Por Carlos Esteban
Este “mes del orgullo” (mes del Sagrado Corazón para el Catolicismo) se celebra una conferencia de la agrupación de “católicos lgbt” apadrinada por el jesuita “padre” James Martin, Outreach, para quien Bergoglio envió una cariñosa carta manuscrita. Y en esta conferencia, otro asesor vaticano, el homosexual declarado Juan Carlos Cruz, miembro de la Comisión Pontificia para la Tutela de los Menores, ha intervenido para soltar una verdadera bomba.
“Al papa le dolió mucho cuando la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó una carta, que él no firmó, diciendo que no se pueden bendecir parejas gays”. Y añadió: “Tendréis que confiar en mi palabra cuando digo que esa gente no trabaja ya en Doctrina de la Fe”.
Estas declaraciones plantean dificultades muy graves. Porque alguien miente aquí, y en un asunto no menor.
Veamos. La carta en cuestión aparece firmada por Luis Ladaria, prefecto de la (entonces) Congregación para la Doctrina de la Fe, y el secretario, arzobispo Giacomo Morandi. Sus último párrafos proclaman:
“Por las razones arriba mencionadas, la Iglesia no tiene ni puede tener la potestad de bendecir uniones de personas del mismo sexo en el sentido antes mencionado”.
“El Soberano Pontífice Francisco, en audiencia concedida al secretario de esta Congregación abajo firmante, fue informado y dio su autorización a la publicación del Responsum ad dubium antes mencionado, con la nota explicatoria adjunta”.
¿Quién miente? ¿Fue engañado Francisco? Si le dolió el ‘responsum’, ¿por qué accedió a su publicación? Si le engañaron, ¿qué problema tuvo para denunciarlo?
¿Hasta cuándo vamos a tener este magisterio (en minúsculas) de un paso a un lado y otro al contrario, de nombramientos que contradicen políticas expresas y gestos que anulan proclamaciones?InfoVaticana
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