Estudio filosofía, matemáticas y mística, y en 1935 fue nombrado asistente eclesiástico de la Asociación de Periodistas Católicos.
Fue ordenado sacerdote en 1905, y recibió el doctorado en filosofía en Roma en 1909. Fue profesor en varias escuelas de su país. Es traductor de las obras de santa Teresa de Ávila al neerlandés.
Fue uno de los fundadores de la Universidad Católica de Nimega (actualmente Universidad Radboud), donde se convirtió en profesor de filosofía e historia de la mística durante el curso 1923-1924. Más tarde fue elegido rector magnífico.
Uno de los aspectos de su vida que más se destacaron fue su trabajo como periodista y consejero eclesiástico de varios periódicos católicos a partir de 1935. Cuando el nazismo campeaba, incluso también en su tierra, animó a la prensa católica a resistirle. Incluso fue detenido en 1942 en estas labores, cuando trataba de persuadir a los periódicos católicos holandeses para que no incluyesen propaganda nazi en sus ediciones, contraviniendo de este modo las leyes para los territorios ocupados.
También había colaborado en la elaboración una Carta Pastoral que se leyó en todas las parroquias en la que los obispos holandeses condenaban oficialmente las medidas antisemitas nazis y las primeras deportaciones de judíos. La carta afirmaba también la incompatibilidad absoluta entre el nazismo y el catolicismo.
El sacerdote, detenido el 19 de enero de 1942, fue asesinado por odio a la fe, con una inyección de ácido carbólico, el 26 de julio de 1942 en el campo de concentración de Dachau, en Alemania. En Dachau fueron reunidos la mayoría de los prisioneros cristianos detenidos por los nazis.
Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 3 de noviembre de 1985 como mártir de la fe.
En su homilía , el Papa polaco elogió la “vena constante de optimismo” de Brandsma.
“Lo acompañó incluso en el infierno del campo nazi. Hasta el final, siguió siendo una fuente de apoyo y esperanza para los demás presos: tenía una sonrisa para todos, una palabra de comprensión, un gesto de bondad”, dijo.
“La misma enfermera que el 26 de julio de 1942 le inyectó veneno mortal, luego testificó que siempre mantuvo vivo en su memoria el rostro de ese sacerdote que 'tuvo compasión de mí'”.
Milagro
Un sacerdote católico en Florida dijo en 2018 que atribuía su curación milagrosa del cáncer a la intercesión de Brandsma.
El padre Michael Driscoll, O. Carm, había sido diagnosticado con melanoma avanzado en 2004. Poco después, alguien le dio una pequeña pieza del traje negro de Brandsma, que el sacerdote estadounidense se aplicaba en la cabeza todos los días.
Se sometió a una cirugía mayor, y los médicos le extirparon 84 ganglios linfáticos y una glándula salival. Luego pasó por 35 días de tratamiento con radiación.
Los médicos dijeron que su posterior recuperación del cáncer en etapa 4 era científicamente inexplicable.
Driscoll recordó que su médico le dijo: “No es necesario que regrese, no desperdicie su dinero en pasajes aéreos para regresar aquí. Está curado. No encuentro más cáncer en usted”.
Un congreso de teólogos reconoció la curación como un milagro el 25 de mayo de este año. Un grupo de cardenales aprobó la causa de canonización el 9 de noviembre y presentó su decisión al papa Francisco.
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