sábado, 26 de diciembre de 2020

CHINA: RETIRAN MÁS DE 900 CRUCES DE IGLESIAS A MEDIDA QUE CONTINUA LA PERSECUCIÓN RELIGIOSA

Creyentes religiosos son amenazados por funcionarios comunistas a renunciar a su fe para evitar arriesgar los beneficios de bienestar social

Por Jocelyn Neo


El año 2020 resultó ser un tiempo bastante turbulento y el mundo todavía está luchando por sobrevivir a los estragos del virus del PCCh que se está extendiendo por todo el planeta, afectando a más de 11 millones de vidas en Estados Unidos y más de 55 millones en todo el mundo.

Sin embargo, a pesar de la pandemia, el Partido Comunista Chino (PCCh) no ha dejado de atacar ni una sola vez a los creyentes religiosos en China, ya sean cristianos, practicantes de Falun Dafa, musulmanes uigures, o budistas tibetanos.

Mientras la gente de todo el mundo celebra y se regocija por la Navidad esta temporada, no olvidemos algunos de los graves incidentes de persecución que han sufrido los cristianos en China este año.


“Todas las cruces que son más altas que los edificios del gobierno deben ser demolidas porque eclipsan a las instituciones estatales”

— Un miembro anónimo de la iglesia en china



Remueven más de 900 cruces

El PCCh retiró más de 900 cruces de iglesias estatales en el primer semestre del año solo en la provincia de Anhui, según Bitter Winter, una revista sobre la libertad religiosa y los derechos humanos en China.

“Han puesto una orden para eliminar a todos los símbolos cristianos como parte de la campaña de represión del gobierno”, dijo un empleado del estado a Bitter Winter. 

Remueven la cruz de la Iglesia de Hancheng en el condado de Hanshan, el 28 de abril de 2020. (Cortesía de Bitter Winter)

Cuando la cruz de la Iglesia de Hancheng del condado de Hanshan fue removida en abril, un miembro de la iglesia reveló a Bitter Winter que los funcionarios del Departamento de Trabajo del Frente Unido dijeron que “todas las cruces que son más altas que los edificios del gobierno deben ser demolidas porque eclipsan a las instituciones estatales”.

“Solo las iglesias que parecen empresas se consideran legales. Para ‘sinocitizar’ el cristianismo, Xi Jinping no permite que las iglesias tengan cruces occidentales”. El miembro anónimo agregó que a un anciano de la iglesia le advirtieron que protestar contra la demolición de la cruz equivaldría a “protestar contra el gobierno”.

Otros miembros anónimos de la iglesia dijeron a la revista que si la congregación desobedecía las órdenes del partido comunista, su iglesia sería cerrada, y ellos “podrían perder sus beneficios sociales, como pensiones y subvenciones para el alivio de la pobreza”. El futuro empleo de sus hijos también podría verse afectado.

“La cruz es un símbolo de la iglesia y si se quita, ¿quién podría distinguirla de otros edificios?”, dijo un miembro de la iglesia.

Las iglesias en la provincia de Jiangxi tampoco se libraron de la represión. La revista informó que más de 100 personas entre funcionarios del gobierno y policías demolieron a la fuerza la cruz de la Iglesia de la Gracia en el condado de Zixi el 11 de septiembre de 2019. A los miembros de la iglesia que intentaron tomar fotos de la demolición les confiscaron sus celulares.

En la primera mitad de 2020, se retiraron cruces de varias iglesias de las Tres Autonomías en la provincia de Anhui. 


Iglesias allanadas y clausuradas

Aparte de la demolición de las cruces, el régimen chino allanó y clausuró muchas iglesias domésticas e iglesias estatales en todo el país. Las autoridades también confiscaron las biblias, informó Bitter Winter.

En una redada policial en la provincia de Shaanxi en julio de este año, una docena de miembros de iglesias domésticas, incluyendo menores de 8 a 11 años, fueron puestos bajo custodia policial para ser interrogados; mientras que en septiembre, ocho policías y funcionarios del gobierno se precipitaron a una iglesia doméstica del condado de Liangshan, en la ciudad de Jining, declarando que estaban en “una reunión ilegal”. Los funcionarios les advirtieron “que creyeran en el Partido Comunista si necesitaban creer”.


“Al obligarme a quitar el retrato del Señor Jesús, el gobierno trató de detener mi creencia en Dios, pero no pueden quitarme la fe de mi corazón”

— Una anciana de la ciudad de Yingtan, provincia de Jiangxi



Según Radio Free Asia (RFA), en mayo, la policía local de la ciudad de Xiamen hizo un allanamiento en una reunión de iglesia doméstica, que se celebró en una residencia privada, y detuvo a nueve personas. El pastor Yang Xibo, dijo a RFA que la policía había irrumpido sin mostrar ninguna identificación y sin ninguna orden.

