Por Carlos Esteban
Martin llega a afirmar que los cristianos “no deberían hacer todo lo que la Biblia manda” en su nueva “Guía de divulgación de la Biblia y la homosexualidad”.
Intenta mostrar cómo una defensa explícita del comportamiento homosexual puede reconciliarse con el cristianismo en su “guía”, citando a eruditos bíblicos que supuestamente ayudan a interpretar pasajes bíblicos sobre la homosexualidad. Sin embargo, el consejo de Martin y de los eruditos se reduce a esto: los cristianos pueden ignorar las prohibiciones bíblicas sobre el comportamiento homosexual.
Martin lamenta que tales versículos bíblicos “se usen contra las personas lgbtq una y otra vez”, y continúa advirtiendo que “una respuesta a estos versículos es verlos en su contexto histórico y recordar que incluso los cristianos devotos no deberían hacer todo que el Antiguo Testamento manda. Lo mismo para las Epístolas en el Nuevo Testamento”.
Su rechazo selectivo de los pasajes de las Escrituras del Nuevo Testamento está en desacuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica (CCC), según el cual los autores de las Escrituras están inspirados por el Espíritu Santo, y por lo tanto, “debemos reconocer que los libros de las Escrituras firmemente, enseñan fielmente y sin error aquella verdad que Dios, por nuestra salvación, quiso ver confiada a las Sagradas Escrituras”.
Desde luego, no debe ser fácil reinterpretar a San Pablo en pasajes como este: “Por eso Dios los entregó a pasiones degradantes. Sus mujeres cambiaron el coito natural por el no natural, y de la misma manera también los hombres, dejando el coito natural con las mujeres, se consumieron en pasión los unos por los otros. Los hombres cometieron actos desvergonzados con los hombres y recibieron en sus propias personas la debida pena por su error”.
InfoVaticana
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