Por Marian T. Horvat, Ph.D.
La mayor parte del libro divaga, repitiendo la teoría de Socci de un supuesto "4º Secreto" (nunca muy convincente para mí) y el tema bastante creíble que los lectores de Fátima conocen: El falso Tercer Secreto con "un obispo de blanco" que los Cardenales Sodano y Ratzinger dieron a conocer en el año 2000 fue para ocultar el verdadero Secreto y, como el entonces Card. Ratzinger declaró firmemente, para cerrar la historia de las revelaciones de Fátima y terminar con cualquier otra especulación.
Pero las especulaciones continuaron. Muchos expertos y devotos de Fátima -como nosotros- se han negado a aceptar esa farsa. ¿Por qué? Porque el secreto revelado por el Vaticano no incluía nada sobre una apostasía en la Iglesia que, según fuentes creíbles, estaba en el mensaje: por ejemplo, el cardenal Oddi, que dijo que se refería a “una revolución en la Iglesia”; el cardenal Ciappi, que dijo que hablaba de “una apostasía que empezaba en la cima”; Juan Pablo II, que declaró en Fulda en 1980 que se trataba de “una catástrofe en la que morirían millones de personas”; el padre Malachi Martin, que dijo que era “algo que asustaría a la gente y llenaría los confesionarios”, e incluso el card. Ratzinger, que en 1984 afirmó que “el secreto era una profecía y habló de los peligros que amenazaban la fe”.
Además, la larga historia publicada por Sodano y Ratzinger contradice las palabras del cardenal Ottaviani, el obispo Venancio, el canónigo Barthas y otros que afirmaron claramente que el Tercer Secreto fue escrito por la Hna. Lucía en una sola hoja de papel, con unas 25 líneas de texto.
Finalmente, el Secreto publicado por el Vaticano no tenía nada que ver con que Portugal conservara el dogma de la fe, las palabras finales del Segundo Secreto, a las que la Hermana Lucía agregó "etc.", indicando que seguirían más palabras de Nuestra Señora sobre Portugal en el Tercer Secreto.
El nuevo dato significativo del libro de Zavala es un análisis de la reconocida y respetada grafóloga española– Begoña Slocker de Arce, cuya larga lista de credenciales es impresionante. Ella comparó el posible Tercer Secreto no revelado con el Primer y Segundo Secreto escritos a mano por la Hermana Lucía (escritos por ella definitivamente el 31 de agosto de 1941).
Tras un detallado análisis y estudio de los dos manuscritos, la experta concluyó en su informe que "el 3er documento había sido redactado por la misma mano" que los dos primeros documentos que se sabe que fueron escritos definitivamente por Lucía de Fátima.
Un cuidadoso análisis científico y un testimonio serio
Así como cada uno tiene una forma particular de caminar, gesticular, reír, etc. así también la escritura tiene una serie peculiar de tendencias y rasgos que la diferencian de las demás, explica Begoña Slocker. Los escritos pueden variar de muchas maneras a lo largo de la vida, nos dice, pero hay "gestos tipográficos" innatos, peculiaridades intrínsecas y personalizaciones gráficas que no cambian con el tiempo. Y estas características dan al autor marcas únicas que siempre pueden identificarlo.
Por ejemplo, en las superposiciones de letras que hizo a continuación a partir de la cuestionable Tercera Carta Secreta y las incuestionables letras escritas por la Hna. Lucía en el Primer y Segundo secreto, encontró pequeñas diferencias de vibración naturales en la escritura espontánea. No obstante, las características de las letras enlazadas, las manos levantadas para la puntuación, las barras en T y otras características distinguibles para el ojo entrenado demuestran claramente, en su opinión, un estilo único y único.
Análisis de escritura a mano tercer secreto
Luego de brindar más muestras de las técnicas aplicadas en el estudio, la grafóloga concluye:
“A la vista de los hallazgos anteriores, se puede determinar que, luego de un minucioso análisis, existen elementos cualitativos y cuantitativos a los que se refiere el documento en cuestión, aquí referido como la Tercera Parte No Revelada del Secreto de Fátima, fue hecha por la misma mano que la de los documentos no cuestionados correspondientes a la Primera y Segunda Parte del Secreto de Fátima, escritos de hecho por Sor Lucía dos Santo en su Tercera Memoria de 31 de agosto de 1941.
