Con el pretexto de atraer a los jóvenes a la Iglesia Católica, la “Nueva Evangelización” de JPII con sus “Jornadas Mundiales de la Juventud” y sus convenciones nacionales, como la de California, presentan en realidad una imagen distorsionada de la Fe Católica a los jóvenes.
Estas reuniones hacen múltiples concesiones al mundo moderno - mala vestimenta, costumbres y música por nombrar algunas. Además, su manera de presentar a Nuestro Señor Jesucristo y su manera de adorarlo son inauténticas.
De hecho, al "encontrar a Jesús" -¡tan alabado en las charlas y sermones! - lo que el joven encuentra es al "bueno de Jesús" que viene a decirle al joven que está bien como está. El "gran cambio" de vida se reduce a que un joven diga "amo a Jesús", y luego siga haciendo lo mismo que hacía antes - todo con las bendiciones del clero progresista.
Este Cristo no es el verdadero Cristo que nos invita a seguir su Vía Crucis viviendo una vida de sacrificio como nos mostró en su Pasión y Muerte: "El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de Mí" (Mt 10,38).
El ejemplo de estas monjas nos muestra lo lejos de la Cruz que está esta “Nueva Evangelización”.
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