El Partido Comunista en la ciudad de Wenzhou, provincia de Zhejiang (China) exige a todos los profesores que firmen un documento en el que se comprometen a no profesar ninguna religión y, por el contrario, aceptan promover el ateísmo entre sus alumnos.
En el documento a firmar, los docentes deben dejar constancia de muchos datos: nombre, apellido, sexo, edad, horario de trabajo, posición, escuela. Asimismo, el compromiso del docente asume estas cuatro directivas:
♦ Afirmar la visión marxista sobre las religiones y reforzar la educación atea y el estudio
♦ No creer en ninguna religión, y no participar en ninguna actividad religiosa, no promocionar ni difundir religiones en ningún lugar
♦ Apoyar activamente la nueva civilización socialista y el nuevo rumbo
♦ No difundir supersticiones feudales, y no participar de ninguna actividad relacionada con las supersticiones feudales
Aunque la Constitución china establece claramente que todos los ciudadanos del país asiático tienen libertad de religión para practicar su culto, sin especificar límites de edad o posición laboral, la realidad es que se trata de un derecho meramente nominal que es pisoteado por el partido único en el poder.
El documento es otro ejemplo de la axfisiante campaña que llevan adelante las autoridades comunistas para detener la fe entre los jóvenes. No solo se prohíbe a los menores de 18 años ir a Misa u otro culto religioso, sino que además se promueven inspecciones y medidas disciplinarias entre los docentes y estudiantes si alguien se declara creyente.
Hace ya tiempo que los maestros del Partido difunden el ateísmo entre los niños. Los educan para que no crean en Dios, y para ello se valen de discursos, pero también de castigos humillantes.
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