martes, 2 de abril de 2024

EL HÁBITO NO HACE AL MONJE (PERO LO HACE)

Vestirse de forma laica no añade nada al sacerdote, pero sin duda, le resta mucho.

Por Aurelio Porfiri


La sabiduría popular puede enseñarnos mucho.

Hay refranes que realmente nos ayudan a entender ciertas cosas de la vida, y por eso es bueno tener en cuenta esta herencia que nos han transmitido nuestros antepasados. Pero debemos intentar entender bien de qué estamos hablando. Por ejemplo, tomemos el famoso dicho “el hábito no hace al monje”. Hay mucha verdad en ello, pero también debemos entender lo que decimos.

Porque algunos interpretan este dicho en el sentido de que no es importante cómo se vista uno en determinadas profesiones u ocupaciones. Pero en realidad esto no es exactamente lo que dice el refrán. El dicho dice correctamente que no es porque te vistas como un sacerdote, que eres un sacerdote. Esto es sacrosanto. Pero esto no significa que un sacerdote no deba vestirse como un sacerdote o un médico como un médico y así sucesivamente.

El pensador católico brasileño Plinio Corrêa de Oliveira dice lo siguiente: “Dios confía a ciertas personas la misión de ser símbolos. Tienen un porte, una manera de ser que corresponde a cierta gracia, acompañada de la capacidad de expresar sensiblemente esa gracia. Tienen una manera de ser que hace particularmente atractivas las virtudes asociadas a esa gracia. Por lo tanto, están llamados no sólo a practicarla de manera exaltada, sino a simbolizarla”. 

En todo esto, la vestimenta es algo importante, tanto más cuando connota una vocación. Evidentemente, nos vienen a la mente los sacerdotes, pero pensemos también en los médicos: ¿dejarías que te operara un grupo de personas que se presentan con atuendos tribales? Es evidente que somos seres simbólicos y que los símbolos, incluso los visuales, tienen una enorme importancia.

Me parece hermosa una frase de Henry David Thoreau: “Yo digo: cuidado con todas las empresas que exigen hábito nuevo, en lugar de ‘modelo’ nuevo. Si no hay un hombre nuevo, ¿cómo se puede hacer un hábito a su medida? Si tienes que emprender algo nuevo, hazlo con tu hábito viejo”. No es tanto un problema de hábitos viejos, sino de hábitos que representan símbolos que ayudan no sólo a quien lo lleva, sino también a quienes lo ven.

No entiendo muy bien, hablando de sacerdotes, que parezcan más aceptables vestidos como nosotros, los laicos, cuando una de las funciones peculiares del sacerdote es ser un recordatorio de una dimensión completamente “diferente”. Vestirse de forma laica no añade nada al sacerdote, pero sin duda, le resta mucho. Así que, en este sentido, realmente debemos decir que el hábito hace al monje.


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