miércoles, 27 de noviembre de 2024

YA, NI LA IGLESIA (II)

NO se puede compatibilizar una conciencia católica con aceptar, únicamente con “rechazo interior”, lo que hay obligación “en conciencia” de combatir a como dé lugar.

Por el padre José Luis Aberasturi


Seguimos. Falta hace.

Llama la atención que, cuanto más han arreciado las persecuciones, no sólo no se ha empequeñecido la Santa Iglesia de Dios, sino todo lo contrario: ha ido a más, en todos los órdenes de su Ser y de su Vida.

Su prestigio ha ido creciendo en esa misma medida. Y también ha ido creciendo por el universo mundo.

Así son -y es lo que tienen-, las Obras de Dios cuando sus hijos, que las gobiernan e implementan, son hijos fieles. Y administradores leales y competentes.

Item más. La sangre de los Mártires no sólo es semilla de nuevos cristianos. La sangre de los Mártires purifica a toda la Iglesia, a todos los hijos de Dios en medio del mundo. Es un verdadero baño de Regeneración. Y estos son los efectos que producen.

La confabulación masónico-marxista, con las Repúblicas como regímenes políticos, más tarde devenidas en Democracias, al excluir a Dios y, en consecuencia, a la Iglesia, no sólo perdió a la persona como “valor en sí mismo, anterior incluso al propio ordenamiento político y jurídico implantado por el poder", sino que busca, descaradamente, someterla, a como dé lugar. Y someterla es destruirla: hay que arrancar la Imagen de Dios que ES cada persona. Máxime la persona Bautizada; que pasa de Imagen a “participar de la misma Naturaleza Divina”. Un salto que sólo los Santos, o los que van a por ello decididamente, son capaces de valorar en su justa medida.

Los “métodos” para cargarse a la persona van a importar cada vez menos, puesto que: “el fin justifica los medios".

De este modo y con esta premisa, si hay que mentir, se miente; si hay que cargarse la separación de Poderes, se los carga; si hay que esquilmar al personal, se le esquilma; si hay que matar, se mata; si hay que esclavizar al personal, se esclaviza: y en ésto se está; para gozo y disfrute de los políticos de nómina y cargo, con la multitud de paniaguados que florece, porque votan a toque de silbato, a su sombra; etc.

De hecho, el Sistema ES la MENTIRA, con la CORRUPCIÓN que desgraciada y necesariamente genera. Ésto es, porque en ésto ha ido degenerando exactamente, la tan famosa “democracia” occidental, exportada a todo país que quiera perricas sin que le pidan rendir cuentas.

Maravilla y asombra, por no decir que horroriza, la pasmosa “tranquilidad” con que “los católicos” -es un decir-, han abrazado todas estás animaladas; como si la conciencia personal católica de cada uno NO tuviese nada que objetar; como si la única postura posible como católico fuera únicamente “tragar”, fruto de aquello tan lejos de su Ser católicos de: “No ver. No oír. No hablar”.

Algo que quizá sea tragable con lo oriental, pero que choca de frente con el Señor, con su Iglesia y con la propia Vocación Cristiana: ser Sal de la Tierra, ser Luz del Mundo, y ser Levadura que hace fermentar toda la Masa: la hace comestible, la hace Vida para todos nosotros.

Sin renunciar a todo ésto, NO puede uno meterse en harinas políticas y democráticas.

Sin dejar de ser Católico, NO se puede sostener este Sistema Inicuo, que va contra Dios, que va contra la persona.

NO se puede compatibilizar una conciencia católica con aceptar, únicamente con “rechazo interior”, lo que hay obligación “en conciencia” de combatir a como dé lugar.

Sí hace falta jugarse patrimonios, famas, carreras políticas o incluso la vida -esto, en la Iglesia, sigue siendo el pan de cada día para muchos católicos en muchos países-, se hace.

Este es el temple de nuestra Fé!!!

Y el que no está dispuesto a todo ésto NO actúa como Católico, cien por cien, que es como hay que vivir en católico: en Plenitud de Vocación.

Y si lo hace a sabiendas, dejándose llevar de “la prudencia de la carne” -nada que ver con el sexo, es otro horizonte-, se juega la Vida Eterna: ha renunciado a vivir y a morir como hijo de Dios en su Iglesia en medio del mundo.

¿Que hay católicos que NO entienden estas cosas? Por supuesto.

¿Que hay católicos que, quizá entendiéndolo, les importa 3 pepinos? Por supuesto. ¿No hay “católicos por el Socialismo? ¿Y por el marxismo? Pues eso…

¿Que hay católicos que piensan que su obligación moral “como católicos” está en ir a votar sí o sí? Seguimos en las mismas.

Pero ninguna de esas posturas es católica. Ya lo siento por todos los que están ahí. Pero así son las cosas “católicas”. Realmente “católicas”.

Sin rebajas, tergiversaciones, males menores, o llegar a “lo posible”… sin obligar a nadie. Por supuesto: ellos sí pueden imponer todo lo contra-católico; o sea: lo “revolucionario”. Y nosotros, “a tragar!!!”.

Ah, y poniendo la otra mejilla; que si no, no vamos bien…!!!

O los católicos ponemos en valor LO católico, o nos hemos pasado al enemigo, con armas, bagajes y la propia conciencia: el lugar, dado por Dios, para hablar y encontrarnos con Él.

Me da que vamos a tener que seguir manteniendo vivo el tema. Porque aquí -en las tragaderas que hemos desarrollado sin el menor juicio crítico -, está la explicación de cómo “lo bien impuesto” desde arriba, tanto por lo civil como por lo Eclesial, ha calado; hasta hacer de nuestra nación un país que ya NO es católico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Usted puede opinar pero siempre haciéndolo con respeto, de lo contrario el comentario será eliminado.