jueves, 2 de junio de 2022

ROSARIO DE HOMBRES EN LIMA

El Sábado 28 de mayo, 8am, en la Plaza de la Bandera de la capital peruana se dieron cita hombres de diversas partes de “ciudad de los reyes”. Varones de distintas ocupaciones y razas. Desde niños y jóvenes hasta adultos y ancianos.


Mientras en una casa frente a la Plaza, varios hombres preparan la imagen de la Virgen de Fátima (una réplica de la venerada en Portugal y que va peregrinando diversos países del mundo)…. a un lado de La Plaza, se fue formando una interminable cola de decenas de hombres, quienes se preparaban para el sacramento de la confesión. Muchos de ellos hacía tiempo que no iban a Misa ni se confesaban.

Aproximadamente 700 hombres (de un total de 900 aprox) no solo tuvieron un momento de oración entre varones sino que además, recibieron el sacramento del Perdón de los Pecados.

Sí hay más alegría en el Cielo por un Pecador que se convierte que por 99 justos…. Pues la felicidad que ha habido en el Cielo ha sido grande, Gracias a Dios.

A las 9:30 de la mañana se puso en andas a Nuestra Señora y a paso lento y entre cantos ingresó a la plaza de la Bandera para ser recibida por una multitud de hombres que, formados en filas y columnas, entonaron cánticos marianos con voz fuerte y viril.


Puesta en un lugar visible, se inició el rezo del rosario. Los misterios escogidos fueron los dolorosos, cuyas meditaciones hacen reflexionar a los asistentes sobre las virtudes masculinas, la deformación que causa en el varón todas aquellas ideologías modernas y sobre el sacrificio de Jesús en la cruz por nuestra redención, pues Él es quien abraza la adversidad, no se queja, permanece firme en lo correcto, su voluntad es la del Padre, Él domina sus emociones y se entrega con alegría. Todas estas cualidades son propias del varón verdadero.

El éxito del Rosario de Hombres en el Perú fue preanunciado cuando medio millar de varones asistieron a la Santa Misa del 19 del mismo mes, para encomendar los futuros frutos del Rosario de hombres en tierras peruanas. Misa en la cual, las colas para la confesión estuvieron también abarrotadas.


Estos hechos demuestran la necesidad que el varón tiene de Dios y de Santa María, y que ha encontrado una oportunidad propicia para hacerlo públicamente mediante esta iniciativa.

Según los organizadores en Perú (Carlos Waite, Luis Gonzales y Javier Moscoso), el Rosario de hombres a nivel mundial persigue dos fines: la manifestación pública de la fe y la recuperación de la masculinidad de los hombres.

Nos comenta Carlos Waite, que la apostasía general que vive la sociedad actual ha obligado a encerrar en cuatro paredes todo acto de fe, relegando la vida cristiana al ámbito privado y excluyendo a Dios de la esfera pública. Es por eso, nos dice, que el rosario de hombres busca mostrar y reafirmar el carácter público de la fe, llevándola a las calles. De esa manera, aclara, buscan adorar a Dios y venerar a la Virgen María en plazas, avenidas y parques, siguiendo el pedido de la Madre de Dios, rezar todos los días el santo Rosario y de hacer penitencia por los pecadores.

Al mismo tiempo, Luis Gonzales manifiesta que, el rosario de hombres busca que los varones vuelvan a serlo de nuevo. La sociedad ha puesto como enemigo al varón y a todo lo masculino. Ha arrinconado toda expresión de virilidad, haciendo perder la propia identidad al varón, quitándole su fuerza intrínseca, rebajando su papel dentro de la sociedad y de la familia. De ahí que la figura del padre, como cabeza de familia, sea tan denostada y minusvalorada hoy en día. La confusión social ha hecho pensar que el varón es el depredador al que debe combatir, mientras que exalta al hombre afeminado, edulcorado y frágil, sin darse cuenta que son dos caras de la misma moneda: el varón entregado a sus pasiones, sin dominio de sí. Por eso, el rosario de hombres quiere resaltar y devolverle al hombre aquella masculinidad que la sociedad le está privando, con la firme certeza que un varón verdaderamente masculino es una de las grandes soluciones para los problemas modernos.


