El arzobispo de Bratislava, monseñor Stanislav Zvolensky, ha sido informado de que, “desde el punto de vista de la seguridad” y de las posibilidades técnicas, esta es “la única manera real” de no limitar radicalmente el número de participantes.
El ministro de Sanidad, Vladimir Lengvarsky, afirmó que esto “permite participar al mayor número posible de personas”. El propio Francisco es un firme partidario de los sueros manipuladores que se etiquetan como “vacunas”.
En Eslovaquia, una minoría de la población está totalmente vacunada, con tasas especialmente bajas entre los ancianos, lo que significa que muchos lugareños serán excluidos de la visita de Francisco.
Ejercito Remanente
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