Solo el 5% de los jóvenes reconoce haber consumido alcohol en el último mes, y un 3% nada más consume tabaco diariamente. Un descenso de 37% respecto a la década de los 90.
Las cifras de consumo de alcohol y tabaco por parte de los jóvenes en Islandia han descendido notablemente, luego de haber estado entre los países europeos con las tasas más altas de consumo a finales de los noventa. Según revela un reciente informe del 2016, solo el 5% de los jóvenes reconoce haber consumido alcohol en el último mes, y un 3% nada más consume tabaco diariamente.
Pero, ¿cuál es la razón de semejante éxito? Probablemente ha influido el programa «La Juventud en Islandia» iniciado en 1998 como medio de combatir el consumo de las drogas entre la juventud.
Según los entendidos, estas son las claves del éxito del programa:
Investigación continua: considerado como uno de los pilares del programa, es el de la continua investigación sobre los hábitos de consumo y las preocupaciones de los adolescentes. Según ha explicado el responsable del programa, Jón Sigfusson, la información obtenida en encuestas en las que participan escuelas en todo el país, sirve para elaborar informes que a su vez permiten tomar medidas a tiempo ante los problemas y las tendencias negativas de la sociedad.
Aporte de los padres y familias: la continua investigación también ha demostrado que los padres más que cualquier otro factor, son primordiales para prevenir el consumo de drogas y alcohol por parte de los jóvenes.
Actividades extracurriculares: ocupar el tiempo en actividades positivas extracurriculares sumado con el aumento de tiempo con los padres también ha demostrado influir drásticamente en la disminución del consumo de drogas. Esto, porque según han revelado los estudios, el cerebro del adolescente está ávido de experimentar nuevas sensaciones, las cuales canalizadas al deporte y actividades educativas como el teatro o la música pueden lograr muy buenos resultados. El gobierno también ha dado ayudas para que los jóvenes en familias con menos recursos puedan participar en estas actividades, lo cual ha demostrado ser más eficiente que la ayuda económica directa a dichas familias.
Legislación más estricta: La legislación surgida del programa prohíbe que los niños menores de 12 años salgan solos a la calle a partir de las 8 de la noche y que los adolescentes deambulen luego de las 10 de la noche, salvo circunstancias excepcionales. También prohíbe la publicidad del alcohol y el tabaco, estableciendo la edad mínima para poder comprarlos en 18 años para el tabaco alcohol y 20 años para el alcohol.
¿Los resultados? Un descenso del 37% en el consumo.
InfoCatólica / europa press
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