17 de Marzo: San Patricio, apóstol de Irlanda
(✞ 493)
El maravilloso apóstol y obispo primado de Irlanda, San Patricio, nació en Escocia en el territorio de Aclud, que hoy se llama Dumbritón.
A los dieciséis años de edad le prendieron unos salteadores irlandeses juntamente con una hermana suya llamada Lupita y le vendieron en Irlanda a un amo que le hacía apacentar su ganado de cerdas.
Más el ángel del Señor le sacó de aquella esclavitud, manifestándole donde hallaría la cantidad de oro que bastase para su rescate.
Posteriormente estuvo dieciocho años bajo de la enseñanza de San Germán, y por su consejo fue a recibir la bendición del Papa Celestino I, para consagrarse del todo a la conversión de los gentiles en Irlanda.
Aquella gente era dura y bárbara y hacían gran resistencia al Santo predicador muchos magos y hechiceros, entre los cuales había uno llamado Docha, muy querido por el rey, el cual se decía que era dios, y con varios engaños resistió a San Patricio como Simón Mago a San Pedro.
Quiso para confirmación de su divinidad subir a los cielos, y estando ya muy alto, San Patricio hizo una oración, y este personaje cayó desde la altura, muy mal herido, a los pies del santo.
Había en aquella tierra un ídolo muy célebre al cual llamaban “cabeza de todos los dioses”, era muy grande y estaba cubierto de oro y plata. Viendo pues el siervo de Dios que la adoración de este ídolo detenía a muchos que no se rendían a su predicación, hizo oración al Señor, y levantando contra él el báculo llamado de Jesús, que traía en la mano, al momento cayó en la tierra el ídolo y se hizo pedazos.
Al ver esto se convirtieron aquellas gentes a fuerza de prodigios innumerables y estupendos, y gozando después de algunos años de quietud y mayor contemplación, cada día rezaba el salterio; se hincaba muchas veces de rodillas adorando al Creador de todo, y rezaba con tierna devoción las horas canónicas. Gastaba gran parte de la noche en devotos ejercicios, y tomaba un breve descanso sobre el duro suelo, teniendo por almohada una piedra.
Con esta santa y admirable vida, se preparó para una santísima muerte que le llegó a los 80 años de edad, después de haber conducido todo el país de Irlanda a la Fe de Cristo, y edificado numerosas Iglesias y consagrado muchos obispos, y ordenado gran número de sacerdotes.
En la provincia de Ultonia (N.deR.: actual provincia de Connaught) se ve hasta el día de hoy una pequeña isla en la mitad de un lago donde estaba el célebre Purgatorio de San Patricio.
Es una cueva donde se dice que el santo pasó toda una cuaresma en gran penitencia, para alcanzar del Señor la conversión de aquellos isleños; y donde se retiraban después muchos santos varones para purificar sus almas dedicándose algunos días a ejercicios de penitencia y oración en unas pequeñas celdas que así se edificaron: las cuales se llamaban las celdas de los Santos.
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