Por Matt C. Abbott
Los siguientes son extractos pertinentes del nuevo libro de Randy Engel The Rite of Sodomy: Homosexuality and the Roman Catholic Church.
Capítulo 15
El caso especial del cardenal Joseph Bernardin
Introducción
Este segmento sobre el cardenal Joseph Bernardin se incorporó originalmente al capítulo anterior sobre miembros homosexuales de la jerarquía estadounidense. Sin embargo, decidí que el cardenal Bernardin merecía un capítulo propio.
Para hacer justicia real al cardenal Bernardin y su séquito de clericales homosexuales, pederastas y parásitos auxiliares que conformaron el Eje Homosexual / Pederasta Chicago-Washington, DC, se requeriría un libro completo.
Este resumen altamente condensado de información sobre el papel desempeñado por Bernardin en la construcción del Colectivo Homosexual dentro de AmChurch (el difunto autor Malachi Martin acuñó 'AmChurch' como una contracción de la 'Iglesia católica estadounidense'), tiene la intención de disipar la ficción de que el difunto cardenal Bernardin logró engañar a toda la gente todo el tiempo.
Que la supuesta inclinación sexual de Bernardin por los hombres jóvenes sigue siendo un tema abierto incluso hoy, diez años después de la muerte del cardenal, se refleja en los comentarios hechos por el escritor AW Richard Sipe en su discurso de apertura, "Vista desde el ojo de la tormenta", dado el 23 de febrero de 2003 a la Conferencia Nacional Linkup en Louisville, Ky.
Según Sipe, años antes de que Bernardin fuera acusado de abuso sexual por Steven Cook en 1993, "varios sacerdotes que eran asociados de Bernardin antes de su mudanza a Chicago revelaron que habían 'salido de fiesta' juntos; hablaron sobre sus visitas al Josephinum para 'socializar' con los seminaristas".
"Es un hecho que el acusador de Bernardin (Cook) nunca se retractó de sus acusaciones de abuso por parte de nadie que no sea Bernardin", dijo Sipe. También le dijo a la audiencia que la recompensa de la Arquidiócesis de Chicago para Cook antes de morir de SIDA estaba en el rango de los $ 3 millones.
El padre Charles Fiore, el conocido dominicano, relató gran parte de la información recordada por Sipe a este escritor en una serie de entrevistas telefónicas que abarcaron más de cinco años a principios de la década de 1990, pero con mucho mayor detalle. Esta información incluyó el testimonio de un seminarista que afirmó haber sido forzado a tener una relación sexual con Bernardin y otros prelados estadounidenses, y que dijo que asistió a funciones sexuales en las que el arzobispo alardeaba alrededor de un joven llamado Steven Cook.
El caso de Cook, como veremos, no fue la primera vez que el nombre de Bernardin apareció en conexión con actividades homosexuales y escándalos de abuso sexual, algunos de los cuales involucraban prácticas ocultas.
Poco antes de que Cook presentara una demanda contra el padre Ellis Harsham y el cardenal Bernardin en noviembre de 1993, monseñor Frederick Hopwood, ex compañero de cuarto de Bernardin en Charleston, Carolina del Sur, fue acusado de abusar sexualmente de más de 100 niños. Gran parte del presunto abuso tuvo lugar cuando Bernardin se desempeñaba como canciller adjunto de la Diócesis de Charleston bajo el obispo John J. Russell.
El cardenal Bernardin envió un equipo de abogados arquidiocesanos a Charleston para arreglar un acuerdo extrajudicial para las víctimas de Hopwood. Los registros fueron sellados.
La Diócesis de Charleston ha sido reconocida durante mucho tiempo como sede del "progresismo" doctrinal desde los días del obispo John England, y la ciudad de Charleston es el centro histórico del "Rito Palladiano Nuevo y Reformado" creado por el francmasón Albert Pike en la década de 1870, un rito que aclama a Lucifer como el Portador de la Luz.
Fue aquí en Charleston donde el joven Bernardin vivió sus primeros años.
Bernardin como el hijo obediente
Joseph Louis Bernardin nació el 2 de abril de 1928, un año después de que sus padres emigraran a Charleston desde Italia. El evento más traumático de su infancia fue la muerte de su padre, Joseph, por cáncer cuando el pequeño Joe tenía seis años.
