jueves, 7 de enero de 2021

VIRGEN DE EZQUIOGA: MENSAJES RECIBIDOS POR BENITA AGUIRRE

Ezquioga (ahora Ezkio) es una pequeña localidad en la provincia española de Guipúzcoa o Gipuzkoa (comunidad autónoma del País Vasco). En ese lugar, a partir de 1931, ocurrieron apariciones de la Virgen María, en las cuales fueron reveladas algunas profecías para el pueblo español.

Benita Aguirre, natural de Legazpia, era una niña de 9 años, poseedora de un nivel cultural bajo pero que en éxtasis, parecía transformarse en una persona diferente, causando gran sensación, entre los que le rodeaban. Benita Aguirre describió con gran fluidez verbal y una minuciosidad que llamaba la atención de los presente a la Virgen de Ezquioga: “Vi a la Santísima Virgen con las manos cortadas y llenas de sangre. Además apareció con dos espadas, una atravesada en el corazón y otra en la mano izquierda con la punta ensangrentada. En la mano derecha llevaba un pañuelo teñido en sangre, iba vestida de negro y con una corona. Al preguntarle por qué tenía tanta sangre, y si era por nuestros pecados, ella me contestó que sí”.

El 11 de julio de 1931 vio: “a una Señora, era guapísima y llevaba en una mano un pañuelo y en otra una espada, (...) vi que daba vuelta un poco al pañuelo, en una de cuyas puntas se leía con letras bordadas, color lila: Paz en la tierra” (p. 486 del libro de Burguera)


El 29 de julio, “me pidieron interrogase a la Visión cómo quería que se la llamara”, y la Visión dijo a Benita un nombre. Benita se fue a casa acompañada de su madre y allí la dijo: “me he llevado una gran desilusión, pues creí que en Ezquioga se me aparecía la Virgen, y resulta que es “Mater dolorosa” (p. 487).


El 21 de enero de 1933: “La Santísima Virgen me ha dicho que ha llegado ya el año del comienzo de los castigos” (p. 491).

Benita afirma que la Virgen la dice el 7 de septiembre de 1933: “Esta República impía, que reposa en España, cuya aparición ha sido señal de los castigos venideros, pronto será totalmente arruinada; más aún vendrán peores tiempos. Los comunistas se apoderarán de España y sacarán fuera de ella a los buenos; y, mientras los buenos estéis fuera, castigaré cruelmente a toda España, sin temor a nada. Los buenos tendréis que huir a los desiertos; mas os declaro que no sufriréis hambre, pues Yo os alimentaré: Allí, en el desierto, conoceréis al que después tiene que reinar (o sea, el Gran Monarca). Después que paséis tres años y medio en el desierto podréis venir otra vez a España, pues habrán pasado, para entonces, los castigos. Y es en este tiempo que vendrá el reinado del Sagrado Corazón de Jesús, pero este reinado será interior” (p. 513)

Benita Aguirre fue sometida a diversas pruebas médicas para verificar su estado de salud mental y si las supuestas apariciones y visiones que ella decía tener, eran reales. Desde pinchazos con agujas, hasta quemarle con el fuego de una vela en diferentes partes del cuerpo mientras estaba en trance.

Benita Aguirre sufrió la ira de la iglesia, le prohibió recibir los sacramentos, amenazaron con excomulgar a sus padres si seguía teniendo más apariciones y visiones. Algunas fuentes nacionalistas españolas tendenciosas regocijándose, afirman que fue debido al nulo mensaje nacionalista vasco de sus mensajes. Lo cierto, es que la victoria del bando nacional-católico (cuyo espectro ideológico procede de la derecha católica tradicional española), no implicó un cambio sustancial para mejor en la vida ni de Benita Aguirre ni en la vida de los demás visionarios de Ezquioga. Los que no fueron encarcelados e internados en un psiquiátrico, fueron condenados a vivir en el ostracismo. Benita Aguirre falleció en junio de 1982.

Mensajes recibidos por Benita Aguirre sobre una época futura indeterminada:



Guerra en Los Pirineos

Mucha guerra, mucha guerra. Los Pirineos no han conocido otra igual. La catástrofe ha prometido empezar por el extranjero para avisar a los españoles.



Las señales precursoras

24 de agosto de 1933: Serán señales precursoras de la guerra, la tibieza religiosa y la corrupción de costumbres, el vicio tenido por virtud y la virtud por vicio, los creyentes tenidos por locos y los incrédulos por iluminados. No se han acabado los disturbios de la Iglesia; sucederá uno muy grande, aunque no muy duradero, después de lo cual se sentarán las cosas. Vendrá un tiempo en que mi fe declinará de tal modo que pocos la conservarán. Tan grande será la persecución de los malos contra los justos que éstos tendrán que padecer un auténtico martirio. Las cosas llegarán al colmo, pero cuando la mano del hombre no pueda más y todo parezca perdido, Yo pondré mi mano y arreglaré las cosas.


Julio de 1931: Haced mucha oración, penitencia y sacrificio. Si esto no hacéis, vendrán castigos terribles y morirá una tercera parte de la humanidad. Entonces, poca familias quedarán enteras. Todos tendrán que llevar luto. Está cerca el fin del mundo. Cuando las mujeres no se distingan de los hombres por su manera de vestir, entonces pensad que tenéis encima el fin del mundo. Los años pasan volando y pocos se acuerdan de la muerte.



Los castigos

22 de agosto de 1933: Habrá tan grandes y diversas desgracias que, desde el principio del mundo no ha tenido lugar semejante turbación, y nunca males tan numerosos y terribles habrán afligido la tierra. Yo aventaré mi trigo por medio de crueles y sangrientas guerras, pestes, hambres, y otros males horribles. La Iglesia será afligida por muchas herejías y malos cristianos. Di que esperen grandes y terribles castigos los malvados. Todo esto será permitido por mi justo juicio a causa de haberme llenado la medida con vuestros pecados. Pronto se levantarán pueblos contra pueblos, naciones contra naciones, tan pronto unidas como divididas, para combatir en favor o en contra del mismo partido, hasta que se llenará la tierra de mortandad y carnicería.





Visión del mapa

Veo a España convertida en una Babilonia. Todo están mezclados. Tiene siete boquetes. A Portugal y Francia los veo separados. En San Sebastián hay un boquete. En Galicia, dos. En Cataluña, tres agujeros. En Sevilla, Córdoba y Navarra, mucha sangre. En Almería, un caminito estrecho que va hasta Cádiz. En Cádiz, un sendero no grande que va a Portugal, En París, un agujero grande. En Oporto, soldados. En Madrid, ¡qué horror!, muchas casas encerradas, y de las que están abiertas salen osos; todos van hacia una casa muy grande que tiene una escalinata ancha con columnas. ¡Pobres criaturas!¿Qué culpa tendrán ellos si no tienen culpa de nada? Eso es Rusia. Veo ejércitos rusos que vienen...¡Cuántos vienen!¡Pobre España! La masticarán. Los rusos; pero, ¿Es posible, Padre? Están en pacto con quien? Estaban fingiendo. Que todo no acababa ahí. ¡Oh, que gordo es eso! No lo diré, pues me da mucho miedo pensar que eso va a llegar. ¿Qué subsistirán pocos edificios en pie? ¿Conventos que existen y que dentro de poco no existirán? ¿Quemados? La gente verá que donde se guardan reliquias no quemarán. Ya tenemos, pues, unas cuantas. La gente no ve. ¿En dónde? En Canarias. ¡Qué horror! No te entiendo.


Las Monedas de Judas



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