Por Frank Morera (*)
Hermano, en Génesis 3:15 el enemigo de la raza humana aparece como una serpiente en batalla con la Mujer y su descendencia. En Apocalipsis 12 aparece de nuevo frente a la Mujer y su descendencia, pero esta vez crecido y como dragón con cuernos coronados, o sea lleno de poder.
¿Quién le ha puesto esas coronas? ¿Quién le ha dado ese poder? ¡Nosotros!
Cuando se prohíbe orar en las escuelas, coronamos al dragón.
Cuando matamos al inocente en el vientre de la madre, coronamos al dragón.
Cuando se ataca y y se profana el matrimonio, coronamos al dragón.
Cuando la Iglesia deja de ser Cristocéntrica para volverse antropocéntrica, coronamos al dragón.
Cuando dejamos de predicar la salvación para enfocarnos en otras cosas, coronamos al dragón.
Cuando Dios deja de ser el centro de nuestro hogar, coronamos al dragón.
Cuando en el hogar se deja de orar y bendecir los alimentos, coronamos al dragón.
Cuando dividimos la unidad de la familia, coronamos al dragón.
Cuando dejamos que en los medios de comunicaciones se insulte impunemente a Dios, coronamos al dragón.
Cuando votamos por políticos abortistas y anti valores cristianos, coronamos al dragón.
Cuando quitamos a Dios de nuestra vida y ponemos el trabajo, el internet, el sexo, etc. en el primer lugar, coronamos al dragón
Cuando, dejamos de confesar y de adorar, coronamos al dragón.
Cuando somos inmunes al sacrilegio en la Iglesia, coronamos al dragón.
Cuando no nos formamos en la fe, coronamos al dragón.
Cuando cooperamos con la cultura de la muerte, coronamos al dragón.
Cuando nos dedicamos a propagar el miedo y la incertidumbre, coronamos al dragón.
Cuando no educamos personalmente a las nuevas generaciones en la fe, coronamos al dragón.
Cuando no damos buen testimonio de Cristo y escandalizamos a los demás, coronamos al dragón.
¿Cuál será la nueva corona? No lo sé, pero que conmigo no cuente. Como dice Josué 24:15 “pero yo y mi casa serviremos al Señor”.
Esta batalla se inició en Génesis 3:15 “15.Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar”.
Yo no soy de los que coronan dragones, yo no soy simiente de dragón, yo soy simiente de la Mujer, me incluyo entre los que menciona Apocalipsis 12.
“17.Entonces despechado contra la Mujer, se fue a hacer la guerra AL RESTO DE SUS HIJOS, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús”
¡Y voy a dar la guerra!
* Apologista
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