A partir de entonces, su mundo giró en torno a su madre, María, a quien le fue imposible regresar a Italia, pero logró criar a Joe y a su hermana menor Elaine con sus escasas ganancias como costurera durante los años de la Gran Depresión. Los Bernardin vivieron con parientes hasta que pudieron pagar un apartamento propio. Durante estos años de formación, Joe asumió muchas de las tareas domésticas del hogar, incluida la preparación de las cenas y el cuidado de Elaine.
Joe Bernardin, que solo tenía cinco años cuando comenzó la escuela primaria pública durante la larga hospitalización de su padre, se graduó de la escuela secundaria a los 16 años. Fue a la Universidad de Carolina del Sur con una beca. Un año después, dejó el programa de pre-medicina de la Universidad para estudiar para el sacerdocio. Su madre y sus amigos fueron tomados por sorpresa, ya que Bernardin no era un joven particularmente religioso.
Joe Bernardin recibió su AB, summa cum laude, del Seminario de St. Mary en Baltimore en 1948. Luego pasó a estudiar en el Theological College, el seminario nacional de la Universidad Católica de América en Washington, DC operado por la Sociedad de St. Sulpice.
Joseph Bernardin (año 1979)
En 1949, debido a la mala salud de su madre, Bernardin rechazó una oportunidad de oro que le ofreció el obispo Emmett Walsh de Charleston para estudiar en el North American College en Roma. Tres años más tarde, el 26 de abril de 1952, a la edad de 24, Bernardin fue ordenado sacerdote de la Diócesis de Charleston en la iglesia de San José en Columbia, Carolina del Sur.
Una meteórica subida por la escalera eclesiástica
La primera asignación del padre Joe Bernardin fue como pastor de la Iglesia de San José.
En 1954, solo dos años después de su ordenación, el obispo John Joyce Russell, sucesor del obispo Walsh, llevó a Bernardin a trabajar en la Cancillería, donde asumió una amplia variedad de tareas administrativas. Rápidamente ascendió de capellán a director de vocaciones, a vicario general y canciller y secretario del obispo Russell. En 1959, a la edad de 31 años, el Papa Juan XXIII nombró Monseñor a Bernardin.
Monseñor Frederick Hopwood ( 1925-2017)
Entre los amigos cercanos de Bernardin se encontraba monseñor Frederick Hopwood, quien también trabajaba en la Cancillería y vivía en la rectoría de la Catedral de San Juan Bautista.
Hopwood, originalmente ordenado sacerdote de la Arquidiócesis de Nueva York en 1951, fue enviado a Charleston por el cardenal Spellman en enero de 1952. El motivo de la transferencia no está claro. En noviembre de 1954, el mismo año en que Bernardin comenzó a trabajar en la Cancillería, Spellman dio permiso para que Hopwood fuera incardinado en la Diócesis de Charleston. El obispo Russell nombró a Hopwood su canciller adjunto.
A fines de la década de 1950, Mons. Hopwood se había ganado la reputación de ser el pederasta residente de la cancillería. Hopwood abusaba sexualmente de niños en su habitación en la Catedral de St. John y en Camp St. Mary en Beaufort. Tales actividades criminales difícilmente podrían haber escapado a la atención del obispo superior de Hopwood, Russell, o de su amigo, Mons. Bernardin.
El largo historial de abuso sexual de Hopwood, que involucró a más de 100 víctimas, no salió a la luz hasta diciembre de 1993, cuando se presentó la primera demanda contra el sacerdote.
Todas las víctimas de Hopwood que presentaron cargos fueron finalmente pagadas por la Diócesis de Charleston con la asistencia financiera y legal del Cardenal Bernardin y los abogados contratados por la Arquidiócesis de Chicago del principal bufete de abogados de Mayer, Platt y Brown. Los registros judiciales del caso Hopwood se sellaron como parte del acuerdo financiero con las víctimas del sacerdote y sus familias. En junio de 2004, el Rev. Mons. Hopwood todavía figuraba como sacerdote (retirado) de la Diócesis de Charleston.
