jueves, 5 de septiembre de 2024

5 DE SEPTIEMBRE: LOS SANTOS RÓMULO, EUDOXIO, ZENÓN, MACARIO Y 1104 COMPAÑEROS MÁRTIRES


5 de Septiembre: Los Santos Rómulo, Eudoxio, Zenón, Macario y 1104 Compañeros Mártires

(✞ Siglo I)

El fortísimo soldado de Cristo San Rómulo, era mayordomo del emperador Trajano y servíale con tanta fidelidad y diligencia que mereció gozar de toda su confianza. 

Enviado en cierta ocasión por el emperador a las Galias, para que se enterase por sí mismo del estado de las legiones que allí tenía, y obligase a todos los soldados a sacrificar a los dioses, cumplió su encargo Rómulo con toda lealtad y celo; más ni con promesas, ni con amenazas logró vencer la resistencia de muchos soldados que eran cristianos; a todo estaban dispuestos antes que hacer aquel sacrificio abominable. 

Era capitán de aquellas tropas Eudoxio, ciudadano romano no menos fiel a la ley de Cristo que el emperador, el cual le había ennoblecido con las más altas condecoraciones del imperio; más no fue todo esto bastante para que obedeciese a sus impías órdenes y desobedeciese a las del verdadero Dios. 

Así que llegó a los oídos el tirano la obstinación de aquellas tropas, mandó que fuesen trasladadas desde las Galias a Melitina de Armenia, y que en el viaje les hiciesen padecer grandes fatigas y malos tratos; los cuales sufrieron aquellos soldados de Cristo con tal maravillosa fortaleza, que espantado de ella el mismo Rómulo que les afligía, abrió los ojos a la Fe y arrepintióse de lo que había hecho; y presentándose al emperador, le confesó que también él era cristiano y que todo lo menospreciaba y tenía en pro a trueque de vivir y morir como siervo de Cristo. 

Enojóse sobremanera el emperador al oír la confesión de su mayordomo; y en castigo de su desacato, que por tal lo tenía, mandó que luego le cortasen la cabeza y así se ejecutó. 

Tampoco quiso el Señor que perdiesen la corona aquellos invictos soldados, que habían comenzado ya a ganarla, negándose a sacrificar a los ídolos, como Rómulo, siendo gentil, les había mandado; y así algunos años después, en tiempos del emperador Maximiano, enviáronse nuevas órdenes al prefecto de Melitana para que obligara a todos los soldados de su guarnición a que adorasen los dioses del imperio, condenando a muerte a cuantos se resistiesen a obedecer al mandato imperial. 

Entonces Eudoxio, que era como ya se ha dicho capitán de aquella legión, respondió que sus soldados cristianos de ninguna manera se contaminarían con aquellas sacrílegas idolatrías, y luego les hizo una fervorosa exhortación diciéndoles que pues tenían valor, como buenos soldados, para morir en un combate por la esperanza de una victoria incierta y de una recompensa temporal, ¡cuánto más animosos habían de estar para dar la vida por Jesucristo, sabiendo que alcanzaban seguramente mucho más esclarecida victoria, y una recompensa perdurable! 

Alentados con estas palabras y precedidos de Eudoxio, Zenón y Macario, ofrecieron todos alegremente su cerviz al cuchillo, y en número de mil ciento cuatro, recibieron en un día mismo la corona de su confesión, y la palma gloriosa del martirio. 

Reflexión

Mírense en este ilustre ejemplo de fidelidad a Cristo señaladamente los militares cristianos; y ya que como buenos soldados muestran su valor resistiendo cualquier peligro de muerte, no quieran faltar por cosa del mundo a la lealtad que deben a su divino Capitán, Rey y Señor Jesucristo; a quien todos debemos servir fielmente y en cuya honra y amor hemos de vivir y morir para alcanzar la corona de los cielos. 

Oración

Oh Dios, que concedes la gracia de celebrar la fiesta de tus bienaventurados mártires Rómulo Eudoxio, Zenón, Macario y demás compañeros de su martirio; otórganos también la dicha de poder gozar con ellos de la alegría y eterna felicidad. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén. 

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