Matías es hijo natural de Manuela, “casada” por lo civil con Luisa Fernanda. Ambas intentaron que el niño fuera bautizado en diversas parroquias de Medellín, pero en todas ellas los párrocos advirtieron que solo podría quedar reflejado el nombre de la madre natural y no el de su pareja.
Finalmente, encontraron un sacerdote que accedió a que ambas aparecieran en la partida de bautismo como «madre 1» y «madre 2».
La arquidiócesis de Medellín publicó un comunicado justificando lo ocurrido bajo el argumento de que «para el registro del Bautismo y la expedición del certificado de este, la Iglesia asume los datos que aparecen en los documentos civiles, que deben ser presentados antes de la administración del Sacramento, teniendo en cuenta que en la partida se anotan los nombres de quienes figuren en el registro civil de nacimiento del menor o la menor como padres, en el mismo orden en que se encuentren inscritos en ese registro».
Sin embargo, no hay ley civil, ni por supuesto canónica, que obligue a la Iglesia a reconocer de facto un «matrimonio» homosexual ni que un niño tenga por padres a dos personas del mismo sexo.
De hecho, en un documento del año 2017 firmado por el cardenal Francesco Coccopalmerio, por entonces Presidente del Pontifico Consejo para Textos Legislativos, se indica que el término «padres» en el Código de Derecho canónico se refiere a los padres naturales o adoptivos casados por la Iglesia o a los naturales si no hay sacramento del matrimonio de por medio.
El cardenal indicó que «la anotación de las parejas del mismo sexo o "personas transgénero" como padres sería contraria al cánon mencionado y la enseñanza de Nuestro Señor y de la Iglesia sobre el matrimonio, tal y como lo desea Dios, una unión entre un hombre y una mujer».
InfoCatólica
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