Francisco, micrófono en mano y de camino a Panamá, no pierde ni un minuto para desplegar su agenda globalista, por enésima vez, en apoyo a la invasión de ilegales.
En el avión suele hacer o soltar sus disparates preferidos, como por ejemplo decir que los condones pueden usarse para prevenir la transmisión del virus de Zica, o casar a una pareja de azafatos sin preparación al matrimonio, sin confesarse (a pesar de que vivían juntos) y a la que no se le pidió ni un certificado de bautismo.
Ha suscitado extrañeza que se haya llevado consigo a Panamá al no católico Dominique Wolton, el cual le hizo un libro-entrevista (*), en el que Francisco le confió que es más grave el pecado de orgullo o la envidia que los pecados sexuales (falso, porque como sabemos, todos los pecados sexuales, desde el adulterio o la masturbación son siempre mortales, cosa que no ocurre con el orgullo o la envidia).
Y también aprovechó la ocasión, otra vez, para arremeter contra los buenos católicos asociándolos a la mafia y al soborno.
Ahora entendemos porque se rodea de sodomitas reincidentes desde su época de Argentina, ya que para él, su vicio no debe tener la mayor importancia, o al menos no es un pecado mortal.
Como decía, Bergoglio ha criticado en el avión la política migratoria de Trump y su deseo de construir un muro en la frontera sur. Ha dicho textualmente: "El miedo nos vuelve locos".
Traduzcamos: el presidente Trump está loco por intentar proteger su país de las fuerzas malignas. Su temor legítimo a los inmigrantes ilegales que invaden su país, entre los cuales hay delincuentes, traficantes de drogas o de niños, que representan un serio perjuicio para los habitantes de EEUU, es un acto demencial.
Además, para elevar la emotividad y hacer surgir el lagrimeo ante los espectadores del mundo, un periodista le ha entregado al Papa un dibujo de un joven migrante que había muerto en el mar y que llevaba su libreta de calificaciones cosida a su ropa, (en lo que parece otro tejemaneje para mover los sentimientos de las personas en un sentido determinado).
El Pontífice se ha conmovido, diciendo que hablaría de este tema en el viaje de regreso.
Lo que es más sorprendente es que hasta los protestantes le tengan que llamar la atención.
El evangélico Harry Jackson, pastor principal de la Iglesia Cristiana Evangélica de Esperanza en Beltsville, Maryland, apoyó el muro de Trump y criticó al Papa Francisco diciendo que era "una inconsistencia intelectual", cuando el Papa, tras los altos muros del Vaticano, juzga los intentos de Trump de defender a su país, y argumentó que la Biblia (nota: y también varios santos) no excluye la creación de fronteras y regulaciones de inmigración.
**********
(*) Francisco a Wolton: "Existe un gran peligro para los predicadores, y es el de condenar solo la moralidad que es, perdóneme, "por debajo del cinturón". Pero otros pecados que son más serios, el odio, la envidia, el orgullo, la vanidad, matar a otro, quitarse la vida... rara vez se mencionan. Entra en la mafia, haz tratos clandestinos ... '¿Eres un buen católico? Pues bien, pagame el soborno '."
Religion, la Voz Libre
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Usted puede opinar pero siempre haciéndolo con respeto, de lo contrario el comentario será eliminado.