Recientemente la Provincia de Santa Fe ha reiniciado la fluorización del agua potable en sus plantas de depuración de Rosario, Santa Fe y Reconquista, que había sido interrumpida en el 2001 o el 2005, según distintas fuentes informativas.
Por Ricardo
Luis Mascheroni (*)
En torno a esta práctica, las posiciones
científicas no son pacíficas y las discrepancias son marcadas; como solemos
afirmar los abogados, existe una biblioteca a favor y otra en contra,
igualmente de voluminosa.
Con estas reflexiones no quiero generar ningún
tipo de temores o alarmas infundadas, pero si poner a consideración del lector
otras opiniones diferentes a las que animan la decisión oficial de implementar
la medida.
Sin perjuicio de las argumentaciones que se
volcarán en la presente, entiendo que estas decisiones deberían requerir a
priori de la suficiente explicitación e información para los usuarios del
servicio de agua potable, si fuera a través de una audiencia pública mejor
todavía, pero lamentablemente estos sanos mecanismos se usan muy poco, salvo en
los casos de aumentos de tarifas, en los que la opinión de los asistentes es
muy poco tenida en cuenta al momento de decidirse los incrementos tarifarios.
Parecería que el principio precautorio
plasmado en distintas normas de nuestro derecho positivo, tiene poca acogido
cuando de tomar decisiones por parte del Estado se trata. El principio
mencionado determina que en los casos de que no exista certeza sobre la
inocuidad de un procedimiento, emprendimiento u obra, lo mejor es mantenerse
alejado y precisamente en este tema, las certezas faltan, a tenor de las
reiteradas posiciones mantenidas por distintos hombres de ciencias en nuestro
país y en el resto del mundo.
Frente a esta práctica, y por una razón de
prudencia, más que afirmar uno quisiera poder despejar la cantidad de
interrogantes que la temática encierra en función de la salud de toda la
comunidad y para ello lo mejor es preguntar en torna a las dudas existentes.
¿Se ha pedido el consentimiento informado de
los usuarios del servicio de agua potable de las ciudades referidas?
Por cuanto guste o no guste, la incorporación
de flúor en el agua es una práctica médica sanitaria y en el caso, el agregado
del mismo actúa como un medicamento para prevenir ciertas patologías dentales.
¿Cuándo, dónde, a quiénes, se puede consultar
sobre los estudios epidemiológicos previos realizados, las respuestas obtenidas
de los mismos, y cuál es el nivel de flúor acumulado en las personas?
Hay acuerdo médico que las personas reaccionan
de manera distinta ante diferentes sustancias y no siempre lo que es bueno para
algunos, lo es para todos. En tal sentido, el flúor no produce el mismo
beneficio aplicado en la infancia y niñez, que para los adultos.
Qué pasa si fuera cierto lo que algunos
informes dicen y en los que se considera como poblaciones de riesgo a pacientes
con diabetes, nefritis crónica, artritis reumatoide y fluorosis esquelética.
Otros autores recomiendan evitar el empleo de
flúor durante el embarazo o la lactancia, ya que no se conocen los posibles
efectos sobre el feto o el lactante.
No obstante, muchos críticos de la
fluorización del agua, reconocen que su consumo produce avances sobre la
incidencia de caries dentales en la infancia, pero afirman que la lucha contra
esa patología se puede instrumentar con otros medios que no generen riesgos
sanitarios.
Destacando que el efecto es tópico (aplicación
sobre la superficie del esmalte), aunque antes de 1981 se consideró principalmente
sistémico (por ingestión), por lo que su uso sistémico es actualmente
desaconsejado por muchos autores y está cuando menos controvertido. (1)
Si bien alguna bibliografía considera que el
flúor es esencial para mantener la solidez de nuestros huesos y también nos
puede proteger del decaimiento dental, si es aplicado con el dentífrico dos
veces al día. Pero, si se absorbe flúor con demasiada frecuencia, puede
provocar caries, osteoporosis y daños a los riñones, huesos, nervios y
músculos. (2)
En algunos países como Suiza, hace décadas que
se dejó de fluorar las aguas y en otros, como Bélgica, se han retirado del
mercado todos los productos "enriquecidos" con flúor (chicles,
tabletas, enjuagues dentales o colutorios, etc.) ya que no hay unanimidad sobre
la dosis mínima segura. (3)
Siguiendo con lo expuesto, informes
manifiestan que en 1952, Norrköping (Suecia) fue una de las primeras ciudades
de Europa en fluorar su fuente de agua potable. Esta práctica se declaró ilegal
por la Corte Suprema Administrativa Sueca en 1961, re-legalizada en 1962, y
finalmente prohibida por el parlamente en 1971, luego de un gran debate.
El parlamento sostuvo que había otros y
mejores métodos de reducir el deterioro dental que la fluoración del agua. Una
comisión oficial fue formada al respecto y publicó un informe final en 1981.
Recomendó otras maneras de reducir el deterioro dental (mejorar los hábitos
alimentarios y de higiene oral) en lugar de la fluoración del agua potable.
También halló que mucha gente pensaba que la fluoración impactaba sobre la
libertad personal de elección, y que los efectos a largo plazo no eran
suficientemente conocidos. También indicaron que carecían de un buen estudio
sobre los efectos de la fluoración sobre infantes que tomasen leche o alimentos
preparados con agua potable fluorada.”
Todo lo expuesto intenta incorporar otra
óptica sobre un tema cuando menos controversial, a los fines de que mediante un
debate serio, maduro y sin preconceptos, se pueda llevar tranquilidad a una
parte de la comunidad que tiene resquemores sobre una decisión a mi criterio
unilateral y sin las consultas ni la información suficientes.
Confieso que no he querido cargar las tintas
mediante la reproducción de otros estudios alarmistas, que cuando menos
caracterizan al flúor como un veneno de gran peligrosidad, productor de
patologías de alta gravedad.
Creo que a esta altura del tema, es el Estado
el que debe dar los informes suficientes para calmar o desalentar temores
legítimos en una parte de la sociedad, brindando las aclaraciones pertinentes.
Lo dejo para que lo piensen y me despido hasta
la próxima aguafuertes.
Ref:
1.- http://es.wikipedia.org/wiki/Fl, Pizzo G, Piscopo MR, Pizzo I,
Giuliana G (September 2007). «Community water fluoridation and caries
prevention: a critical review». Clin Oral Investig 11 (3): pp. 189–93.
(*)
Docente
AGUAFUERTES AMBIENTALES