El
uso de técnicas como la ICSI eleva las probabilidades de que los bebés padezcan
defectos congénitos
Por
Sebastián A. Ríos
Desde
que en 1978 nació Louise Brown, la primera beba concebida gracias al uso de
técnicas de fertilización asistida, la pregunta sobre los potenciales riesgos
de estos procedimientos ha estado esperando una respuesta sólida. Eso es lo que
ofrece un estudio australiano, cuyos resultados fueron difundidos ayer, que
confirma que los bebes nacidos por ciertas técnicas de reproducción asistida
tienen un riesgo más alto de padecer defectos congénitos graves.
"Si
bien en conjunto las tecnologías de reproducción asistida se asocian con un
riesgo incrementado de defectos congénitos, hallamos que existen diferencias
significativas entre los tratamientos disponibles", dijo el doctor Michael
Davies, investigador de la Universidad de Adelaide, Australia, y autor del estudio
cuyas conclusiones publicó ayer online la revista The New England Journal of
Medicine .
Tras
analizar 306.100 nacimientos, Davies halló que los bebes concebidos en forma
natural tuvieron un riesgo de defectos congénitos del 5,8%, mientras que en los
nacidos por técnicas de fertilización asistida el riesgo fue del 8,3%. Pero
cuando se toman en cuenta otros factores de la pareja y se discrimina entre
distintas técnicas surge un panorama más preciso.
"El
riesgo de defectos congénitos con fertilización in vitro (FIV) fue del 7,2%,
mientras que la tasa con la técnica de inyección intracitoplasmática de
espermatozoides (ICSI) fue del 9,9%", dijo Davies, que advirtió que
"una historia de infertilidad también se asocia con defectos congénitos.
Pero si bien los factores asociados con las causas de infertilidad explican el
riesgo adicional de la FIV, el riesgo mayor asociado a otros tratamientos no
puede ser explicado por los factores del paciente".
Es
el caso de la ICSI, que aumenta un 57% el riesgo de defectos congénitos.
Mientras que la FIV convencional consiste en colocar en la placa de cultivo un
óvulo rodeado de espermatozoides, en la ICSI el espermatozoide se inyecta
dentro del óvulo.
Según
el estudio, el riesgo de defectos congénitos asociados al ICSI se reduce cuando
los embriones resultantes son luego criopreservados (congelados) antes de ser
transferidos al útero materno. "Esto podría deberse a que los embriones
con algún tipo de compromiso del desarrollo no logran sobrevivir al
congelamiento y descongelamiento", dijo Davies.
Opiniones
locales
"Hay
más de 1500 trabajos sobre los defectos congénitos de niños nacidos por
técnicas de reproducción asistida. Entre los resultados más consistentes se
encuentra su relación con un incremento de abortos, partos múltiples, partos
pretérmino y recién nacidos con bajo peso. Por el contrario, existe menos
concordancia en cuanto al riesgo para malformaciones congénitas", explicó
Vanesa Rawe, doctora en biología de la reproducción y directora de Reprotec.
En
cuanto al nuevo estudio, Rawe señaló que "la ICSI es generalmente usada
para casos de falta de espermatozoides en el eyaculado o baja cantidad con
formas normales, y por lo tanto es probable que los problemas puedan ser
consecuencia del uso de espermatozoides anómalos".
"El
estudio evaluó también la incidencia de defectos congénitos en los recién
nacidos de mujeres que se habían sometido a tratamientos en embarazos previos,
y en los que el riesgo de anomalía congénita también está incrementado, por lo
que podría inferirse que el riesgo global de anomalías no está asociado sólo a
la técnica, sino a la condición anormal de las gametas de los
progenitores", agregó el doctor Fernando Neuspiller, director de IVI
Buenos Aires.
Técnicas bajo
lupa
Fertilización
asistida. Cada año nacen unos 3,7 millones de bebes en todo el mundo gracias al
uso de estas técnicas, a las que recurren parejas o mujeres con problemas de
fertilidad.
Riesgo
aumentado. Un estudio australiano, el más amplio sobre el tema, halló que la
técnica ICSI aumenta un 57% el riesgo de defectos congénitos severos, como
parálisis cerebral o malformaciones cardíacas y respiratorias, entre otros.
Técnicas
analizadas. Además de la ICSI, otras técnicas que se asociaron a un riesgo
mayor de defectos congénitos son el uso hogareño del citrato de clomifeno para
estimulación ovárica, con la transferencia intrafalopiana de gametas y la
inseminación intrauterina. Por el contrario, la criopreservación de embriones
redujo el riesgo de defectos posterior a una ICSI.
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