La madre María Berenice Duque Hencker fue una religiosa colombiana que fundó distintas congregaciones religiosas, por lo que es sumamente querida y apreciada. Una de sus fundaciones fue la Congregación de las Hermanas de la Anunciación.
El día 29 de octubre, fue beatificada durante una ceremonia presidida por el cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para la Causa de los Santos y concelebrada por el arzobispo de Medellín, monseñor Ricardo Tobón Restrepo.
Durante la celebración se encontraron presentes “miles de personas”, pues fue realmente un “hecho histórico que se vivió por primera vez en el país”.
El cardenal Semeraro habló sobre la vida de la madre María Berenice durante su homilía, destacando la “humildad” como su principal virtud.
“En esto, la Madre María Berenice, hoy beatificada, siempre tuvo como modelo a la Virgen María de la Anunciación, a quien dedicó la primera de las tres fundaciones religiosas: las Hermanas de la Anunciación. Ella misma vivía su vida cotidiana en la esencialidad, considerándose un ‘gusanito’, ‘basura’, ‘nada’ ”, dijo Semeraro.
La fundadora trabajó “día tras día, con dificultad, con sufrimiento, superando muchas pruebas”, en busca de responder a Dios, a pesar de atravesar diferentes contrastes y malentendidos. Sin embargo, afirma el cardenal, siempre la motivó el “buen ejemplo” de la Virgen María.
Otra de sus principales virtudes fue la caridad, pues dedicó gran parte de su vida ayudando a todo tipo de personas necesitadas y, con el fin de que puedan ser evangelizadas fundó una familia religiosa.
El cardenal Semeraro comentó que la madre María Berenice “tenía, en particular, amor por los niños más pobres, a los que consideraba los favoritos del Señor”.
También fue leída la carta apostólica en la que el papa Francisco declara su beatificación y fueron veneradas sus reliquias en el altar.
La beata M. María Berenice Duque
Nació en Salamina (Caldas) el 14 de agosto de 1898. Sintiéndose llamada a la vida religiosa ingresó a la Congregación de las Hermanas Dominicas de la Presentación, el 20 de diciembre de 1917, donde permaneció por 33 años.
Su trabajo y solicitud por las personas más pobres y marginadas de la sociedad y su decisión de entregarse totalmente a Dios la condujeron a fundar el 14 de mayo de 1943, la Congregación de las Hermanitas de la Anunciación, esto con el apoyo de Mons. Joaquín García Benítez, entonces Arzobispo de Medellín. Más adelante, en 1957, fundó las Misioneras de Jesús y María y, en 1965, emprendió el proyecto de los Misioneros de la Anunciación.
Su constante preocupación fue la de ayudar a los excluidos de la sociedad y de anunciar a todos el Evangelio. A través de su vida se esforzó en identificarse con Cristo, haciendo siempre en medio de muchas pruebas la voluntad de Dios.
La madre Berenice Duque Hencker hizo toda su obra pastoral en la Arquidiócesis de Medellín, y en vida, tuvo la oportunidad de conversar y escribir algunas cartas a santa Laura Montoya.
Promovió el amor al Corazón Eucarístico de Jesús y María en el Misterio de la Anunciación. Fomentó la evangelización y la promoción social de niños y jóvenes, a partir de la familia, lo que ha llevado a su congregación a fundar guarderías, preescolares, escuelas, colegios, misiones y movimientos laicales en pequeñas ciudades, barrios marginales y sectores rurales.
En una época en que las diferencias de clase y raza eran socialmente muy pronunciadas, ella insistía en servir a todos sin distinción de razas, ni condición social y en acoger vocaciones llegadas de muy distintos ambientes, como ha señalado la hermana Enith María, actual superiora de la comunidad de las Hermanitas de La Anunciación: “la madre defendió heroicamente la evangelización con la población que era mirada de reojo en la Medellín de la época, es decir, con hijos de hogares disfuncionales, trabajadoras de la clase textil, personas de raza negra y familias en extrema condición de pobreza”.
La madre Berenice, quien es conocida como la “Madre de la Caridad y la Alegría” recibirá esta beatificación, entre otras, gracias al milagro comprobado sobre el joven Sebastián Vásquez, recientemente fallecido, quien desde muy niño sufrió una enfermedad neurológica rara de la cual, gracias a la oración a la madre Berenice y por su intercesión, se curó milagrosamente en abril de 2004, dejando a un lado la silla de ruedas y la alimentación a través de una sonda que le había acompañado gran parte de su infancia.
Tras padecer una penosa enfermedad durante 13 años, la madre Berenice Duque falleció con 95 años el 25 de julio de 1993. El proceso de Canonización se inició el 23 de mayo de 2002 en la Curia Arquidiocesana de Medellín.
Infocatolica
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