Completamente locos. Aborto de seres humanos cada vez más libre y penas por cargarte un huevo de águila perdicera.
Por el padre Jorge González Guadalix
Antes que nada… ¿Ya he dicho que estaba cansado? Sí. Y lo estoy, pero no tanto que no me sea posible escribir de vez en cuando. Mis amigos se alegrarán. A quien le disguste, ajo y agua.
Acabamos de conocer hace apenas unos días que el consejo de ministros de España ha aprobado la llamada, creo, “ley de bienestar animal”, y decidí pasar a Rafaela unos cuantos artículos de prensa sobre el particular. Ella es de pueblo y de siempre ha tenido vacas, algún cerdo, gallinas, perro, gatos… Más sabrá que yo.
Anoche me ha llegado un correo porque dice que prefiere ir escribiendo cosas para que no se le pase nada de lo que piensa. Hoy, tras el correo, he sido yo quien ha marcado su número telefónico.
Lo primero que me ha dicho, cabreada, indignada, rebotada y asqueada es que no entiende que para tener en casa un gatito haya que hacer un curso obligatorio y que para educar a un niño no haga falta:
- ¿Ves, cura, como estamos locos de remate o demasiado espabilados? Mucho más importante el gatito que cualquier ser humano, porque bien podían establecer cursos obligatorios para las parejas o no parejas que vayan a tener un niño. Pues no. Pero ojo si vas a por un perrito. Curso y casi libertad vigilada.
Hemos hablado mucho y al final lo único que me queda son interrogantes. Por ejemplo, si pueden salir caballos, burros de cuatro patas y otros semovientes en la procesión de san Isidro o la cabalgata de reyes. Tampoco tengo claro si la bendición de mascotas el día de san Antón, en Madrid o cualquier otro lugar, habida cuenta de que siempre acuden medios de información, podría ser considerada exhibición de animales, cosa parece ser prohibida.
Me resulta sorprendente que mientras es obligatorio recoger los excrementos caninos, los gatitos de las llamadas colonias felinas puedan hacer sus necesidades donde les plazca, incluidos jardines particulares, y si esos excrementos los va a recoger la señora ministra personalmente. Más aún, si un gatito se mete en el jardín de la casa parroquial y Socio lo echa a ladridos, ¿cometemos algún delito?
Tengo, además, otro problema serio, y es que a ver qué hacemos con los ratones, que tienen la mala costumbre de asomarse por la iglesia alguna vez e incluso aparecer dentro de la casa parroquial. Hasta ahora me he defendido con cepos y veneno. No sé si un ratoncito debe ser considerado animal de compañía o incordio común, en cuyo caso tendré que preguntar a los agentes forestales o pedir asesoramiento a un veterinario suficientemente acreditado para el particular.
Socio se me ha puesto farruco y exige sus derechos. Se está leyendo todo lo referente al cuidado de animales de compañía y cuando nos enfadamos, por ejemplo si se le escapa un pis y le regaño, me recuerda que puede denunciarme por maltrato animal, y que me ande con mucho ojo. No solo eso, hasta se ha atrevido a decirme que le ha contado un perrito vecino que posiblemente tenga derecho a defensor perruno de oficio y que como no le trate a cuerpo de rey (¿más aún?) me denuncia.
Lo que no se esperaba Socio ha sido mi respuesta: ojito con amenazar, porque yo no puedo cortarte el rabito, pero como me hartes, digo que te has vuelto muy agresivo y te corto los perendengues, así que más cuidado con sacar las patitas del tiesto.
Completamente locos. Aborto de seres humanos cada vez más libre y penas por cargarte un huevo de águila perdicera. Recuerdo que en una ocasión un chinito nos explicaba a un grupo de españoles que en China matar un oso panda lleva consigo la pena de muerte, matar a un chino, pena de cárcel. ¿Más pena matar a un animal que a un ser humano? Es fácil: chinos hay muchos, pandas hay pocos.
Aquí es igual. No importa la dignidad del ser humano. Somos un número y según la agenda 2030, somos demasiados. Viva el aborto. Pero lo de los animalitos queda bien.
En España ya teníamos leyes de defensa de los animales. No necesito que me lo expliquen. Soy de pueblo y de familia de agricultores y ganaderos. En casa cada vaca era casi como de la familia y los animales de compañía, porque siempre tuvimos perros y gatos, se cuidaban bien sin mayor problema. Tampoco creo que Socio se queje del humano que le ha tocado.
Rafaela dice que vistas las leyes de protección animal ganas le entran de pedir que se las apliquen. Cuántos perros y gatos están mejor cuidados que muchos ancianos.
Lo que no se esperaba Socio ha sido mi respuesta: ojito con amenazar, porque yo no puedo cortarte el rabito, pero como me hartes, digo que te has vuelto muy agresivo y te corto los perendengues, así que más cuidado con sacar las patitas del tiesto.
Completamente locos. Aborto de seres humanos cada vez más libre y penas por cargarte un huevo de águila perdicera. Recuerdo que en una ocasión un chinito nos explicaba a un grupo de españoles que en China matar un oso panda lleva consigo la pena de muerte, matar a un chino, pena de cárcel. ¿Más pena matar a un animal que a un ser humano? Es fácil: chinos hay muchos, pandas hay pocos.
Aquí es igual. No importa la dignidad del ser humano. Somos un número y según la agenda 2030, somos demasiados. Viva el aborto. Pero lo de los animalitos queda bien.
En España ya teníamos leyes de defensa de los animales. No necesito que me lo expliquen. Soy de pueblo y de familia de agricultores y ganaderos. En casa cada vaca era casi como de la familia y los animales de compañía, porque siempre tuvimos perros y gatos, se cuidaban bien sin mayor problema. Tampoco creo que Socio se queje del humano que le ha tocado.
Rafaela dice que vistas las leyes de protección animal ganas le entran de pedir que se las apliquen. Cuántos perros y gatos están mejor cuidados que muchos ancianos.
Leyes hay que exigen que un perro salga a pasear tres veces al día. Eugenia, que lleva dos años sin pisar la calle porque vive sola en un tercero sin ascensor, dice que quién fuera perro…
Rematadamente locos. ¿Para cuándo una ley de bienestar personal con incidencia especial en los mayores? Para mayores y enfermos, mejor la eutanasia. Y me callo el adjetivo que se me está escapando… Ovino o caprino, aumentativo plural.
De profesión, cura
Rematadamente locos. ¿Para cuándo una ley de bienestar personal con incidencia especial en los mayores? Para mayores y enfermos, mejor la eutanasia. Y me callo el adjetivo que se me está escapando… Ovino o caprino, aumentativo plural.
De profesión, cura
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