No se sabe si Bernardin fue un pederasta activo junto a Hopwood o simplemente era un socio silencioso mientras las locuras de Hopwood estaban en pleno apogeo en la Diócesis de Charleston, y es poco probable que Hopwood, quien le debe su libertad al difunto cardenal, nos aclare sobre el tema en el corto plazo (Nota de Redaccion: Hopwood falleció en 2017)
Como señala Paul Likoudis en su libro Amchurch Comes Out, Mons. Hopwood no fue el único pederasta clerical activo en la Diócesis de Charleston durante los años de Russell-Bernardin.
Estaba el padre Justin Goodwin, que fue ordenado sacerdote en 1953. Según los informes, pasaba gran parte de su tiempo libre en la Catedral de San Juan Bautista. En junio de 1995, Goodwin fue acusado de abuso sexual de menores varones. Los funcionarios diocesanos habían trasladado a Goodwin de parroquia en parroquia no solo en la Diócesis de Charleston, sino también a parroquias fuera del estado en Washington, DC, Nueva York y Carolina del Norte antes de dejar el sacerdocio.
Padre Paul F. Seitz (1927-2021)
Luego estaba el Padre Paul F. Seitz, miembro del círculo cercano de amigos de Bernardin. El historial de abuso sexual del padre Seitz se remonta a principios de la década de 1960 cuando Bernardin era canciller de la diócesis de Charleston y Seitz estaba sirviendo en el condado de Colleton en la iglesia de San Antonio en Walterboro y en la parroquia de St. James the Greater en Ritter. En diciembre de 1994, el hacha cayó sobre el padre Seitz. Fue acusado de abuso sexual y poco tiempo después renunció a su cargo "por razones de salud".
Nuevos mentores en Hallinan y Dearden
En septiembre de 1958, el obispo Paul J. Hallinan, una de las estrellas emergentes de AmChurch, reemplazó a Russell como el nuevo obispo de Charleston.
El 19 de febrero de 1962, el Papa Juan XXIII nombró a Hallinan el primer arzobispo de Atlanta. Cuatro años más tarde, después de contraer lo que resultó ser un caso fatal de hepatitis en Roma, Hallinan llevó a Bernardin a Atlanta. El 9 de marzo de 1966, el Papa Pablo VI nombró a Bernardin Obispo Auxiliar de Atlanta. Bernardin, el obispo más joven de los Estados Unidos, fue consagrado por Hallinan el 26 de abril de 1966 en la Catedral de San Juan Bautista.
Durante un breve período, Bernardin se desempeñó como rector de la Catedral de Cristo Rey en Atlanta hasta que el arzobispo John F. Dearden, el primer presidente de la recién creada NCCB / USCC, lo nombró como el primer secretario general de la oficina. Bernardin dimitió como Auxiliar de Atlanta el 5 de abril de 1968 para convertirse en el primero de una larga y prácticamente ininterrumpida línea de clérigos homosexuales y pro-homosexuales en ocupar el cargo de Secretario General y / o Presidencia de la NCCB / USCC.
Con la muerte del cardenal Spellman de Nueva York el 2 de diciembre de 1967, hubo un cambio gradual en el poder alejándose de los hacedores de reyes individuales como Spellman y Mundelein. La nueva generación de prelados derivaba su poder de sus posiciones dentro de la estructura centralizada de AmChurch de la NCCB / USCC.
La reorganización masiva de la antigua Conferencia Nacional de Bienestar Católico en la superburocracia de la NCCB / USCC resultó ser una ayuda increíble para el Colectivo Homosexual dentro y fuera de la Iglesia. Aceleró la tasa de infiltración y colonización total de las diócesis en todo Estados Unidos y alcanzó su cenit bajo el reinado del Papa Pablo VI.
Uno de los amigos más cercanos del obispo Bernardin en la NCCB / USCC fue su compañero homosexual, el padre James S. Rausch, cuyos antecedentes se han tratado a fondo en el capítulo 11. En 1970, el obispo Bernardin nombró al padre Rausch, secretario general adjunto de la NCCB / USCC. Después de que Bernardin fuera nombrado arzobispo de Cincinnati en noviembre de 1972, Rausch lo sucedió como secretario general.
