En estas horas de gran preocupación por la salud del querido Cardenal Raymond Leo Burke, invito a todos los fieles a orar intensamente por él, confiando Su Eminencia al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María.También insto a los médicos que tratan a Su Eminencia a que tomen inmediatamente en serio el uso de terapias existentes que han demostrado ser efectivas para salvar tantas vidas.
+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo
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