jueves, 16 de noviembre de 2023

LA “MONJA” PRO-LGBT FAVORITA DE BERGOGLIO DICE QUE ESTÁ "SENTANDO LAS BASES" PARA CAMBIAR LA ENSEÑANZA SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD

“Estoy segura de que la enseñanza sexual de la Iglesia cambiará”, predijo con gran optimismo la hereje “sor” Jeannine Gramick.


La “monja” activista lgbt, previamente censurada por el Vaticano pero rehabilitada por Bergoglio, ha declarado que el “papa” está “sentando las bases para el cambio” en la condena de la homosexualidad por parte de la Iglesia Católica.

Según informó Life Site, en una entrevista con el sitio web
lgbt del “padre” James Martin S.J. “Outreach”, la blasfema Jeannine Gramick dijo: “Creo que a largo plazo ... el “papa” Francisco está sentando las bases para el cambio en la sexualidad, en respuesta a una pregunta sobre la posibilidad de un “cambio sustancial en la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad”.

“Mi esperanza es que la gente no se decepcione [en el Sínodo] porque no haya cambios concretos”, añadió. “No creo que ese sea el objetivo del sínodo. El objetivo del sínodo es conversar entre nosotros: escuchar y hablar, aprender a ser una Iglesia dialogante. El “espíritu santo” nos hará saber cuándo es el momento adecuado”.

Aunque tales cambios no aparecieron en el documento de síntesis de la reunión, un cardenal sinodal dijo que Bergoglio había encargado al sínodo del próximo año que abordara la cuestión más particularmente.

Gramick se hizo eco del lenguaje de activistas 
lgbt al afirmar que “con el tiempo, “el espíritu” nos hará saber qué dirección tomar. Creo que “el espíritu” está actuando ahora en la Iglesia en términos de sexualidad, y no sólo de homosexualidad”.

Gramick es cofundadora de New Ways Ministry (NWM), una organización
lgbt que pretende socavar la moral de la Enseñanza Católica. Gramick fundó el grupo en 1977 con el “sacerdote” apóstata Robert Nugent y rápidamente se ganaron la condena de las autoridades eclesiásticas por sus posturas contrarias a la enseñanza católica sobre diversas cuestiones de moral sexual.


Gramick tiene un largo historial de discrepancias con la Doctrina Católica sobre la homosexualidad y el aborto, y fue oficialmente silenciada por el Vaticano en 1999, orden que ella ignoró. Pero en los últimos años ha contado con la complicidad de Bergoglio, del que ha recibido varias cartas en apoyo de su “ministerio” contra la moral Católica.

Profundizando en su idea de que Bergoglio está preparando “un vuelco” de la Doctrina de la Iglesia, Gramick declaró a Outreach queno es su trabajo llevar a cabo específicamente la revolución, sino simplemente preparar el terreno. La gente 
lgbt me dice: 'Me encanta el “papa” Francisco, pero no ha cambiado la enseñanza de la Iglesia'”, dijo anecdóticamente. “Y yo les digo: 'Ese no es su trabajo'. Su trabajo es articular la fe de la gente. ¿Cómo sabemos lo que nuestra gente piensa y cree si no escuchamos y ellos no hablan?”.

“Francisco se está concentrando en tratar de hacer que la gente se sienta cómoda compartiendo su experiencia, lo que en última instancia conduciría a la revocación de la Enseñanza Moral Católica argumentó Gramick. “Puede llevar varios años o tal vez una década, no lo sé, pero a su debido tiempo, estoy segura de que la enseñanza sexual de la Iglesia cambiará, afirmó la hereje.

Gramick ha sostenido anteriormente queFrancisco marcaría el comienzo de un cambio en la enseñanza relativa a la homosexualidad. Mientras que algunos dirán que la Iglesia nunca puede cambiar su enseñanza, incluida su enseñanza sexual, esa idea es simplemente errónea, declaró, citando un discurso de 2017 pronunciado por Francisco para defender esta posición.

La enseñanza de la Iglesia sobre la sexualidad cambiará inevitablemente, afirmó, “pero, como en el pasado, este cambio no llegará lo suficientemente rápido para algunos o sin gran angustia para otros”.

Recientemente fue recibida por Bergoglio en una audiencia privada concedida a ella y a sus compinches de NWM, algo que el falso papa solo concede a sus colaboradores más cercanos. 

En defensa de su afirmación de que Francisco está preparando un cambio fundamental en la Moral Católica, Gramick argumentó que la Iglesia “ya ha visto ese cambio”.

Gramick continuó: La ética sexual de la iglesia ha cambiado. No es lo que era en tiempos de San Pablo, ni de San Agustín, ni de la Edad Media. Pero tenemos la idea de que los pecados sexuales son los pecados más grandes. No siempre fue así como se pensó en la sexualidad”.

Como prueba de este cambio en la enseñanza de la moral, Gramick se refirió a los escritos de San Agustín de Hipona sobre el uso de las funciones procreadoras entre marido y mujer. “Me gusta decir, cuando presento algo sobre ética sexual, que Agustín enseñaba que si un marido y una mujer tenían relaciones sexuales y no tenían un hijo como resultado, ese acto era pecaminoso - pero sólo venialmente pecaminoso porque estaban casados”.

“Si dijeras eso ahora, la gente se reiría de ti”, dijo, y añadió que “ése es un ejemplo de que la Iglesia ha cambiado. Y siempre ha cambiado porque ha habido voces que cuestionaban, voces que decían: 'Eso no resuena con la realidad o con las experiencias de la gente'”.

Sin embargo, Gramick tergiversa la posición de San Agustín, además de plantear su escrito individual como la posición de toda la Iglesia. En su texto De Bono Conjugali, escrito a la luz de los ataques a la naturaleza procreadora del matrimonio católico, Agustín se basó en 1 Corintios 7:5-7 y esbozó las diversas naturalezas de las relaciones sexuales en el matrimonio.

Escribió que las relaciones sexuales que “van más allá” de las relaciones necesarias y abiertas para concebir un hijo “ya no obedecen a la razón, sino a la concupiscencia”. Aquí se entiende que Agustín se refiere a los momentos en que la procreación no es posible.

Sin embargo, añade que “también es deber de una persona casada, no en efecto exigir tal coito, sino concederlo a su cónyuge”, diciendo que hacerlo incurriría en un pecado venial de lujuria sólo por parte del que solicita tales relaciones.

El Papa Pío XI, en Casti Connubii, afirmó que “cualquier uso del matrimonio, en el que maliciosamente quede el acto destituido de su propia y natural virtud procreativa, va contra la ley de Dios y contra la ley natural, y los que tal cometen, se hacen culpables de un grave delito” (n.21)

Además el Papa también presentó las ocasiones en que pueden darse relaciones sexuales en el matrimonio que no estén orientadas principalmente a procrear hijos:

“Ni se puede decir que obren contra el orden de la naturaleza los esposos que hacen uso de su derecho siguiendo la recta razón natural, aunque por ciertas causas naturales, ya de tiempo, ya de otros defectos, no se siga de ello el nacimiento de un nuevo viviente. Hay, pues, tanto en el mismo matrimonio como en el uso del derecho matrimonial, fines secundarios -verbigracia, el auxilio mutuo, el fomento del amor recíproco y la sedación de la concupiscencia-, cuya consecución en manera alguna está vedada a los esposos, siempre que quede a salvo la naturaleza intrínseca del acto y, por ende, su subordinación al fin primario” (n. 22)


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