Obispo James S. Rausch (1928-1981)
Rausch fue consagrado Obispo Auxiliar de St. Cloud, Minnesota por el Cardenal John Krol de Filadelfia el 26 de abril de 1973. En enero de 1977, después de haber cumplido su mandato en la NCCB / USCC, Rausch fue nombrado Obispo de la Diócesis de Fénix.
Otro amigo cercano de Bernardin fue Michael J. Sheehan, uno de los cuatro secretarios adjuntos de Bernardin en la NCCB / USCC. Tenía la reputación de ser el "hombre hacha" de Bernardin. Su tarea principal era despedir a los empleados heredados de la antigua Conferencia Nacional Católica de Bienestar y reemplazarlos por clérigos y laicos más política y moralmente "progresistas". Sheehan más tarde se convirtió en el arzobispo de Santa Fe, un vertedero proverbial para los pederastas clericales en fuga.
Arzobispo Michael J. Sheehan (1939-Arzobispo Emérito en la actualidad)
El lector recordará que Sheehan era el rector del Holy Trinity Seminary en Dallas, que aceptó al notorio Rudolph "Rudy" Kos como candidato al sacerdocio a pesar de que Kos era un hombre divorciado y conocido pederasta que había abusado sexualmente de sus propios hermanos. El ex rector del seminario había advertido a Sheehan contra Kos, pero fue ignorado.
La locura de Sheehan provocó una sentencia de millones de dólares en acuerdos extrajudiciales y tarifas de litigio sobre la Diócesis de Dallas y ayudó a Kos a ganar una condena a cadena perpetua. Una de las víctimas de Kos, Jay Lernberger, un ex monaguillo, se quitó la vida a la edad de 20 años, una tragedia que no se puede tapar con dinero.
Un prelado prometedor al que Bernardin estaba especialmente unido fue el obispo auxiliar John Roach, quien más tarde se convirtió en el arzobispo de Saint Paul y Minneapolis. Roach se desempeñó como presidente de la NCCB / USCC de 1980 a 1983.
Arzobispo John Roach (1921-2003)
Bernardin y Roach, a quienes algunos observadores de AmChurch caracterizaron como "gemelos unidos", dominaron la vida política en la NCCB / USCC durante décadas, primero directamente y luego a través de los clérigos que avanzaban en los obispados y puestos clave dentro de la burocracia de los obispos estadounidenses. Los dos hombres eran compañeros de viaje frecuentes y cooperaron en varios documentos importantes de la NCCB, incluida la Carta pastoral de 1983 "El desafío de la paz: la promesa de Dios y nuestra respuesta", que desafió la moralidad de la disuasión nuclear.
Asesinato de "The Boys Club"
El 30 de mayo de 1984, Frank Pellegrini, organista y director del coro de All Saints - St. Anthony of Padua Roman Catholic Church en el lado sur de Chicago fue encontrado brutalmente asesinado en su apartamento. Le habían atado las manos con alambre de púas y lo habían apuñalado más de 20 veces. No había señales de entrada forzada. Los agentes de policía que investigaban el caso creían que el asesinato fue cometido por una mujer o por un homosexual.
Según su novia, Pellegrini había tenido una relación homosexual con un sacerdote de Chicago y era parte de un secreto "Boys Club" clerical que no solo incluía citas homosexuales, sino también adoración ritualista ocultista y el abuso sexual de niños de bajos ingresos de familias étnicas de la ciudad. La novia de Pellegrini le dijo a la policía que Frank le había dicho que quería salir de ese Club y que había programado una reunión con funcionarios de la Cancillería sobre el tema poco antes de su muerte. Dijo que ella y Frank planeaban casarse.
Se contrató a dos jóvenes investigadores privados de Chicago, Bill Callaghan y Hank Adema, para investigar el asesinato de Pellegrini. Ellos pudieron confirmar la existencia de una red clerical de homosexuales / pederastas que operaba en la Arquidiócesis de Chicago. Parecía que el supuesto anillo homosexual que habían descubierto era el mismo mencionado por el padre Andrew Greeley en la versión de bolsillo de “¡Además! Memorias de un párroco” escrito en 1999.
