Pidamos a DIOS, el Único DIOS de nuestra Fe judeo/cristiana, que libere y aclare la mente de los argentinos que por estar enojados, no miden las consecuencias de castigar a un presidente y su gobierno por haber cometido el error de ser demasiado optimistas, sin ver que al pretender castigarlos a ellos, nos estamos entregando a la maldad pura absoluta y perder nuestra dignidad como seres humanos, convirtiendo Nuestra Amada Nación Argentina, en un eslabón más del eje del mal chavista-bolivariano-iraní, convirtiendo a Nuestra Patria en otra Venezuela.
Después será demasiado tarde y sólo DIOS sabe la sangre inocente que será derramada para salir de ese yugo nefasto, tal como les está ocurriendo a nuestros desdichados hermanos venezolanos, víctimas de una de las DICTADURAS más terribles de América Latina.
Usemos la tecnología que todos poseemos en el teléfono celular y ajustemos las alarmas de los mismos a las 21:59 hs. todos los días hasta el 26 de octubre, y en ese minuto, en el lugar que nos encontremos, elevemos tan sólo una plegaria para que DIOS N.S. se apiade de los argentinos y logremos votar con racionalidad, por nuestro futuro, el de nuestros hijos y el de nuestros nietos.
Sólo un milagro puede salvar a la Argentina de las garras del mal, encarnado por el odio, la venganza y el latrocinio K. Roguemos para que esto no ocurra y prime en todos los votantes del 27 de octubre; el sentido común de LIBERTAD y FUTURO en PAZ entre todos los argentinos.
Que entendamos que se está jugando la REPÚBLICA y luego ya no habrá vuelta atrás. Que así sea.
Un envío de José Efe
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