LATINOAMÉRICA es el nombre que introdujeron los franceses en la primera mitad del siglo XIX, para poder decir que ellos también tenían derecho a estar en América, cuando pusieron a un títere (Maximiliano de Habsburgo) en el trono de México, bajo la influencia francesa de Napoleón III.
Consiguieron que, por unos años, tuviera más peso su influencia, que los 300 años anteriores de España.
Los únicos latinos son los habitantes de la región italiana del Lacio y, como mucho, los habitantes de los países que tienen su lengua de origen en el latín, pero que hoy en día, a su lengua se le denomina lengua romance, que es como se le llama a las lenguas que vienen del latín: lenguas romances, no directamente latinas porque no es latín, ni una variante del latín.
Luego, todos los países de la América no anglosajona, son hispanos, no latinos.
Ya que la lengua que se habla allí viene directamente del castellano y del portugués, lenguas hispánicas y romances, no directamente latinas y con influencias arábigo-andalusíes.
El castellano y el portugués son lenguas romances consolidadas y no vienen directamente del latín, ya que el arábigo-andalusí también influyó mucho en su consolidación, sobre todo en el castellano, desde los SS. XI y XII tanto en las Glosas Emilianenses de Santo Domingo de Silos como en el Beato de Liebana de San Pedro de Cardeña, en el que ya se "ve" ese primitivo castellano romance, una mezcla de un latín muy vulgar con claras influencias del árabe, y que también aparecen en las jarchas y moaxargas andalusíes, justo por haber nacido el castellano como una lengua de frontera entre ambos mundos.
Ni los franceses se llaman así mismo latinos, pese a que inventaron el término, se llaman francófonos.
Somos HISPANOS y debemos decir HISPANOAMERICA, incluyendo (si se quiere) al Brasil, porque todo viene de Hispania, nombre dado a la península de forma integral por parte del Imperio Romano.
Los reyes de Portugal también se intitulaban primero Hispaniorum Rex y luego rey de Portugal, porque se consideraban herederos de la Hispania Visigoda. Igual ocurría con cada reino hispánico, con Castilla, Aragón, Navarra, León, etc.
Además de que entre 1580 y 1640 Portugal pertenecía a la Corona Hispánica.
IBEROAMÉRICA podría ser otro eufemismo para no decirle hispano a nada, dentro de la política de desacreditación anglófona (Leyenda Negra).
La denominación de Iberia por los griegos supuso un nombre temporal a un espacio geográfico concreto, que así denominaron en algunos escritos de geografía, como el de Estrabón, pero que no trascendió en su época tal y como ahora lo conocemos.
Tanto Roma como Cartago nos llamaban de otra forma. Además los griegos no controlaron ni dominaron la península, sólo apenas unas colonias puntuales en las costas.
Con lo que hablar de Iberia sólo es exclusivamente para hablar de la PENÍNSULA, desde un punto de vista puramente geográfico, pero culturalmente siempre es HISPANIA.
Roma estuvo muchos siglos, con administración total del territorio y con una inmersión cultural total, sin tener nada que ver los griegos, llamando a la península HISPANIA e, incluso los visigodos, que llegaron después, se llamaban así mismos Hispaniorum Rex.
Los auxiliares de las legiones, como los HONDEROS BALEÁRICOS, eran llamados hispanos, no íberos.
La nomenclatura de íbero quedó para los pueblos autóctonos, del marco meridional y mediterráneo, de cultura íbera, pero con Roma dejó de usarse ese nombre y toda la península pasó a llamarse Hispania y sus habitantes HISPANOS.
Todos los reyes cristianos de la península se denominaban primero Hispaniorum Rex y, después, rey de Portugal, Castilla, Aragón o de donde fuera: jamás ibericum o similar
El uso de Iberoamérica sería, por lo tanto, un eufemismo actual, siguiendo la política anglosajona de quitar cualquier vestigio de lo hispano en América.
