El padre Moraes, vestido de rabino, colocó una menorá delante del altar (foto superior). Él bendijo el pan como si fuera una misa (no pudimos confirmar si fue una misa real) y luego el vino y el cordero (fotografías de abajo) para servir a la asamblea.
Este sincretismo entre el catolicismo y el judaísmo es una expresión de las tendencias que vemos en muchos otros sectores del progresismo.
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