aún no ha sido completamente desvelado.

Para algunos investigadores, estas ofrendas tienen relación con la celebración de los agapes cuyo principal alimento eran los huevos.

Se destaca que se trata de un simbolismo, ya que el huevo era considerado como símbolo de regeneración, esperanza y vida nueva.

Los huevos de Pascua

Según explica el obispo Pablo Varela, la rigurosa disciplina de ayuno cuaresmal incluía la prohibición de comer huevos. Al llegar la Pascua, entonces, se encontraban con una acumulación de huevos. "Y una manera de utilizarlos era usarlos en la simbólica Pascual", indicó.

Así, en la edad media se empezaron a distribuir huevos pintados en el siglo XIII. Los huevos vacíos se empezaron a rellenar de chocolate y luego se pasó a los huevos de chocolate que aún subsisten.

En la biblia hay cuatro menciones referidas al huevo:

En Jb. 39:14 se menciona el desamparo en que el avestruz deja a sus huevos.
En Dt. 22:6, se da la ley acerca del comportamiento al hallar un nido con huevos.
En Isaías hace una metáfora con la imagen de los huevos de áspides, de los que salen las serpientes ya con el veneno y listas para matar (Is. 59:5).
En Lc. 11:12 se mencionan los huevos como parte de la dieta común.

Sacra Conversazione (Sacra Conversación), pintado por Piero della Francesca en 1472

En este cuadro, el huevo que cuelga de una viera (símbolo de fecundidad), en la parte superior, ha sido objeto de múltiples interpretaciones: Puede ser tenido como símbolo de vida o de nacimiento. Su situación justamente en el eje del ombligo del Jesús Niño, con la inclusión de un collar de coral rojo que porta  sobre su pecho (símbolo premonitorio de la sangre derramada en la futura crucifixión), representa aquí la esperanza en la resurrección y  la misión salvífica de Cristo.