LA IGLESIA ESTÁ EN UNA CRISIS NUNCA ANTES VISTA

Entre 2020 y principios de este 2021, el pontífice puso en marcha una serie de reformas que lo han calificado como "papa moderno". Esto especialmente en referencia a la aceptación por parte del Papa -con el significado aún debatido- de las parejas homosexuales y la aceptación de dinámicas que nunca antes había sido aclaradas por la Iglesia.


Francesco Vergovich entrevistó a Maurizio Scandurra, periodista y ensayista católico, quien expresó su pensamiento subrayando cómo estas novedades en la doctrina y la forma en que opera el Pontífice durante la emergencia sanitaria no son prerrogativas reales del representante de Cristo.


Papa Francisco

“Creo que la Iglesia nunca atravesará una crisis como la de hoy. Pensemos en todas esas situaciones que van en contra de la familia tradicional. Yo no veo ningún tipo de actitud cerrada por parte del Estado Vaticano hacia esas derivaciones extremistas que, de alguna manera, socavan el hecho de que un niño solo puede nacer de un padre y una madre. Ya tienen problemas para ser criados por una familia de dos padres, y mucho menos por una pareja del mismo padre.

Un papa que dice que la propiedad privada no tiene sentido, cuando en las Sagradas Escrituras se habla de que a Dios se le debe dar lo que es de Dios y al César lo que es del César. Lo mismo con respecto a la fe.

Creo que el papa quiso agradar a los obispos de las iglesias alemanas que durante años venían diciendo que era necesario hacer mujeres monaguillos de la palabra de Dios pero también, sacerdotisas. Por eso prefiero perder Alemania que quedarme con cinco obispos que tienen este deseo fragmentado y discutir la palabra de Dios. El papa Francisco quiere ser moderno y quiere hacerlo a toda costa, incluso con parejas homosexuales. Entonces, es moderno pero no es el Papa.

En cuanto a la opción de abrir el altar a las mujeres: no tengo nada en contra de las mujeres, de hecho, creo que Jesucristo indudablemente le dio a las mujeres un significado muy alto. Son precisamente las figuras más marginadas las que ven un sentido de redención y son precisamente, el sentido de la palabra cristiana, de la filosofía, de la vida que se encuentra en este mensaje de esperanza y riqueza. La mujer es fundamentalmente quien recibe a través de María el anuncio de que se haría carne y sangre y luego se hizo carne y sangre en la Última Cena” .


Estado e Iglesia

“Francisco debería preguntarse por qué su Iglesia no habla del diablo, por qué su Iglesia está en silencio frente a un dictador. Porque si Francisco es el dictador de la fe, nuestro presidente lo es para nosotros, los ciudadanos. Por parte de las iglesias eclesiásticas estamos asistiendo a una pasividad tácita, proclives a un poder político que ocupa espacios que ni la doctrina ni los acuerdos entre Estado e Iglesia conllevan.

El hecho de que nuestro país esté a la venta no es una negación. El papa dijo "la negación es suicida". No, está el que no se considera negacionista o el que quiere hacerse el idiota, un idiota que quiere doblegarse y creer en números y realidades que obviamente están viciados, explotados, eso es ser suicida. Sabemos que existe un virus de origen más o menos desconocido y es cierto que morimos, pero no en la medida que ellos quieren que creamos. Está claro que el virus es un pretexto para legitimar gobiernos que ya no tienen razón de existir. La verdadera identidad cristiana, que no está en el Vaticano, molesta porque nos quiere hablar de autonomía, dependencia y mérito.

Ciertamente, hoy ya no existe la Iglesia que en octubre de 1978 vio a un Papa subir al trono papal y decir "no temas, abre las puertas a Cristo". Todavía no he escuchado al papa Francisco hablar de un miedo que necesita ser curado. He visto a este papa hablar de comedores populares mientras se preocupa por todos los inmigrantes. Lo he visto preocuparse porque las personas salen de sus casas y pidiendo renovar sus parroquias”.


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