Por el padre Jorge González Guadalix
Día tras día reacciones, a favor, en contra, en ya veremos, en depende… Dicen que ahí por Santa Marta no saben muy bien cómo gestionar el asunto, y más tras comprobar como el libro del “sacerdote”, hoy “cardenal” prefecto de Doctrina de la Fe, Víctor Manuel Fernández, “Tucho” Fernández para los amigos, titulado “La pasión mística” se ha convertido en el best seller eclesial esta semana.
Muchos obispos han decidido ponerse de perfil, conscientes de que tal y como están las cosas, y con un “pontificado” que está dando los últimos coletazos por una cuestión puramente biológica, lo mejor que pueden hacer es no significarse y esperar otros tiempos, sean mejores, peores o iuxta modum.
Muchos obispos han decidido ponerse de perfil, conscientes de que tal y como están las cosas, y con un “pontificado” que está dando los últimos coletazos por una cuestión puramente biológica, lo mejor que pueden hacer es no significarse y esperar otros tiempos, sean mejores, peores o iuxta modum.
Unos pocos se han apuntado como “agradadores del pontífice” y se han lanzado, muchos corren, a proclamar que solo faltaba, y que si hay que bendecir se bendice, que el que manda manda y el peloteo que no falte. Muchos corren, que nunca se sabe por dónde van las cosas, y cualquiera con dos dedos de frente se queda quieto esperando por dónde irán los tiros o las posibles cuchilladas.
En España, mayormente, perfil. Un par de obispos que nanay, Munilla y Sanz Montes, alguno más que mejor consulten, por ejemplo Santos Montoya, y otros entusiasmados con las bendiciones, comenzando por Gómez Cantero, que decía que ya ha dado varias, y siguiendo, por ejemplo, con de las Heras, de Leon, diócesis en la que ya hay unidades pastorales que han publicado comunicados ofreciéndose directamente para ello. También tenemos los especialmente nerviosos, Cádiz y Toledo.
¿Y en el mundo cómo están las cosas? Para empezar con la sorpresa de que el cardenal Mauro Gambetti, “arcipreste” de la Basílica de San Pedro del Vaticano bendecirá a las parejas que así lo soliciten. Tremendo.
Pero hoy hay que destacar a los obispos africanos, porque el cardenal Ambomgo, presidente del Simposio de conferencias episcopales de África y Madagascar, ha hablado en nombre de todos los obispos africanos y ha dicho que no. Pues la cosa es seria, porque eso supone que 781 obispos africanos, de un total de 5340 obispos que hay en el mundo, se niegan en redondo. Son muchos. Y el caso es que parece que al “papa” no le parece mal. Pues nada, más lío.
Yo no sé cómo se lo habrán tomado en Roma, donde los africanos son mirados por encima del hombro, como si fueran católicos de segunda o tercera. Lo dejamos ahí. Me estoy imaginando a los “monseñores” que se creen de pata negra y situados por encima del común del resto de la catolicidad, teniendo que aguantar que sean precisamente los países de misión los que vengan a decirles que la Doctrina es la Doctrina y que ellos se mantendrán en la fe recibida.
Por eso digo lo de ponerse en jarras: ustedes digan y declaren lo que quieran, pero la fe de la Iglesia es lo que es y no vamos a permitir el escándalo y la confusión en nuestra gente. Losa negritos. Con dos.
Y esto no ha terminado. Suma y sigue.
Seguiremos leyendo y contando.
De profesión, cura
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