Consiguieron que, por unos años, tuviera más peso su influencia, que los 300 años anteriores de España.
Los únicos latinos son los habitantes de la región italiana del Lacio y, como mucho, los habitantes de los países que tienen su lengua de origen en el latín, pero que hoy en día, a su lengua se le denomina lengua romance, que es como se le llama a las lenguas que vienen del latín: lenguas romances, no directamente latinas porque no es latín, ni una variante del latín.
Luego, todos los países de la América no anglosajona, son hispanos, no latinos.
Ya que la lengua que se habla allí viene directamente del castellano y del portugués, lenguas hispánicas y romances, no directamente latinas y con influencias arábigo-andalusíes.
El castellano y el portugués son lenguas romances consolidadas y no vienen directamente del latín, ya que el arábigo-andalusí también influyó mucho en su consolidación, sobre todo en el castellano, desde los SS. XI y XII tanto en las Glosas Emilianenses de Santo Domingo de Silos como en el Beato de Liebana de San Pedro de Cardeña, en el que ya se "ve" ese primitivo castellano romance, una mezcla de un latín muy vulgar con claras influencias del árabe, y que también aparecen en las jarchas y moaxargas andalusíes, justo por haber nacido el castellano como una lengua de frontera entre ambos mundos.
Ni los franceses se llaman así mismo latinos, pese a que inventaron el término, se llaman francófonos.
Somos HISPANOS y debemos decir HISPANOAMERICA, incluyendo (si se quiere) al Brasil, porque todo viene de Hispania, nombre dado a la península de forma integral por parte del Imperio Romano.
Los reyes de Portugal también se intitulaban primero Hispaniorum Rex y luego rey de Portugal, porque se consideraban herederos de la Hispania Visigoda. Igual ocurría con cada reino hispánico, con Castilla, Aragón, Navarra, León, etc.
Además de que entre 1580 y 1640 Portugal pertenecía a la Corona Hispánica.
IBEROAMÉRICA podría ser otro eufemismo para no decirle hispano a nada, dentro de la política de desacreditación anglófona (Leyenda Negra).
La denominación de Iberia por los griegos supuso un nombre temporal a un espacio geográfico concreto, que así denominaron en algunos escritos de geografía, como el de Estrabón, pero que no trascendió en su época tal y como ahora lo conocemos.
Tanto Roma como Cartago nos llamaban de otra forma. Además los griegos no controlaron ni dominaron la península, sólo apenas unas colonias puntuales en las costas.
Con lo que hablar de Iberia sólo es exclusivamente para hablar de la PENÍNSULA, desde un punto de vista puramente geográfico, pero culturalmente siempre es HISPANIA.
Roma estuvo muchos siglos, con administración total del territorio y con una inmersión cultural total, sin tener nada que ver los griegos, llamando a la península HISPANIA e, incluso los visigodos, que llegaron después, se llamaban así mismos Hispaniorum Rex.
Los auxiliares de las legiones, como los HONDEROS BALEÁRICOS, eran llamados hispanos, no íberos.
La nomenclatura de íbero quedó para los pueblos autóctonos, del marco meridional y mediterráneo, de cultura íbera, pero con Roma dejó de usarse ese nombre y toda la península pasó a llamarse Hispania y sus habitantes HISPANOS.
Todos los reyes cristianos de la península se denominaban primero Hispaniorum Rex y, después, rey de Portugal, Castilla, Aragón o de donde fuera: jamás ibericum o similar
El uso de Iberoamérica sería, por lo tanto, un eufemismo actual, siguiendo la política anglosajona de quitar cualquier vestigio de lo hispano en América.
Estos nombres son artificiales, pues NUNCA en toda la historia de la España Americana o América Hispánica nos hemos llamado a nosotros mismos latinos o íberos, sino ESPAÑOLES o HISPANOS.
Tomado de LuxMagister CarpeDiem
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