En su reflexión semanal Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, partiendo de la pregunta sobre si “¿crece o decrece la Iglesia en el mundo?”, señaló que “el problema del crecimiento de la Iglesia en el mundo actual tiene que ver finalmente con la decisión de cada cristiano, de cada comunidad cristiana”.
“También Benedicto XVI señalaba que el camino es un cristianismo de decisión. Es decir que el pueblo, incluso aquel que fue cristiano y se ha descristianizado, puede renovarse en la fe, ser recristianizado. A esto apunta el proyecto de una nueva evangelización”.
Recordó que al celebrar “este año inicial del Bicentenario” en el caso argentino “podemos encontrar progresos y retrocesos, pero convendría recordar que la Argentina, desde su cuna, ha sido marcada por la fe cristiana, por la fe católica”.
Al respecto añadió como dato histórico que “en el Cabildo Abierto del 22 de Mayo de 1810, en la famosa Asamblea del Año 13 y en el Congreso de Tucumán de 1816 una buena cantidad, un tercio de los congresales sino más, eran sacerdotes. De tal manera que allí está claro el protagonismo de la Iglesia, podemos decir de la comunidad eclesial, desde el origen de nuestra historia. Por no hablar de las multitudes que, incluso hoy día, con sus peregrinaciones a los santuarios marianos nos recuerdan ese sustrato católico del pueblo argentino, que podrá revivir siempre. Esa renovación tiene que venir de la decisión de cada uno, y concretamente del esplendor de cada comunidad cristiana, que debe progresar en la fidelidad, debe crecer no solamente en número sino también y sobre todo en santidad”.
También el prelado explicó que Evangelio de San Mateo, dice: “vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y enseñándoles a cumplir todo aquello que Yo les he mandado” y que este mandato evangélico no habla de hacer “algunos discípulos” sino de que “hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Y a lo largo de la historia nos encontramos con pueblos que se han hecho masivamente cristianos”.
Mons. Héctor Aguer agregó que en la actualidad “en occidente la situación es muy diferente. No sólo porque la inmigración ha hecho aumentar notablemente la población islámica, por ejemplo, sino por la descristianización de la sociedad”. Lamentó que en muchos casos “se va como borrando esa identificación entre pueblo e Iglesia” aunque, por otra parte, “hay países en África o en Asia donde las Iglesias locales son pujantes, las conversiones abundan y la Iglesia va creciendo. Más que echar una mirada sociológica habría que mirar teológicamente esta realidad. ¡Es un misterio el crecimiento de la Iglesia!”.
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