"No se trata de Iglesia y Estado", indicó el Arzobispado en un duro comunicado. La iniciativa socialista solicita quitar imágenes de escuelas y hospitales.
El Arzobispado de Rosario cuestionó con dureza la decisión del Concejo Municipal de pedirle al gobierno de la provincia el retiro de símbolos religiosos en escuelas y hospitales. "No se trata aquí de la Iglesia y de su relación con el Estado, sino de afirmar que los símbolos e imágenes expresan nuestra identidad cultural", señala un comunicado difundido ayer.
El polémico proyecto, presentado por la concejala Celeste Lepratti (Frente Social y Popular) fue sancionado por mayoría reglamentaria, con la oposición de Cambiemos, del justicialista Osvaldo Miatello (Compromiso por Rosario) y por la bancada del Partido Demócrata Progresista, cuyos representantes son Aldo Poy y Lisandro Zeno.
El comunicado, que lleva la firma del vicario general monseñor Emilio Cardarelli, expresa entre sus párrafos más destacados lo siguiente: "Toda nuestra Patria, su geografía, su historia, su cultura, en una palabra, nuestra identidad, está atravesada por la presencia de Cristo, y la devoción a su Santísima Madre. Evidentemente no se trata aquí de la Iglesia y de su relación con el Estado, sino de afirmar que los símbolos e imágenes que expresan nuestra identidad cultural en modo alguno pueden ser atentatorios contra la libertad religiosa y de conciencia de los ciudadanos o contra el carácter laico de la educación pública".
En un apartado, el Arzobispado advierte que "todos los ciudadanos, en particular los concejales y los titulares de los ministerios aludidos en la ordenanza, al asumir el cargo juraron respetar y hacer respetar la Constitución de la provincia de Santa Fe que, en su artículo tercero establece que la religión de la provincia es la católica, apostólica y romana, a la que le prestará su protección más decidida, sin perjuicio de la libertad religiosa que gozan sus habitantes'".
En otro párrafo muy crítico a la labor parlamentaria, Cardarelli enfatizó: "Nos preguntamos si es el momento para que nuestros concejales, que por unanimidad hace escasamente dos meses votaron la emergencia social, distraigan sus energías en un tema como éste en vez de promulgar normas sabias y prudentes que contribuyan a la erradicación del narcotráfico, la drogadependencia, la violencia que asola la ciudad, o el tema alimentario, y otros de urgente solución para toda la comunidad".
"Nuestra Señora del Rosario —finaliza el texto—, patrona de la ciudad, intercederá para que, como rosarinos, no olvidemos los valores de entrega y amor que contemplamos en Cristo crucificado y en su santísima madre".
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