Luego de comentar que desde hace muchísimos años se celebra el Día de la Madre y mucho después comenzó a celebrarse el Día del Padre consideró que “hay que tomar conciencia de que el feminismo extremo ha difundido sobre todo entre los jóvenes, especialmente entre las jóvenes universitarias por ejemplo, una idea contraria a la maternidad, hay una crítica a la maternidad. Hay hecho sociológicos reales como que las mujeres, hoy día, esperan más para tener hijos a causa de estudios o del trabajo. En general se tienen menos hijos, muy pocos o ninguno, pero acá la cuestión es que el feminismo extremo critica la noción misma de la maternidad y algunas hasta sostienen que sería una esclavitud que el hombre impone a la mujer, una carga, algo de lo que la mujer tendría que liberarse. De ahí también que estas feministas sean abortistas todas ellas. Acá hay algo de reducción de lo humano a una situación que es precisamente inhumana”.
Además sugirió “menos celebración, digamos, romántica o ilusoria y más real reconociendo lo que significa la maternidad y entender que es un premio, es un regalo, y que es algo esencialmente femenino”.
Y explicó que “un cristiano tiene, además, razones suplementarias para entender bien esto y para difundirlo. Nosotros sabemos que la Madre de Dios, la Virgen Santísima, es el modelo perfecto de femineidad y al dar culto a la Virgen también nos acordamos de nuestras madres. Muchos tenemos a nuestra madre en el cielo pero el recuerdo de ellas no se borra”.
Monseñor Héctor Aguer agregó que “hay que trabajar mucho en esto” y que “esta ola cultural se puede remontar” y que “los cristianos tienen que estar en primera fila. Acá hacemos una obra perfecta de humanización y cuando la sociedad se descristianiza se deshumaniza y uno de los signos más patéticos de la deshumanización es este: que no se reconozca más el valor de la maternidad… Y muy feliz día a todas las madres”.
Monseñor Héctor Aguer agregó que “hay que trabajar mucho en esto” y que “esta ola cultural se puede remontar” y que “los cristianos tienen que estar en primera fila. Acá hacemos una obra perfecta de humanización y cuando la sociedad se descristianiza se deshumaniza y uno de los signos más patéticos de la deshumanización es este: que no se reconozca más el valor de la maternidad… Y muy feliz día a todas las madres”.
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