Mary Onuoha presentó recientemente una demanda contra su antiguo lugar de trabajo.
Mary Onuoha se mudó de Nigeria a Inglaterra en 1988 y comenzó a trabajar en el Hospital de la Universidad de Croydon en 2002. Siempre llevaba una cruz de oro y no había quejas ni quejas ni pacientes ni personal.
“Los pacientes solían decirme: 'Me gusta mucho tu cruz'. La vieron con una luz positiva, lo que me dio alegría […] porque sé que Dios me ama mucho y que sufrió por mí ”.
Sin embargo, las cosas cambiaron y, a partir de 2015, comenzó a verse presionada por la administración del hospital, que le ordenó quitarse o cubrir su cruz, citando “preocupaciones de seguridad”.
Onuaha, por su parte, se negó y señaló que a las enfermeras de otras religiones nunca se les pidió que se quitaran los collares, pulseras o ropa holgada.
“Este fue un ataque a mi fe”, declaró Onuoha. “Mi cruz ha estado conmigo durante 40 años. Es parte de mí y de mi fe, y nunca le ha hecho daño a nadie”.
“En este hospital, hay miembros del personal que van a la mezquita cuatro veces al día y nadie les dice nada”, anotó. “Los hindúes usan brazaletes rojos en sus muñecas y las mujeres musulmanas usan hiyab. Sin embargo, mi pequeña cruz alrededor de mi cuello se consideró tan peligrosa que no se me permitió continuar con mi trabajo”.
En 2018, cambiaron su puesto de enfermera a recepcionista y, en junio de 2020, la obligaron a tomar una “licencia por estrés”.
El 5 de octubre, compareció en el Tribunal Laboral de Croydon para presentar una demanda contra el hospital.
Con información de International Christian Concern.
Gaudium Press
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