Esta amarga prueba comenzó previamente con una “Visita Apostólica” organizada el 5 de julio de 2012 y conducida por el Reverendo Mons. Vito Angelo Todisco, presbítero de la diócesis de Avellino. Al final de esta visita, se ordenó la suspensión del Gobierno General del Instituto y se nombró Comisario Apostólico al Rev. Fidenzio Volpi, OFM Cap.
Aunque estaba en vigor el Motu Proprio Summorum Pontificum, el decreto ordenaba que "los frailes están obligados a celebrar la Misa según el Rito Antiguo sólo con permiso previo, expresamente autorizado por las autoridades competentes". El Rev. Padre Alfonso María Bruno fue designado como nuevo Secretario General.
El 10 de junio de 2014, Bergoglio se reunió con una delegación de los frailes franciscanos de la Inmaculada junto con el comisario Volpi y utilizó su habitual método incomprensible, que es golpear con actos y documentos pero luego mostrarse misericordioso y amoroso. Con los religiosos, en este encuentro, se muestra afable y confirma su carisma.
En ese mismo período, sin embargo, varios religiosos fueron dados de baja del Instituto sin seguir ningún procedimiento canónico legítimo. Lamentablemente, el 07 de junio de 2015 el Rev. Padre Volpi falleció a causa de un infarto repentino y la Congregación nombró a los nuevos Comisionados. Se decidió optar por tres sacerdotes: el Rev. Don Sabino Ardito, salesiano; el Rev. Padre Gianfranco Ghirlanda, jesuita, y el Rev. Padre Carlo Calloni, fraile menor capuchino.
Terminaron en la corte
En esos años hubo acusaciones y teatros indecentes que incluso involucraron al fundador, padre Stefano Maria Manelli, acusado de haber hecho firmar con su propia sangre los votos de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada.
Se hicieron acusaciones de fraude, falsa ideología y mucho más contra el padre Manelli y su gobierno. Se escribieron muchas cosas en los periódicos que nunca se verificaron o en todo caso, no se reflejaban en las investigaciones oficiales.
Un largo calvario
No entraremos en el fondo de la historia porque algunos autores de Silere non possum han conocido la realidad de los franciscanos de la Inmaculada Concepción y han podido constatar personalmente que hubo un período particularmente fecundo. El instituto gozó de muchas vocaciones y de una seria voluntad de seguir la regla de Francisco. Posteriormente, surgieron algunas ideologías e igual número de rigideces por parte de algunos miembros (superiores y no) que han cargado el clima. Algunos miembros han revelado serias dificultades en la relación con los demás debido a verdaderos abusos espirituales y psicológicos. Incluso hubo algunos monasterios de clausura que cuestionaron la autoridad del pontífice.
Incluso el tan mentado secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, que era ministro general de la Orden de los Hermanos Menores cuando hubo un escándalo financiero que fue investigado por la fiscalía suiza, entró en el asunto con una actitud bastante agresiva. S.E.R. Monseñor José Rodríguez Carballo enseguida golpeó el aspecto de la celebración litúrgica, cuando en realidad los problemas más graves se resumían en la rigidez de algunos miembros y no en lo que era la Forma Extraordinaria del Rito Romano.
También se supo que durante la estancia del reverendo Sabino Ardito en el hospital, se firmaron varios decretos de despido del Instituto, lo que obviamente plantea algunas dudas sobre su legitimidad. También en este caso es necesario distinguir las razones que han llevado a esta decisión de la Santa Sede de la metodología. Muy a menudo, aunque existan razones de peso para actuar, se utilizan medios que atentan contra la dignidad de las víctimas y de los acusados. La claridad ayudaría más que nada.
El nuevo gobierno
Después de nueve años de puesta en marcha, el Instituto finalmente vuelve a caminar sobre sus propios pies y el Capítulo General, el 13 de mayo de 2022, nombró al Reverendo Padre Inmaculado M. Acquali como nuevo Ministro General, el Reverendísimo Zangheratti, Vicario General, y los reverendos Padres Alfonso MA Bruno y Gianfrancesco M. Lim, como Consejeros Generales.
Esperamos que el carisma de San Francisco, San Maximiliano María Kolbe y la Virgen Inmaculada hagan florecer este instituto.
Extracto de Silere non Possum
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