De ahí que las reuniones de los rosarios se convoquen solo a varones. Las mujeres han estado muy presentes en la vida de la Iglesia, gracias a ellas hemos conservado la fe. Sin embargo, al varón se le ha visto alejado de la vida de piedad. La figura de San José, se convierte en un modelo de varón de fe, que ora, que sigue primero la voluntad de Dios y que protege a su familia. El hombre no es hombre si antes no se vuelve a Dios. De Él obtiene toda su fuerza, a ejemplo de san José, quien mantuvo una vida de oración continua, hablaba con Jesucristo, Dios, en lo cotidiano de la vida de Nazaret y trataba finamente a santa María. José es el ejemplo del varón virtuoso, firme, silente, que no busca aparecer, ni ser el protagonista.

Y como contra partida, nos dice Javier Moscoso que, el rosario de hombres busca combatir toda ideología anticristiana, desde el liberalismo hasta el comunismo, pasando por la masonería, la ideología de género y la antinatalista, y toda aquella que disuelva el orden natural querido por Dios.

En resumen, nos dice Luis Gonzales que, el rosario de hombres está en “pro” de todo lo que sea de Dios y en “contra” de todo lo que sea enemigo de Dios. Algunos, llevados por un pacifismo religioso, esconden el carácter combativo que tiene el cristianismo e intentan que estas iniciativas tengan un matiz “a favor de”, “amigable con todos”, escondiendo los “contras”. O, en ocasiones buscan otros fines nobles, por cierto, como la unidad nacional, pero olvidan que tanto la paz, la unidad, la justicia, son consecuencias de volver al orden natural, a la verdad, a Dios.

Por su parte Carlos Waite nos confirma que El rosario de hombres, tiene como único distintivo el Rosario en la mano. No busca insignias, ni crear una asociación, ni patentar ningún nombre en alguna institución, no tiene protagonistas, ni rostros ya que todo esto muchas veces (casi siempre) termina torciendo y desnaturalizando los fines. Por ello se cuidará de no dejar caer esta bendita iniciativa en esos errados mecanismos.

Las únicas caras visibles -nos dice- son los de miles de varones que salen a las calles a rezar persiguiendo las dos finalidades mencionadas: la fe pública y la masculinidad.

Javier Moscoso nos comenta que a diferencia de otras manifestaciones católicas, como “marcha por la vida”, “conciertos católicos”, “jornadas de fe”, todas muy nobles y edificantes, El Rosario de Hombres tiene otros matices: de Virilidad, Firmeza, Naturalidad y Sobriedad. No se pide un tipo de vestimenta en especial, siempre y cuando sea sobria, basta. La música, incluso, se entona firme y a capela, a sola voz masculina, sin instrumentos, ni voces profesionales. Y si sumamos la misma formación estilo militar, todo eso nos va dando pistas de qué es lo que se busca.


Creemos firmemente -finalizan los organizadores- que de detrás de todo esto está la siempre Virgen María, Nuestra Señora y Madre, que conduce a sus hijos a Jesucristo. Ella, más que nadie, sabe de los males que sufren sus hijos varones, a quienes se les ha quitado su capacidad de entrega y evadir su responsabilidad de padre, al punto de feminizarlo. Y aun así, los llama a recuperar su masculinidad, a defender la fe en su Hijo en la cruz, en medio de tiempos hostiles.

Al final de esta nota no queda más que decir que Gracias a Dios, El Rosario de Hombres en Perú, está en buenas manos, pues sus organizadores, lo han puesto todo en Manos de La Gracia de Dios.

Deo Gratias.


InfoCatolica


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