ALEMANIA: IGLESIA 'CATÓLICA' ALIENTA A LAS PERSONAS A RELAJARSE EN REPOSERAS EN EL SANTUARIO

En la Arquidiócesis de Munich y Freising, Alemania, la Iglesia “católica” una vez más está tratando de ser increíblemente relevante para el hombre secularista contemporáneo.

 
Con ese fin, los modernistas que actualmente ocupan la hermosa iglesia de Santa Úrsula de finales del siglo XIX en el distrito Schwabing de Münich han decidido colocar algunas tumbonas y toallas de playa justo en frente del santuario como “espacio de adoración” para que la gente pueda venir a la iglesia a tomar un pequeño descanso del ajetreo diario y especialmente del increíble calor del verano que supuestamente está arrasando Europa.

Con orgullo han publicado fotos en su página de Facebook. Una de ellas se muestra arriba. Aquí hay otro:

Imagen: Robert Kiderle (Facebook)

Otra característica “atractiva” de Santa Úrsula es un dispensador de agua potable que se acaba de instalar en el vestíbulo. 

Por supuesto, no hay nada de malo en eso, pero aunque esto puede no ser algo poco común en el resto del mundo, lo es en Alemania. 

Una nota del párroco en el sitio web de la parroquia explica que “¡Los próximos días serán calurosos en nuestra archidiócesis! ☀️🔥 Es especialmente importante cuidar bien de ti mismo y de tu salud: ¡No olvides beber suficiente agua y protegerte del sol!”. ¡Tan útil!

El siguiente video muestra lo hermoso que es este edificio tradicional de la iglesia católica, por dentro y por fuera (menos lo que fue destruido por los modernistas):

Ahora un letrero impreso dice: “Bienvenidos a Open Church. Estamos contentos de que estén aquí. Aquí dentro de la iglesia puedes disfrutar de un poco de tiempo de inactividad. Los invitamos a subir al frente usando el pasillo central y disfrutar de los camastros por un momento”. Como recordarán las generaciones anteriores, las iglesias católicas en realidad están destinadas a ser lugares sagrados dedicados exclusivamente a la adoración de Dios. Por supuesto, eso fue antes de la “Gran Renovación” del Vaticano II.

Este proyecto “increíblemente relevante” tiene un nombre, por cierto, y no podríamos haberlo parodiado mejor: “iglesia fresca”.

¡No puedes inventar estas cosas!


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