Este dictamen se ha realizado con la mayor objetividad posible, tomando en consideración tanto lo que puede favorecer como perjudicar a cualquiera de las partes involucradas y con mi plena conciencia de las sanciones penales en que podría incurrir si desacatara mi deber como perito testificar según mi pleno conocimiento y entendimiento en Madrid, el día 8 de diciembre del año 2016,
Firmado: Begoña Slocker de Arce”
Nuevo interés en el Tercer Secreto
Esta evidencia de una grafóloga respetada debería despertar un nuevo interés en el posible Tercer Secreto publicado en nuestro sitio web hace siete años. Recuerdo muy bien cuando TIA recibió por primera vez el correo electrónico anónimo de un lector en Portugal. Se lo envié al editor de nuestro sitio web, Atila Guimarães, quien siempre desconfía y espera que lo rechace.
El Editor decidió que valía la pena presentarlo a nuestros lectores. Desde el principio sugirió que un experto hiciera una comparación de escritura. Puede leer nuestra cuidadosa traducción de la carta y sus comentarios a continuación:
Posible Tercer Secreto
Tuy 1 de septiembre de 1944 o 1 de abril de 1944
JMJ
Ahora voy a revelar el tercer fragmento del secreto: ¡Esta parte es la apostasía en la Iglesia!
Nuestra Señora nos mostró al individuo que describo como el “Santo Padre” frente a una multitud que lo aclamaba.
Pero había una diferencia con un verdadero Santo Padre, su mirada diabólica, este tenía la mirada del mal.
Luego, después de unos momentos vimos al mismo Papa entrando en una Iglesia, pero esta Iglesia era la Iglesia del infierno; no hay manera de describir la fealdad de ese lugar. Parecía una fortaleza de cemento gris con ángulos rotos y ventanas parecidas a ojos; en el techo del edificio tenía un pico.
A continuación, elevamos la mirada a Nuestra Señora que nos dijo: “Habéis visto la apostasía en la Iglesia”; esta carta puede ser abierta por el Santo Padre, pero debe ser anunciada después de Pío XII y antes de 1960.
En el reino de Juan Pablo II, la piedra angular de la tumba de Pedro debe ser removida y trasladada a Fátima.
Debido a que el dogma de la fe no se conserva en Roma, su autoridad será removida y entregada a Fátima.
La catedral de Roma debe ser destruida y una nueva construida en Fátima.
Si 69 semanas después del anuncio de esta orden, Roma continúa con su abominación, la ciudad será destruida.
Nuestra Señora nos dijo que esto está escrito, en Daniel 9:24-25 y Mateo 21:42-44.
(huella digital)
Discusión y dudas
La publicación de la carta abrió una discusión con los lectores, quienes se sumaron a ella para dar sus opiniones. y plantear sus dudas (puedes leer las publicaciones en ingles aquí). Todos los lectores estuvieron de acuerdo en que el que publicamos era ciertamente más auténtico que el publicado por el Vaticano en 2000.
El Editor, Sr. Guimarães abordó dudas tales sobre cómo Nuestra Señora pudo nombrar a Juan Pablo II mucho antes de su papado (también nombró a Pío XII antes de su elección), y por qué la Hermana Lucía habría escrito Juan Pablo (español) en lugar de João Paulo (portugués)
El Editor, Sr. Guimarães abordó dudas tales sobre cómo Nuestra Señora pudo nombrar a Juan Pablo II mucho antes de su papado (también nombró a Pío XII antes de su elección), y por qué la Hermana Lucía habría escrito Juan Pablo (español) en lugar de João Paulo (portugués)
La mirada malvada de Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco
También mostramos imágenes de iglesias del Novus Ordo que coinciden con la descripción de la 'Iglesia del infierno' reportada en la carta, y confirmamos que Juan Pablo II había colocado la piedra angular mencionada en la nueva Iglesia de Fátima.
El Sr. Guimarães incluso abordó extensamente la cuestión de posibles datos falsificados en la carta (en ingles aquí), que podrían haber sido hechos con la intención precisa de desacreditar su autenticidad y, así, enterrar definitivamente el mensaje auténtico.
Pero, parece que este funeral aún no ha tenido lugar. Con esta nueva y contundente prueba forense de Begoña Slocker de Arce, que testimonia que su conclusión no estuvo influenciada por ninguna parte interesada y apuesta su alta reputación por la objetividad de los resultados, parece que la cuestión debe reabrirse.
En este centenario de las apariciones de Fátima, es interesante y oportuno que salga a la luz un testimonio oficial de la autenticidad de la escritura.
Con los recientes terremotos que han sacudido incluso a Roma, uno se pregunta si la Virgen ya no podrá contener la mano de su Hijo, tan ofendida por los pecados y la apostasía, y la Ciudad Eterna, que sobrevivió a muchos imperios terrenales, desaparecerá en un castigo celestial por la apostasía de la Iglesia Conciliar.
Y, entonces, ¿qué vendrá? ¿Una nueva Roma en Fátima? Ciertamente, es una hipótesis interesante.
Tradition in Action
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