lunes, 23 de julio de 2012

EL REINADO DE LOS INSECTOS VOLADORES GIGANTES ACABÓ CON LA APARICIÓN DE LAS AVES

Los cielos prehistóricos estuvieron dominados por insectos gigantes durante los períodos en que la atmósfera de la Tierra era rica en oxígeno. Pero, después de que aparecieron las aves hace unos 150 millones de años, los insectos se hicieron más pequeños a pesar de que los niveles de oxígeno continuaron aumentando, de acuerdo con un nuevo estudio.
  
Los insectos llegaron a alcanzar sus mayores tamaños hace unos 300 millones de años, durante los periodos Carbonífero tardío y Pérmico temprano. Éste fue el reinado de insectos voladores que podían alcanzar una envergadura de alas de hasta 70 centímetros (28 pulgadas). La teoría más aceptada atribuye su gran tamaño a altas concentraciones de oxígeno en la atmósfera (más de un 30 por ciento, siendo la actual de un 21 por ciento), lo cual permitió que estos insectos gigantes obtuvieran oxígeno suficiente para que éste llegara a las partes más internas de sus grandes cuerpos.

Los insectos no respiran como nosotros, y no usan la sangre para transportar oxígeno. Inhalan oxígeno y expelen dióxido de carbono a través de agujeros en sus cuerpos llamados espiráculos. Estos agujeros se conectan a un sistema de conductos interconectados, o tubos traqueales. En tanto que los humanos tenemos tráquea, los insectos poseen todo un sistema traqueal que transporta oxígeno a todas las áreas de sus cuerpos y elimina el dióxido de carbono. A medida que el insecto crece, los tubos traqueales se alargan para alcanzar el tejido central, y se tornan más anchos o más numerosos para afrontar la demanda adicional de oxígeno de un cuerpo más grande. Dado que una mayor abundancia de oxígeno permite tamaños corporales más grandes en los insectos sin que se ahoguen, se asumía que el descenso del porcentaje de oxígeno presente en el aire fue el factor exclusivo que forzó evolutivamente a los insectos a volverse más pequeños.

 Ala de insecto fósil. (Foto: Wolfgang Zessin)

Sin embargo, un nuevo estudio revela para los insectos voladores la existencia de otro factor igual de importante o quizá incluso más, en la cadena de circunstancias que condujo a tales insectos a menguar hasta los tamaños hoy típicos en ellos.

El equipo de Matthew Clapham y Jered Karr, ambos de la Universidad de California en Santa Cruz, recopiló una gran cantidad de datos sobre longitud de las alas, obtenidos de registros de insectos fósiles. Luego, ellos analizaron el tamaño de los insectos en relación con los niveles de oxígeno para un periodo de cientos de millones de años de evolución de los insectos.

El largo y meticuloso análisis demostró que el tamaño máximo alcanzado por los insectos se corresponde muy bien con los niveles de oxígeno durante unos 200 millones de años. Luego, a finales del período Jurásico y principios del Cretácico, hace unos 150 millones de años, repentinamente subió el nivel de oxígeno y disminuyó el tamaño de los insectos. Y esto coincide muy llamativamente con la aparición de las aves.

Todo apunta a que al haber aves depredadoras capaces de volar, la necesidad de maniobrabilidad pasó a ser determinante en la evolución de los insectos voladores, favoreciendo a un menor tamaño corporal.

 (Noticiasdelaciencia.com / Amazings.com).



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