Tener unos kilos de más es algo que preocupa. Poco a poco, se va tomando conciencia de que el sobrepeso importante no es solo cuestión de estética. Exactamente lo mismo les ocurre a las mascotas “gorditas”.
Pueden llegar a presentar enfermedades cardiovasculares, trastornos ortopédicos, predisposición a la diabetes, entre otras dolencias que perjudican su calidad de vida.
Diversos estudios europeos coinciden en que aproximadamente el 50% de perros y gatos tienen sobrepeso. Los expertos afirman que se encuentran con un principio de ese padecimiento cuando un animal está un 15% por encima de su peso óptimo y el riesgo para su salud es si supera el 30%.
Si no se le pueden palpar las costillas, posee un acusada pérdida de cintura, muestra dificultad para caminar y respirar, es lento en sus movimientos, anda malhumorado y duerme demasiado, posiblemente ya lidie con la problemática.
El sedentarismo es el peor enemigo de sus mascotas.
Existe multitud de factores que contribuyen a que una mascota tenga unos kilos de más. Según la veterinaria Mercedes Valdés Massó, el consumo excesivo de calorías determina un incremento en la grasa corporal, problema nutricional más común.
Para la empresa de nutrición para perros y gatos, la multinacional Hill's Pet Nutrition, si se excede cada día un 1% de las calorías necesarias, la mascota tenderá a la obesidad cuando llegue a su mediana edad.
Si la mascota tiene desórdenes médicos que requieran tratamientos correctivos o ha estado sometida a una esterilización o castración, también llega a provocarle un aumento de kilos.
La edad y la raza de igual manera, como las labrador retriever, cairn terrier, cocker o king charles spaniel y los gatos de razas cruzadas tienen una mayor predisposición a ganar peso.
Si no se le pueden palpar las costillas, posee un acusada pérdida de cintura, muestra dificultad para caminar y respirar, es lento en sus movimientos, anda malhumorado y duerme demasiado, posiblemente ya lidie con la problemática.
El sedentarismo es el peor enemigo de sus mascotas.
Existe multitud de factores que contribuyen a que una mascota tenga unos kilos de más. Según la veterinaria Mercedes Valdés Massó, el consumo excesivo de calorías determina un incremento en la grasa corporal, problema nutricional más común.
Para la empresa de nutrición para perros y gatos, la multinacional Hill's Pet Nutrition, si se excede cada día un 1% de las calorías necesarias, la mascota tenderá a la obesidad cuando llegue a su mediana edad.
Si la mascota tiene desórdenes médicos que requieran tratamientos correctivos o ha estado sometida a una esterilización o castración, también llega a provocarle un aumento de kilos.
La edad y la raza de igual manera, como las labrador retriever, cairn terrier, cocker o king charles spaniel y los gatos de razas cruzadas tienen una mayor predisposición a ganar peso.
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