sábado, 14 de septiembre de 2024

14 DE SEPTIEMBRE: LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ


14 de Septiembre: La Exaltación de la Santa Cruz

(Hacia el año 630)

Queriendo nuestro Señor castigar al emperador Focas, príncipe vicioso y desalmado, que mató a Mauricio y le sucedió en el Imperio, movió a Cosroes II, rey de Persia, que le hiciese la guerra y tomase muchas y grandes provincias.

Focas acabó su vida asesinado y sucedióle en el Imperio Heraclio, príncipe muy virtuoso.

Entre tanto Cosroes, tomaba las ciudades por fuerza de armas; hasta que finalmente, vino sobre la Santa Ciudad de Jerusalén, y la tomó y saqueó, y mató en ellas miles de personas, y llevó consigo preso y cautivo a Zacarías, patriarca de Jerusalén, santo varón y excelente prelado y a otro gran número de gente, y tomó el santo madero de la Cruz de Jesucristo, nuestro Redentor, y le llevó a Persia, y le puso encima de su trono real, que era de oro fino, entre muchas perlas y piedras preciosas.

Como Heraclio viese los daños de su imperio, juntó un ejército de gente nueva y bisoña para salir en busca de Cosroes, confiando que Dios le daría victoria sobre el blasfemo e insolente rey.

Trabáronse entre los dos ejércitos crueles batallas, sin declararse la victoria por ninguna de las partes, hasta que pidiendo Heraclio socorrer a la Virgen Santísima, cuya imagen llevaba en la mano derecha, súbitamente se levantó un viento muy recio, con gran lluvia y granizo, que a los cristianos daba en las espaldas y a los persas en los ojos, con lo cual los cristianos quedaron desde aquel día, vencedores.

Cosroes, humillado y vencido, restituyó todas las tierras que había tomado del imperio, y el tesoro de la casa real que poseía su padre, y la Santa Cruz, y todos los cristianos que tenía cautivos.

El emperador Heraclio para dar gracias a Nuestro Señor, ordenó una solemnísima procesión, en la cual llevaba él mismo en sus hombros la Santa Cruz que había estado catorce años en poder de Cosroes.

Pero al entrar con ella en Jerusalén, y llegando a la puerta de la ciudad, no pudo dar un paso adelante.

Entonces el santo patriarca Zacarías le dijo:

- Mira, oh emperador, si es la causa de esto, el llevar tú la Cruz con muy diferente traje y manera que el Señor la llevó por este camino.

Entonces se quitó Heraclio la vestidura imperial y la corona de la cabeza; y con los pies descalzos pudo proseguir con la procesión hasta poner la Sacrosanta Cruz en el mismo lugar de donde Cosroes la había quitado.

Quiso Nuestro Señor establecer aquel triunfo y regalar a su pueblo con grandes maravillas entre las cuales resucitó aquel día un muerto, cuatro paralíticos cobraron salud, quince ciegos la vista, diez leprosos quedaron limpios, y muchos que eran atormentados del demonio quedaron libres y gran número de enfermos con entera salud; a cuyos prodigios pueden añadirse otros infinitos obrados en toda la cristiandad por la virtud de las reliquias de la Santa Cruz, en la cual se nos dio la salud, la redención y la vida eterna.

Reflexión:

Así como Heraclio llevó humildemente sobre sus hombros la Cruz de Jesucristo, así hemos de llevar con humildad y resignación nuestra Cruz conforme a lo que dice el Señor en su Evangelio: Si alguno quisiera venir en pos de mí, tome su cruz y sígame (Luc. XIV). Mostremos pues nuestra paciencia cristiana en las enfermedades, dolores, pobrezas, infamias, falsos testimonios y otras muchas aflicciones semejantes; que estas cosas son para nosotros la Cruz de Cristo, y en sufrirlas por su amor está nuestra virtud, merecimiento y corona.

Oración:

Oh Dios! Que nos alegras en este día con la solemnidad de la Exaltación de la Santa Cruz, te rogamos nos concedas que merezcamos gozar en el cielo el premio de la redención, cuyo misterio hemos conocido en la tierra. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

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