Me atrevo a sugerir que Beato Rolando es una buena persona a quien acudir si conoce a algún seminarista que necesite oraciones, y especialmente a aquellos que son perseguidos por su amor a las tradiciones de la Iglesia
Por Gregory Dipippo
Por Gregory Dipippo
El día 13 de Abril del año 1945, un seminarista italiano de 14 años llamado Rolando Rivi murió como mártir en un pequeño pueblo llamado Monchio, en la provincia de Módena. Rolando nació en 1931 y comenzó a servir misa a la edad de cinco años; hizo su primera Comunión en la fiesta del Corpus Christi, el 16 de junio de 1938. En 1942, a la edad de 11 años, ingresó en el seminario menor de Marola, siendo admirado por sus maestros como un alumno ejemplar y un niño de sincero y devoción seria. Como era costumbre en aquellos días, iba vestido con la sotana y vestía el saturno como parte de la vestimenta clerical habitual; ya a esa tierna edad expresó el deseo de convertirse en misionero. Se destacó como un excelente cantante y músico, y participó con entusiasmo en el coro del seminario.
El joven Rolando era el tipo de persona que se muestra líder en todas las actividades, y se dice que su abuela dijo, con la especial sabiduría de las abuelas italianas, que terminaría como “un santo o un sinvergüenza”. Se cuentan muchas historias de él animando a sus amigos a ir a la iglesia para la misa o practicar devociones después de un partido de fútbol. Durante sus vacaciones de verano, continuó vistiéndose y viviendo como seminarista, sin remisión de su vida devocional de misa diaria, rosario, meditación y oración ante el Santísimo Sacramento. Muchas veces dijo que la sotana era una señal de “que yo pertenezco a Jesús”.
En el verano de 1944, el seminario de Marola fue ocupado por tropas alemanas y Rolando se vio obligado a regresar a casa; sin embargo, pudo continuar sus estudios con el párroco local. Continuó usando la sotana en público, a pesar de las preocupaciones de sus padres de que esto lo convertiría en un blanco de la violencia anticlerical que entonces se extendía en el centro-norte de Italia. Y de hecho, cuando Rolando regresó a casa del seminario, su ex párroco había sido trasladado fuera del área por razones de seguridad. En los años inmediatamente posteriores al colapso del fascismo italiano en julio de 1943, casi 100 sacerdotes fueron asesinados por partisanos comunistas en la parte de Emilia-Romaña conocida como el "triángulo rojo".
El 10 de abril de 1945, un grupo de estos partisanos secuestró a Rolando mientras estudiaba en un pequeño bosque cerca de su casa; sus padres descubrieron sus libros y una nota de los partisanos advirtiéndoles que no lo buscaran. Lo llevaron a un cortijo, lo golpearon y torturaron durante tres días, bajo la absurda acusación de haber sido un espía de los alemanes; luego lo arrastraron a un bosque, lo despojaron de su sotana y le dispararon dos veces en la cabeza. Los partisanos enrollaron su sotana en una pelota y la usaron para jugar al fútbol.
Su padre y párroco descubrieron su cuerpo al día siguiente. Fue enterrado temporalmente en el cementerio del pueblo donde fue asesinado, pero trasladado un mes después a su lugar natal, San Valentino. Dado que el día de su muerte a menudo cae en Semana Santa, su fiesta litúrgica se celebra el 29 de mayo. El decreto reconociendo que su muerte violenta fue infligida “in odium fidei” fue firmado por el papa el 28 de marzo de 2013 y su beatificación como mártir se celebró el 5 de octubre del mismo año. Sus reliquias descansan ahora en la iglesia de San Valentino di Castellarano; en su tumba está escrito "Io sono di Gesù", que en italiano significa "Pertenezco a Jesús".
Me atrevo a sugerir que Beato Rolando es una buena persona a quien acudir si conoce a algún seminarista que necesite oraciones, y especialmente a aquellos que son perseguidos por su amor a las tradiciones de la Iglesia; y además, en preparación para el simposio sobre el sacerdocio del próximo año, que no sería una mala idea considerar qué había en la Iglesia en la que vivió Rolando Rivi que le permitió enfrentar el martirio con tanta valentía a la edad de 14 años. Beate Rolande, ora pro nobis!
New Liturgical Movement
En el verano de 1944, el seminario de Marola fue ocupado por tropas alemanas y Rolando se vio obligado a regresar a casa; sin embargo, pudo continuar sus estudios con el párroco local. Continuó usando la sotana en público, a pesar de las preocupaciones de sus padres de que esto lo convertiría en un blanco de la violencia anticlerical que entonces se extendía en el centro-norte de Italia. Y de hecho, cuando Rolando regresó a casa del seminario, su ex párroco había sido trasladado fuera del área por razones de seguridad. En los años inmediatamente posteriores al colapso del fascismo italiano en julio de 1943, casi 100 sacerdotes fueron asesinados por partisanos comunistas en la parte de Emilia-Romaña conocida como el "triángulo rojo".
El 10 de abril de 1945, un grupo de estos partisanos secuestró a Rolando mientras estudiaba en un pequeño bosque cerca de su casa; sus padres descubrieron sus libros y una nota de los partisanos advirtiéndoles que no lo buscaran. Lo llevaron a un cortijo, lo golpearon y torturaron durante tres días, bajo la absurda acusación de haber sido un espía de los alemanes; luego lo arrastraron a un bosque, lo despojaron de su sotana y le dispararon dos veces en la cabeza. Los partisanos enrollaron su sotana en una pelota y la usaron para jugar al fútbol.
Su padre y párroco descubrieron su cuerpo al día siguiente. Fue enterrado temporalmente en el cementerio del pueblo donde fue asesinado, pero trasladado un mes después a su lugar natal, San Valentino. Dado que el día de su muerte a menudo cae en Semana Santa, su fiesta litúrgica se celebra el 29 de mayo. El decreto reconociendo que su muerte violenta fue infligida “in odium fidei” fue firmado por el papa el 28 de marzo de 2013 y su beatificación como mártir se celebró el 5 de octubre del mismo año. Sus reliquias descansan ahora en la iglesia de San Valentino di Castellarano; en su tumba está escrito "Io sono di Gesù", que en italiano significa "Pertenezco a Jesús".
Me atrevo a sugerir que Beato Rolando es una buena persona a quien acudir si conoce a algún seminarista que necesite oraciones, y especialmente a aquellos que son perseguidos por su amor a las tradiciones de la Iglesia; y además, en preparación para el simposio sobre el sacerdocio del próximo año, que no sería una mala idea considerar qué había en la Iglesia en la que vivió Rolando Rivi que le permitió enfrentar el martirio con tanta valentía a la edad de 14 años. Beate Rolande, ora pro nobis!
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