Se ha convertido en tendencia entre los propietarios de mascotas darle carne cruda a los perros y gatos. La idea es que deberíamos proporcionarle a nuestras mascotas domésticas algo muy similar a lo que comerían si vivieran en la naturaleza.
Por George Dvorsky
No obstante, una nueva investigación europea demuestra la sorprendente cantidad de gérmenes y parásitos que se pueden encontrar en productos de carne comerciales, lo cual es peligroso para la salud del animal y su dueño.
Un artículo en el Washington Post el año pasado declaró que las dietas sin cereales basadas en carne cruda componen uno de los sectores con mayor crecimiento en el mercado de alimentos para mascotas. Es como la dieta paleo, pero para animales. El problema es que no hay evidencia de que dietas basadas en carne cruda son más saludables que las comidas para mascotas tradicionales. Además, una nueva investigación publicada en el diario Vet Record demuestra que estas dietas podrían ser una amenaza para la salud de los animales y los humanos.
El equipo de investigación de Paul Overgaauw en la Universidad de Utrecht quería saber si las bacterias zoonóticas y los parásitos -ambos que se pueden pasar entre diferentes especies- tenían una presencia en los productos de carne cruda para mascotas. Al final, analizaron 35 tipos de comida comercial de ocho marcas diferentes de Holanda.
Sus resultados son un poco perturbadores. Encontraron la bacteria Escherichia colis en un cuarto de los productos y Salmonella en un 20% de los productos. Ambos de estos patógenos son peligrosos para los humanos y para las mascotas. Adicionalmente, los investigadores descubrieron varias especies de la bacteria Listeria -que es particularmente peligrosa para las mujeres embarazadas, los recién nacidos, los mayores y las personas que tienen sistemas inmunes débiles- en un 43% de los productos. Cuarto de los productos tenían los parásitos Sarcocystis cruzi y Sarcocystis tenella (el último puede ser trasmitido a los humanos). Y finalmente, dos de los productos dieron resultados positivos de Toxoplasma gondii, un parásito del cerebro que altera el comportamiento de los animales y que posiblemente afecte a los humanos.
Los investigadores solo realizaron pruebas en productos disponibles en Holanda, lo cual es una limitación del estudio. Estos productos variarán según el país, que hacen que los fabricantes cumplan diferentes estándares para la carne, el control de calidad, etc. Pero otros estudios realizados en diferentes países han llegado a conclusiones similares (hay ejemplos aquí, aquí, aquí y aquí).
Las personas pueden llegar a tener contacto con estos patógenos si tocan la mascota infectada, comida contaminada o superficies. También es posible ser contagiado si el dueño del animal come comida humana debido a la contaminación cruzada. Además de recomendar que los dueños se eduquen sobre los riesgos de estas dietas y practiquen buena higiene, los investigadores declaran que los fabricantes deben incluir advertencias e instrucciones sobre cómo manejar los productos.
“A pesar del tamaño relativamente pequeño de productos en nuestro estudio, está claro que los productos comerciales de carne cruda podrían estar contaminados con una variedad de bacterias zoonóticas y patógenos parasíticos que podrían convertirse en una posible fuente de infecciones bacterianas en los animales, y si se transmiten, podrían ser una amenaza para los humanos”, escriben los investigadores en su estudio. “Los gatos y perros que tienen dietas de carne cruda también son más probables a ser infectados con bacterias resistentes a los antibióticos que los animales en dietas convencionales, lo cual podría ser un riesgo serio para la salud de los animales y la salud del público”.
Jennifer Larsen, una nutricionista clínica de la escuela de veterinaria de la Universidad de California en Davis, que no estaba involucrada en el estudio, está de acuerdo con los autores.
“No recomendamos que [las personas le den a sus mascotas] productos crudos de animales (como carne, huevos y hueso). Este tipo de dietas no están permitido en el Hospital de Enseñanza de Medicina Veterinaria según nuestra política de control de enfermedades infecciosas”, le dijo Larsen a Gizmodo. “Esta práctica crea riesgos a la salud del animal y a la salud del humano y no se ha demostrado ningún beneficio. Esto se apoya en otras investigaciones que ha encontrado tipos de contaminación similar en las dietas de carne cruda, así que los riesgos están bien documentados”.
Larsen señaló a las políticas y las declaraciones sobre este tema de la Asociación Médica de Veterinarios Americanos, la Asociación Médica de Veterinarios de California, la Asociación Médica de Veterinarios de Canadá y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (aquí, aquí y aquí).
A la nutricionista no le convencen los argumentos que afirman que los perros y los gatos deben comer alimentos que comerían si vivieran en la naturaleza.
“Los objetivos que tenemos para nuestras mascotas incluyen la longevidad, generalmente la falta de reproducción, una nutrición ideal, un cuerpo en buenas condiciones y la prevención de trauma y enfermedad”, dijo Larsen. “Hacemos muchas cosas para protegerlos de lo que podría ocurrir en la naturaleza, como la hambruna, enfermedad, reproducción temprano y frecuente, trauma de accidentes y peleas y una vida muy corta. Tenemos la habilidad de hacer esto gracias a los avances científicos en nutrición, terapia médica y medicina veterinaria preventiva (castración, vacunación), junto con el uso de correas, vallas y manteniéndolos dentro de nuestras casas”.
Notablemente, Larsen comenta que los perros y los gatos no son “naturales”. Los hemos creado por nuestro propósitos y utilizando para cazar, tener compañía, trabajar en las granja, etc.
“Esencialmente evolucionaron sobre la basura humana. Han tenido gran éxito en tener un estilo de vida de carroñero, y la mayoría de perros siguen viviendo así. No es realista pensar en ellos como lobos”, declaró Larsen. “Los gatos son más parecidos a su estado no doméstico, pero todavía queremos que vivan largas vidas. No queremos que nos transmitan enfermedades cuando duermen en nuestras camas y caminan sobre el mostrador de la cocina”.
Debbie Phillips-Donaldson, la redactora jefe de Petfood Industry/Petfood Forum — una publicación para empresas que tiene una audiencia de profesionales de comida para animales, tal como personas que hacen y venden comida para mascotas — comentó que su organización no le da consejos a las personas sobre cómo deben alimentar a sus mascotas. Sin embargo, hizo referencia a un estudio realizado por científicos de Corea del Sur que encontró que “[animales] que ingirieron comida de perro cruda durante más de un año tenían diferentes microbios en sus intestinos comparados con los intestinos de perros que comían comida tradicional de bolsa”.
“Sí diré esto”, le dijo Phillips-Donaldson a Gizmodo. “Los expertos en regulación y asuntos veterinarios advierten sobre el riesgo que supone para los humanos darle a sus mascotas comida cruda. Así que muchas, si no la mayoría, de las empresas que ofrecen productos crudos trabajan mucho para asegurarse de que sus productos son seguros. [También] trabajan para educar a los consumidores sobre la forma correcta de manejar la comida”.
Añadió que a pesar de las preocupaciones, el segmento de comida cruda para mascotas estaba en alto crecimiento, aunque sigue siendo pequeño.
Para asegurarnos de que nuestros animales estén seguros, Larsen dice que los dueños de animales deben darles comida convencional (el alimento balanceado o la comida húmeda de lata es lo más popular). También pueden darles dietas equilibradas o comidas cocinadas si tienen el dinero, espacio y tiempo para hacerlo.
“Cualquier opción está bien”, le comentó a Gizmodo.
es.gizmodo.com
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