martes, 11 de noviembre de 2025

LOS MALOS HÁBITOS: LOS VICIOS Y EL PECADO

Un vicio es un hábito que tiende al mal y al pecado. Un pecado es un pensamiento, una palabra, una acción o una omisión que va en contra de la ley de Dios y que resulta del vicio o lo refuerza.

Por Fish Eaters


El pecado se puede clasificar de muchas maneras diferentes

Según el tipo de placer que produce puede ser pecado espiritual o pecado carnal:

Los pecados espirituales incluyen la envidia espiritual, la vanagloria (buscar la alabanza de los hombres), etc. Los pecados carnales son pecados como la lujuria, la gula, etc.

En términos de malicia, los pecados espirituales son peores, en sí mismos, que los pecados carnales, como se puede ver en la forma en que Jesús trató con dureza a los fariseos que condenaron a la mujer adúltera en Juan 8, a quien Él trató con dulzura.

Según quién se vea más directamente ofendido puede ser un pecado contra Dios, contra los demás o contra uno mismo

Los pecados contra Dios son más graves que los pecados contra sus criaturas. Los pecados contra las personas son peores que los pecados contra sus posesiones. Los pecados contra quienes tienen mayor derecho sobre ti en cuanto a las obligaciones que les debes son peores que los pecados contra quienes tienen menor derecho; por ejemplo, es más pecaminoso asesinar al propio hijo que al hijo de un desconocido. Y en cuanto a las posesiones, es más pecaminoso cometer ofensas contra cosas necesarias o valiosas para alguien que contra algo que no lo es; por ejemplo, es más pecaminoso tomar el dinero de un pobre que el de un rico, y es más pecaminoso robar un reloj que es una valiosa herencia familiar que robar cualquier otro reloj.

Según el mal causado por actuar o no actuar puede ser pecado de comisión o pecado de omisión

A veces, no actuar moralmente (pecado de omisión) es tan pecaminoso como actuar inmoralmente (pecado de comisión). Por ejemplo, pasar de largo e ignorar a un hombre sangrando que pide ayuda es pecaminoso, al igual que golpearlo y abandonarlo al borde del camino.

Según su progreso puede ser pecado del corazón, pecado de la boca o pecado de las obras

El pecado puede progresar desde el corazón (la mente) hasta su ejecución. Uno puede, por ejemplo, envidiar a alguien (pecado del corazón), calumniarlo (pecado de la boca) y luego hacer algo para provocar su ruina (pecado de obra).
 
Según cómo se desvíe de justo medio puede ser pecado de exceso o pecado de defecto

Se peca al desviarse del justo medio, ya sea por exceso (por ejemplo, temeridad) o por defecto (cobardía).

Según cómo se contrae la culpabilidad puede ser pecado original o pecado actual

El pecado original es el pecado de Adán que se transmitió a toda la humanidad sin que cada uno de nosotros tuviera culpa alguna. El pecado actual es el pecado que cometemos nosotros mismos y del que somos individualmente responsables.

Según su causa puede ser por debilidad, ignorancia o malicia

Los pecados de debilidad son aquellos que provienen de la concupiscencia y otras pasiones. Se consideran pecados contra el Padre porque a Dios Padre se le describe con el atributo del poder.

Los pecados de ignorancia son aquellos que provienen de la ignorancia vencible. Se consideran pecados contra el Hijo porque a Dios Hijo se le describe con el atributo de la sabiduría.

Los pecados de malicia son aquellos que provienen de la voluntad de causar sufrimiento o daño, la voluntad de herir a alguien, sin pasión ni ignorancia. Se consideran pecados contra el Espíritu Santo porque a Dios Espíritu Santo se le describe con el atributo del amor. En general, los pecados de malicia son los más graves y mucho más serios que los pecados de debilidad o ignorancia.

Según su carácter voluntario puede ser pecado material o pecado formal

Si un acto pecaminoso no es intencional, es solo un pecado material y no implica culpa. Es un pecado formal si es intencional. Por ejemplo, una persona que olvida que es un día de precepto solo peca materialmente al faltar a Misa y no es culpable; sin embargo, si una persona sabe que es un día de precepto y falta a Misa intencionalmente cuando podría haber asistido, peca formalmente y es culpable.

Según su gravedad puede ser pecado mortal o pecado venial

Un pecado mortal es un pecado grave que conlleva castigo eterno, apartándonos de Dios y de la vida eterna a la que estamos llamados. Un pecado es venial cuando se trata de una falta menor y no conlleva castigo eterno.

Para ser culpable de un pecado mortal, deben cumplirse tres condiciones: 1) el pecado que cometemos debe ser grave o debemos creer que lo es; 2) debemos consentirlo plenamente con nuestra voluntad; y 3) debemos saber, sospechar o creer que es un pecado grave y prestarle plena atención. Para prestarle plena atención a un acto, debemos estar despiertos, en pleno uso de nuestras facultades, tener edad suficiente para razonar y no tener discapacidad intelectual, entre otros requisitos. Los pecados mortales deben confesarse cuanto antes.

Los pecados veniales pueden convertirse en mortales en ciertas circunstancias. Por ejemplo, robar un poco de dinero podría no ser un pecado grave en ciertas circunstancias, pero hacerlo con la intención de culpar a otro —un acto de malicia— puede cambiar la naturaleza del pecado, elevándolo de venial a mortal. Bromear sobre el aspecto de alguien podría no ser un pecado mortal en sí mismo, pero hacerlo sabiendo que esa persona es extremadamente sensible con respecto a su apariencia y que tu broma podría provocarle una borrachera, podría convertir esa “pequeña broma” en un pecado mortal.
 

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