El papa Francisco se hace eco de las súplicas de Benedicto XVI y Juan Pablo II para abolir la pena capital
En un mensaje a los participantes del Quinto Congreso Mundial contra la Pena de Muerte celebrado en Madrid, el papa Francisco reiteró el apoyo de la Santa Sede a “la abolición de la pena de muerte”.
“La oposición a la pena de muerte es parte de la defensa de la dignidad de la vida humana por parte de la Iglesia”- dijo, y es -“una valiente reafirmación de la convicción de que la humanidad puede enfrentar con éxito la criminalidad” sin recurrir a la supresión de la vida.
En su mensaje, que fue firmado por el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, el santo padre recordó que sus predecesores Benedicto XVI y Juan Pablo II hicieron súplicas similares.
Pidió que “las penas capitales sean conmutadas por una pena menor que permita tiempo e incentivos para la reforma del infractor”.
“Hoy, más que nunca, es urgente que recordemos y afirmemos la necesidad del reconocimiento universal y el respeto de la dignidad inalienable de la vida humana, en su valor inconmensurable”, escribió el Cardenal Bertone en nombre del papa Francisco.
El santo padre, añadió, envió sus mejores deseos a los participantes del congreso para un “fructífero desarrollo de su trabajo”.
El director de la organización “Juntos contra la Pena de Muerte”, Rafael Chenuil Hazan, dijo a EWTN Noticias que el mensaje del papa era de gran importancia.
“Agradecemos a su santidad por su apoyo. Es importante para nosotros recibir un mensaje de tanta importancia de un hombre de paz”, dijo.
El propósito de estos eventos, explicó Hazan, es “fomentar un ambiente de diálogo entre los representantes de los países que permiten la pena de muerte para abrir un camino hacia la abolición”.
Actualmente hay 57 países en el mundo en los que la pena de muerte es legal.
Entre los que hablaron en el congreso estaban Joaquín José Martínez, un ciudadano español que fue condenado a muerte por asesinato en 1997 en los Estados Unidos pero fue puesto en libertad en 2001 después de que nuevas pruebas probaran su inocencia, y los familiares de Pablo Ibar, el único Ciudadano español que actualmente se encuentra en el corredor de la muerte en los Estados Unidos.
En su encíclica de 1995 Evangelium Vitae (El Evangelio de la Vida), Juan Pablo II no afirmó que el recurso a la pena capital fuera intrínsecamente inmoral. Pero, afirmó, “la naturaleza y el alcance de la pena deben ser cuidadosamente evaluados y decididos y no deben llegar al extremo de ejecutar al infractor, excepto en casos de absoluta necesidad, es decir, cuando de otro modo no sería posible para defender la sociedad. Hoy, sin embargo, como resultado de constantes mejoras en la organización del sistema penal, tales casos son muy raros, si no prácticamente inexistentes”.
National Catholic Register
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