miércoles, 22 de mayo de 2019

HOMOSEXUALES EN SEMINARIOS: UNA INVESTIGACIÓN EN BRASIL

La investigación no es muy reciente, sus resultados fueron dados a conocer en la primavera del 2017 en idioma portugués en la “Revista Eclesiástica Brasileira”. Pero “Il Regno - Documenti” la ha publicado en estos días, haciéndola así conocida para el público en general.

Por Sandro Magister


La cuestión es la de la homosexualidad en los seminarios

Desde hace algunos meses la homosexualidad es tabú en la cúpula de la Iglesia. Se prohibió hablar de ella también en la cumbre sobre los abusos sexuales llevada a cabo desde el 21 al 24 de febrero. Pero su difundida presencia en el clero y en los seminarios es una realidad conocida desde hace tiempo, al punto que en el 2005 la Congregación para la Educación Católica difundió una instrucción, precisamente sobre cómo afrontarla.

Esa instrucción confirmó no sólo que los actos homosexuales son “pecado grave”, sino también que las “tendencias homosexuales profundamente arraigadas son objetivamente desordenadas”. Por eso, el que practica esos actos, manifiesta esas tendencias o de alguna manera apoya la “cultura gay” de ninguna manera debería ser admitido al Orden Sagrado.

Éstas son las directivas pastorales de entonces. ¿Pero en realidad cuándo han sido aplicadas? La investigación antes mencionada, tuvo como objetivo verificar lo que sucede hoy en dos seminarios en Brasil, tomados como muestra.

Los autores de la investigación, Elismar Alves dos Santos y Pedrinho Arcides Guareschi, ambos religiosos de la Congregación del Santísimo Redentor y ambos especialistas en psicología social y con prestigiosos títulos académicos, interrogaron a fondo a 50 estudiantes de teología de esos seminarios, logrando resultados decididamente alarmantes.

Ante todo, dicen los entrevistados, la homosexualidad en sus seminarios “es una cosa común, una realidad cada vez más presente”. Tan normal que “llega incluso a ser banalizada”. Es una convicción difundida entre ellos “que en realidad el 90% de los seminaristas hoy es homosexual”.

Algunos homosexuales – dicen – “buscan el seminario como medio de fuga para no asumir delante de la familia y de la sociedad las responsabilidades vinculadas a su comportamiento”. Otros “se descubren homosexuales cuando ya están en el seminario”, encontrando allí un ambiente favorable. Y casi todos, se dice que el 80%, “van a la búsqueda de compañeros sexuales”.

En efecto, la homosexualidad – declaran –, “es una realidad presente en los seminarios no sólo en el orden del ser, sino también en el orden del obrar”. Muchos la practican “como si fuera una cosa normal”. Escriben los autores de la investigación: “En la visión de los que participaron en la investigación, en el contexto actual de los seminarios una buena parte de los seminaristas está a favor de la homosexualidad. Y más todavía, sostiene que si hay amor en una relación homosexual no hay nada malo”. Dicen: “¿Si hay amor, qué es lo que está mal?”.

Los participantes en la investigación piden más que nada que “debe haber un diálogo entre los homosexuales y la Iglesia”. Pero justamente un diálogo para hacer que “la homosexualidad en el interior de los seminarios 'sea bien acompañada' y bien orientada”.

En otras palabras, los entrevistados lamentan que los superiores no hacen nada en materia de homosexualidad, pero ellos esperan ser aceptados y admitidos al Orden Sagrado en cuanto tales, con “una acogida que acepte humanamente a la persona tal como es”.

“Es claro – concluyen los autores de la investigación – que existe una discrepancia entre lo que la Iglesia propone sobre cómo orientar la homosexualidad en los seminarios y el modo en el que los seminarios y las casas de formación perciben y afrontan este fenómeno”.

¡Más que discrepancia! Entre la instrucción del 2005 y los comportamientos relevados en la investigación hay un abismo.

Pero se advierte también que la instrucción del 2005 es cómo si ya no tuviera ningún valor, a juzgar por cómo se mueve hoy la cúpula de la Iglesia respecto a este tema crucial.

Para romper el silencio sobre la homosexualidad en los seminarios y entre el clero se ha tenido que mover el Papa emérito Benedicto XVI, en los “Apuntes” sobre el escándalo de los abusos, publicados por él el pasado 11 de abril después que durante dos meses, su sucesor Francisco los había tenido guardados en el cajón del escritorio. “Vox clamantis in deserto” [Voz que clama en el desierto].





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