Gabriele Martinelli, sacerdote italiano acusado de agredir sexualmente a un adolescente fue conminado por un obispo a indemnizar a su víctima con 20.000 euros.
El padre Gabriele Martinelli fue monaguillo papal en su adolescencia, mientras asistía al pre-seminario San Pío X, que acoge a chicos interesados en el sacerdocio.
Se le acusa de agredir a un chico más joven matriculado en la misma institución, que se encuentra dentro de los muros del Vaticano.
Oscar Cantoni, obispo que investigó las acusaciones, declaró ante el tribunal que había propuesto anteriormente que Martinelli pagara 20.000 euros (24.500 dólares) a su víctima, más 5.000 euros a los funcionarios eclesiásticos para cubrir el coste de su investigación.
La decisión de imponer una sanción económica a Martinelli condujo a su procesamiento penal, explicó Cantoni, que es obispo de la ciudad septentrional italiana de Como.
Martinelli está siendo juzgado junto con el ex rector del preseminario: es la primera vez que el Vaticano persigue penalmente presuntos actos de abuso sexual clerical o su encubrimiento en su territorio.
La orden de pagar 20.000 euros a la presunta víctima no se ha ejecutado, a la espera del resultado del juicio.
Cantoni también declaró que recibió varios informes sobre la “conducta sexualmente inapropiada” de Martinelli durante el periodo 2006-2012.
Pero desde que Martinelli se había trasladado a Como -la diócesis de Cantoni- para ser sacerdote en 2017, “había dejado de comportarse mal”, dijo el obispo.
“Desde que está en Como, primero como diácono y luego como sacerdote, no ha habido denuncias. Era una tendencia homosexual temporal vinculada a la pubertad”, dijo Cantoni.
La diócesis de Cantoni es responsable del preseminario, aunque se encuentra en terrenos vaticanos, justo enfrente de la residencia del “papa” Francisco.
Se cree que los abusos se produjeron durante un periodo de cinco años, a partir de 2007, cuando Martinelli tenía 14 años y su presunta víctima un año menos. Mientras que Martinelli fue ordenado sacerdote, el otro chico renunció a serlo.
Hace dos semanas, se informó al tribunal vaticano de que la presunta víctima había escrito cartas en las que acusaba a Martinelli de haberle agredido en múltiples ocasiones, incluso en un retrete de la Basílica de San Pedro.
Martinelli ha negado cualquier delito.
Tres antiguos monaguillos que testificaron el miércoles dijeron que sólo tenían relatos de segunda mano de los supuestos abusos, pero dos de ellos dijeron que Martinelli manoseaba habitualmente a otros chicos.
El ex rector del pre-seminario, el padre Enrico Radice, es uno de los acusados en el juicio por supuestamente ocultar el asunto y proteger a Martinelli de la justicia.
The Guardian / Bishop-Accountability
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