Padre Andrew Greeley (1928-2013)
Uno de los misterios desconcertantes que rodearon el asesinato involucró al cardenal Bernardin. Según la policía que estaba presente en la escena del crimen, poco después de que se descubriera el cuerpo de Pellegrini, el cardenal Bernardin llegó a la casa del hombre asesinado para interrogar a los oficiales sobre el asesinato. El cardenal le dijo a la policía que no conocía al hombre asesinado. Esto plantea la pregunta obvia de cómo se enteró del asesinato tan rápidamente y qué interés especial tuvo Pellegrini para él, ya que no conocía a la víctima. El caso Pellegrini se reabrió a principios de la década de 1990, pero hasta la fecha, el crimen sigue sin resolverse y el padre Greeley permanece en silencio (Nota de la Redacción: el padre Andrew Greeley falleció en 2013)
Bernardin y el escándalo del seminario de Winona
Aunque el escándalo homosexual en el Seminario del Inmaculado Corazón de María en Winona, Minnesota, ya se ha tratado en el capítulo anterior en relación con el obispo Robert Henry Brom de San Diego, puede ser útil recordar el caso nuevamente brevemente, ya que el arzobispo Bernardin estuvo implicado en ambos casos de escándalo y en la recompensa posterior, y porque se relaciona con el bien publicitado Cook Affair.
Como se informó anteriormente, los detalles del escándalo de Winona no llamaron la atención del público hasta 2002. Sin embargo, tuvo su génesis en la década de 1980 cuando un pequeño grupo de prelados homosexuales decidió buscar carne fresca de candidatos al sacerdocio en el Immaculate Heart Seminary, en la Diócesis de Winona.
Según informes basados en una investigación de Roman Catholic Faithful, los obispos involucrados en el sórdido asunto supuestamente eran Joseph Bernardin, John Roach, Robert Brom y un cuarto obispo cuya identidad se desconoce.
Al menos dos de los seminaristas que fueron agredidos en el Immaculate Heart Seminary iniciaron acciones legales, y fue a través de ellos que salió a la luz la existencia de la banda homosexual depredadora de obispos en Winona.
Uno de los seminaristas indicó que algunas de las actividades homosexuales en el seminario estaban conectadas con rituales ocultos y satánicos. Él y otros seminaristas también mencionaron que en ocasiones el arzobispo Bernardin llegó al seminario con un joven compañero de viaje, Steven Cook. Años más tarde, Cook ganó notoriedad mundial como el hombre que acusó al cardenal Bernardin de abuso sexual a fines de la década de 1970 cuando Bernardin era arzobispo de Cincinnati.
Nota 26:
La "prenda sin costuras" del cardenal Bernardin luego rebautizada como "Ética de vida coherente", como "Las muchas caras del SIDA", es otra ilustración de cómo Bernardin ayudó a promover la agenda del Colectivo Homosexual. La estrategia "Prenda sin costuras" establecida por Bernardin en la década de 1980 buscaba ampliar la carpa provida al expandir la oposición del movimiento al aborto, la eutanasia, el control de la población y la instrucción sexual en la escuela para incluir otros temas de "justicia social" como la guerra y la paz, la oposición a la pena de muerte, la reforma del bienestar y las libertades civiles. Uno de los efectos inmediatos de la ética de "Prenda sin costuras" fue el aumento del poder y los recursos financieros de las oficinas de Justicia Social a nivel diocesano, donde el Colectivo Homosexual siempre ha estado fuertemente representado.
Dado que el Colectivo Homosexual ha tenido un gran éxito en enmarcar la cuestión homosexual en términos de una cuestión de "derechos civiles", la estrategia de Bernardin abrió la NCCB / USCC y los Departamentos de Justicia Social diocesanos (y sus considerables recursos y mano de obra) a una mayor explotación por parte del Colectivo. Al mismo tiempo, el Colectivo se benefició del efecto neutralizador que tuvo la estrategia "Prenda sin costuras" sobre las fuerzas pro-vida / pro-familia dentro de la Iglesia que se habían convertido en la columna vertebral de la oposición pública a la agenda política y social del Colectivo Homosexual. La estrategia de Bernardin sirvió para promover las políticas inclusivas que buscaba capitalizar y explotar los talentos políticos y la riqueza financiera del Colectivo Homosexual en América.
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