Los garabatos rojos en las paredes y el techo son obra del “artista” austríaco Otto Zitko, perpetrados en 2003. Recibió el encargo de profanar así el espacio sagrado, aparentemente por encargo del pastor.
El lugar de esta espantosa abominación es una capilla lateral, dedicada a San Andrés Apóstol, que forma parte de la parroquia de San Andrés (Sankt Andrä) en Graz, Austria. Se encuentra en la diócesis de Graz-Seckau, donde el obispo Egon Kapellari estaba a cargo cuando se llevó a cabo esta obra blasfema.
La diócesis, ahora dirigida por el Sr. Wilhelm Krautwaschl, ni siquiera se avergüenza de esta profanación de lo sagrado. Al contrario, exhibe la “obra de arte” en su sitio web como parte de una página que anuncia “visitas guiadas a las iglesias de la diócesis”.
Hay más fotografías de la capilla lateral vandalizada profesionalmente, disponibles en el siguiente sitio web, dedicado exclusivamente al “arte” de la parroquia de San Andrés:
Andreas-Kapelle (Andrä Kunst)
El mensaje explicativo que se encuentra en la página enlazada arriba indica que Zitko había sido “invitado a 'cargar' el espacio de la capilla de 11 metros de altura con una red gráfica, dotándolo de una densidad existencialmente atractiva”. Sin duda, hay algo increíblemente denso en esto, aunque sospechamos que le falta un poco de atractivo, existencial o de otro tipo.
En cuanto al profundo significado de las líneas garabateadas, la página explica: “El color y la forma del dibujo espacial sugieren la asociación de un fuego abrasador. Las imágenes bíblicas para esto van desde la zarza ardiente hasta el fuego pentecostal que se apoderó de los apóstoles. Fuego y Espíritu son sinónimos para indicar la presencia de Dios”. Ahí lo tienen: es realmente muy edificante, si tienen el don y la “onda” suficientes para entenderlo. (¡Y ustedes, ingenuos, pensaron que era solo un garabato tonto que desfiguraba lo sagrado! ¡Cómo se atreven!).
Aquí hay una vista del techo, por cierto:
Si esto es “arte sacro”, ¿cómo sería ver arte profano…?
¿Qué? ¿No ves la zarza ardiente? ¿O el descenso del Espíritu Santo? ¿O la red de pesca de San Andrés? ¿Qué te pasa?
El mensaje explicativo concluye: “La obra pictórica de Otto Zitko ha transformado el carácter fundamental de la Capilla de San Andrés”. ¡En eso sí que estamos de acuerdo!
Pero ¿quién fue el individuo que encargó esta basura en 2003? Suponiendo que fue el párroco, sin cuyo permiso esto obviamente nunca habría sucedido, entonces sabemos que fue el “padre” Hermann Glettler, quien estuvo a cargo de San Andrés de 1999 a 2016.
Hermann Glettler: si el nombre les suena, hay una razón. En 2017, el “papa” Francisco lo ascendió y lo nombró “obispo” de Innsbruck, Austria. En otras palabras, puso al zorro a cargo del gallinero.
Glettler es uno de los peores del mundo, sin duda. Está enamorado del arte blasfemo y sacrílego. Aquí algunos ejemplos de sus responsabilidades:
Obispo de Austria coloca en una iglesia la imagen de un hombre desnudo
Nueva blasfemia: Obispo austríaco instala en una iglesia “El reloj de Jesús”
Algunas personas compiten por el lugar más caliente del infierno.
La profanada iglesia parroquial de San Andrés en Graz tiene mucho más que ofrecer, tanto profano como “artístico” (¿qué tienen de malo los vitrales pintados como ta-te-ti?), pero lo dejaremos para otra publicación, o mejor dicho, para una serie de publicaciones. Hay demasiado material.
Está demasiado ocupado protegiendo a la gente de la Misa Tradicional Latina.
Novus Ordo Watch
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