“La policía de seguridad del estado vino golpeando la puerta, luego la derribaron y arrastraron a los que estaban en el camino fuera de la puerta, arrastrándolos por el suelo”
, dijo Yang agregando que algunos de los miembros quedaron heridos durante el altercado.

Yang dijo que la redada podría haber surgido de la negativa de la iglesia a unirse al Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías aprobada por el estado.

Las iglesias que fueron clausuradas fueron luego alquiladas, vendidas, o reutilizadas por los funcionarios locales. En junio, una iglesia de las Tres Autonomías aprobada por el estado en la provincia de Jiangsu se convirtió en una sala conmemorativa para recordar al Ejército Rojo, mientras que la iglesia de Chenzhuang se vendió por solo 20,000 yuanes (USD 3000) en julio, informó Bitter Winter.


Denunciar a creyentes por recompensas monetarias

Desde 1999, el régimen chino ha venido siguiendo otra violenta supresión de la fe: la campaña de persecución contra los practicantes de Falun Dafa.

Falun Dafa, también conocida como Falun Gong, es una antigua disciplina de cultivación de la escuela de Buda basada en los principios de verdad, benevolencia y tolerancia. Tras su introducción en China en 1992, la práctica se hizo inmensamente popular debido a sus beneficios curativos, tanto físicos como espirituales. Sin embargo, el PCCh inició una brutal represión contra el grupo en julio de 1999, temiendo que la práctica pueda ser una amenaza a su ideología comunista de lucha de clases y odio. Muchos practicantes fueron arrestados, detenidos y torturados.

Para fomentar la supresión del grupo espiritual, las autoridades chinas comenzaron a desplegar programas para recompensar a los ciudadanos con hasta 100,000 yuanes (USD 15.000) cuando denunciaban a la policía las actividades de los practicantes de Falun Dafa.

Según Bitter Winter, los ciudadanos chinos pueden denunciar a la policía a los miembros de cualquiera de los grupos religiosos y espirituales “prohibidos” si se les ve produciendo y distribuyendo folletos de información, fotografías, publicaciones, eslóganes religiosos, etc.

“La campaña nacional para reprimir la religión es más severa que durante la Revolución Cultural”, dijo un funcionario de Mongolia Interior a la revista en octubre pasado.


Amenazados a renunciar a Dios a cambio de pensiones asistenciales

El PCCh, con sus ideologías oficiales enraizadas en el totalitarismo y el ateísmo, exige a sus miembros actuales y retirados del partido a no creer en las religiones.

También advierte a los jóvenes estudiantes que se alejen de Dios o se arriesgan a ser expulsados de la escuela. El Partido Comunista también toma como objetivo a los creyentes religiosos ancianos, amenazándolos con retirarles sus pensiones asistenciales si deciden creer en Dios, declaró Bitter Winter.

Fieles asisten a una misa de Nochebuena en la Catedral de Xishiku en Beijing el 24 de diciembre de 2019.

En enero, una mujer que se encontraba inmovilizada debido a una enfermedad, fue despojada de sus pensiones asistenciales del gobierno cuando los funcionarios descubrieron que organizaba reuniones religiosas en su casa en la ciudad de Yingtan, provincia de Jiangxi. A su vez, los funcionarios de la provincia de Shandong amenazaron a una anciana católica con retirar los símbolos religiosos de su casa.

La mujer, quien tiene 70 años, dijo que los funcionarios le advirtieron que sustituyera los símbolos por retratos de Xi Jinping o Mao Zedong porque “ella vive de las pensiones del Partido Comunista”.

“Al obligarme a quitar el retrato del Señor Jesús, el gobierno trató de detener mi creencia en Dios, pero no pueden quitarme la creencia de mi corazón”, dijo a Bitter Winter.

En abril, los funcionarios de la ciudad de Fuzhou, en la provincia de Jiangxi, fueron a un asilo donde se alojaba un anciano creyente paralizado y derribaron los retratos de Jesús en su habitación. Le dijeron que si seguía practicando su fe, lo expulsarían del asilo y le quitarían las pensiones asistenciales que le daba el gobierno.

“Los funcionarios dijeron que se supone que debo creer en el Partido Comunista ya que este me alimenta o de lo contrario todos mis beneficios sociales serían cancelados”, dijo a la revista.


The Epoch Times



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